Ni siquiera conozco tu nombre (Coffee Shop #1)

15. Deshaciéndose de algunos chicos.

Capítulo 15

Taylor

Había pasado una semana exacta desde la boda de mi padre y Lily, la misma semana que había estado quedándome en casa de Michael y encargándome de la cafetería pues los tórtolos están de luna de miel.

Todo había sido un éxito; Amelia y yo nos hicimos más cercanos y creo poder tener una oportunidad en el futuro con ella, además de que hice nuevos compinches; Cam, Evan y Andrew. Tres chicos que estaban en la boda por casualidad, y aunque lo que nos llevo a comenzar a charlar no fue exactamente la más común de las razones, creo que al final quedamos en buenos términos para no darnos a palos.

Los tres tienen sentimientos hacia la chica, sin embargo, los cuatro acordamos llevarla por la paz.

— ¡YA LLEGUÉ! —El grito de Michael me sacó una carcajada y de mis pensamientos. Siempre ha sido escandaloso a más no poder, irrumpiendo mis pensamientos profundos cada vez que tiene la oportunidad.

— ¡YO TAMBIÉN! —Claro, si está Mike está Shaw. Doy gracias por que la cafetería aún esté vacía. Ambos entran en la cocina riendo a carcajadas con las bolsas de suministros que faltaban.

—Así que, ¿Trajeron todo lo de la lista? —Mike asiente y comienza a sacar las cosas de las bolsas. Shaw lo ayuda rápidamente mientras trata de detener las carcajadas que se está reteniendo.

Termino de cortar las fresas y las coloco en el recipiente que les corresponde cuando Ames entra en la cocina, luciendo hermosa incluso con la horrible camisa de la preparatoria.

—Yo también ya llegué —se apresura a saludarnos a todos para ir a cambiarse. Sin evitarlo, una sonrisa de tonto aparece en mis labios cuando besa mi mejilla.

Mis mejores amigos cumpliendo su deber, comienzan a burlarse.

—Deberías invitarla a salir de verdad, ¿Por qué la llevaste a la boda? Tienes tan mala suerte que te encontraste con otros tres chicos pretendiéndola.

—Después, ¿bien? —Shaw comienza a reírse y niega, no pudiendo creer que no me lance a sus brazos cual jaguar.

—Si tú no la invitas, nosotros la invitamos. —En ese preciso momento entra Amelia, seguida de Andrew, Evan y Cam.

¡Estupendo!

Mis amigos me hacen una seña para que sea yo el que haga el siguiente movimiento, para mi desgracia, Evan se me adelanta.

—Hey Amelia, te gustan El Reto Mortal ¿no? —Las mejillas de la chica se ponen todas coloradas y asiente, tratando de controlar su emoción.

Y no me gusta, es hermoso de ver cuando habla acerca de las cosas que le gustan, como ese brillo ilumina sus ojos y la sonrisa parece no querer salir de sus labios.

—Vamos Ames, yo sé que los amas —al decir eso, ella explota y sale todo el fanatismo que quería ver. Es tan bonita cuando habla. Después de unos cuantos saltos, gritos y desvíos de tema, Amelia se calma un poco.

— ¿Quieres ir al estreno de la última película conmigo? —eso la deja muda al instante. Y no por la pregunta en sí, si no por el hecho de que todos, los cuatro, se lo preguntamos al mismo tiempo, ¡las mismas palabras!

Qué suerte la mía, ¡dos veces seguidas!

—Eh, ¿A quién se supone que debo responder? —Andrew, como el buen chico que es se ajusta las gafas y sonríe a todos en general, dispuesto a tomar la palabra.

— ¿Tal vez podríamos ir todos? – sugiere inocentemente, llevando a la practica el trato que hicimos.

—Y tu invitar a tu novia, ¿Liss? —La mandíbula del chico al instante se tensa ante la pregunta de Cam.

—Liss no es mi novia —y no se cansaba de repetirlo, parecía que iba a explotar cada vez que lo repetía.

— ¡Pero es una excelente idea! ¿Puedo llevar a Amalia? Sé que ella y tú, Cam, se llevaron de maravilla, incluso... ¿Shaw, Michael, quieren venir? ¡Y Evan puedes traer a tu amiga Jess! —cuando termina de hablar, con las mejillas sonrosadas a más no poder, todos nos dimos cuenta de algo:

Ella no estaba interesada en ninguno, y estaba haciendo todo lo posible por deshacerse de nosotros.

Pero estoy seguro de una cosa.

Yo no estoy dispuesto a rendirme.