One Shots {Larry Stylinson}

4. "Mi hermoso pequeño"

- Bebé, no creo que sea lo mejor que vayas a esa fiesta - El ojiazul miro como el menor formo un puchero inmediatamente.

- Pero Lou, por fin me invitaron, sabes que no les agrado mucho, esta vez fueron muy amables y lindos - El ojiverde se habia emocionado demasiado cuando recibio la invitacion, esta vez lo habian tenido en cuenta.

- Es por eso mismo amor, se me hace extraño que hasta ahora se dignen a ser agradables contigo - Louis sabia como eran los chicos, ya habia pasado por esa epoca de secundaria, y lamentablemente su pequeño niño era muy inocente frente a todo lo que podría ocurrirle.

Harry tenía 17 años, y era un chico tierno, jodidamente hermoso porque había que admitirlo el chico era una preciosura, sensible y preocupado por los demas, pero cuando decidió decirle a todos que era gay, las cosas cambiaron drásticamente para el, se alejaron de el y lo trataban horriblemente mal. Por suerte era su último año de secundaria y ya no tendria que ver mas a esos chicos.

Se habian conocido cuando el menor tuvo que hacer unas prácticas escolares en la empresa en donde Louis trabajaba, para ese entonces Harry tenía a penas 15 y el ojiazul ya iba por los 21, acababa de salir de la universidad y era su primer empleo, le encargaron enseñarle y asignarle tareas al pequeño, quien a pesar de ser un lio al principio por sus nervios y su timidez, llego a ser muy querido en la oficina porque era aplicado y cumplía con todo lo que le ponian. Además la dulzura que derrochaba ayudo a que todos quedaran encantados con él.

Y Louis no fue la excepción quien entre mas tiempo compartía con el, mas se fijaba en lo maravilloso que era, pero obviamente al principio se sentia mal por esa atracción que habia despertado hacia el menor, puesto que este era muy pequeño y si bien la diferencia de edad no era tan grande, en esos momentos era demasiado notoria.

El mayor no habia aguantado mas, y justo el ultimo dia cuando supo que el rizado ya no volveria, le dijo todo lo que sentia, maravillandose de las preciosas mejillas sonrojadas del ojiverde quien al finalizar haciendo caso omiso a la verguenza que sentia en esos momentos planto un pequeño pico en sus labios aprovechando que el ojiazul estaba sentado en una silla y lo alcanzaba perfectamente.

Desde ese día no se habian separado jamas, y aunque fue dificil para los padres de Harry aceptarlo porque era demasiado mayor para su bebe, despues de ver cuan enamorado estaba Louis de el, no dudaron en dejarlos estar juntos.

- Ve si quieres amor, pero ten mucho cuidado - Louis tomo al menor por la cintura y sonrio al ver su cara llena de emoción, solo esperaba que su chico se divirtiera y que el solo estuviese siendo paranoico.

- Lo hare Lou - El menor rio con ternura y froto sus narices suavemente.

- Pero no te doy permiso de irte muy guapo, no vaya a ser que miren mucho a mi bebe - Harry se sonrojo y asintió acurrucandose con el mayor.

Ese fin de semana se quedaban juntos en el departamento del mayor, se turnaban y uno se quedaban alli y el otro en la casa del menor. El papa de Harry adoraba que el ojiazul los visitara, porque hablaban de futbol y se entendian muy bien, al rizado nunca le gustaron los deportes ni nada que fuera muy rudo, y aunque no se quejaba de la personalidad de su adorado hijo, siempre habia querido compartir esos momentos con alguien y Gemma tampoco era una opcion.

Por su parte la mamá de Harry estaba encantada con todo lo que Louis hacia por su hijo, quien antes lloraba casi todas las tardes encerrado en su habitación debido a los tratos que recibia, no tenia amigos y siempre estaba asustado de salir solo, ahora Harry sonreia casi todo el tiempo, amaba salir con su novio a todas partes, y a pesar de que los malos tratos no habian disminuido, ahora el ojiverde tenía a alguien que le hiciera olvidar y que le dijera cosas hermosas que borraban todo el dolor.