One Shots {Larry Stylinson}

31. "You saved me"

Dedicado a todos ustedes que siguen esperando o aquellos que se han tomado el tiempo de leer alguna de estas historias, créanme que sigo leyendo los comentarios que dejan en los anteriores.

Admito que me da un poco de vergüenza volver pues literalmente no publique nada por casi un año, y también aun más porque se que este os no significa que vuelva a estar constante como cuando decidí empezar a escribir, pero he tenido momentos difíciles y se que así vuelva a pasar otro año este sera mi lugar para volver y que al menos uno de ustedes leerá lo que escriba.

Sin embargo, quería compartirlo con ustedes, no es de las mejores historias pero me gusto como quedo y realmente disfrute escribirlo. Así que no me queda si no esperar a que alguien lo lea y le guste.

Advertencia: Smut, Omegaverse, un poco largo pero considero que es lo justo después de tanto tiempo, ojala lo lean todo hasta el final :)

Louis debería sentirse mal por sentir una atracción tan fuerte hacia un omega tan pequeño e inocente, aún mas porque su familia casi le había arruinado por completo la vida a ese hermoso rizado de tan solo 15 años, en su defensa no tuvo nada que ver con el trato que realizó su padre con Aaron Styles, un pobre trabajador de una de sus empresas, algo adicto a las drogas y al trago, sin ni un centavo para pagar años y años de prestamos y adelantos que solicitó en la compañía.

No era estúpido y sabía que su padre no era precisamente un hombre ejemplar y sus negocios eran bastante peligrosos y oscuros, sin embargo trataba de mantenerse lo mas alejado posible, sin que eso significara dejar a su familia, pues pese a que no eran las mejores personas los amaba y le habían dado todo lo que tenía.

Así que cuando se entero de que Aaron había entregado a su hijo para saldar deudas, se indignó tanto que decidió involucrarse y fue entonces cuando lo vio y quedo profundamente flechado, de inmediato y como el niño caprichoso que había sido varios años atrás, le exigió a su padre que lo dejara su cuidado.

Su padre ni siquiera preguntó o le reclamo, simplemente asintió y con una simple mirada de sus azulados ojos fríos le ordeno que lo llevara hasta su casa. Probablemente Dominic Tomlinson hubiese usado al pequeño para alguna tarea domestica o lo iniciaría para que vendiese drogas y fuese su distribuidor tal vez en su colegio y zonas más juveniles, pero claramente el ojiverde no era alguien esencial o si quiera importante para Dominic, a él solo le importaba saldar la deuda.

Como decía anteriormente el debería sentirse mal, pero no lo hacia, claramente no sentía ni una pizca de remordimiento mientras veía como aquellos rizos brincaban de un lado al otro mientras su dueño mantenía sus ojos cerrados y respiraba erráticamente al ritmo que marcaba con sus caderas mientras montaba su polla con entusiasmo. Su tierno y escuálido cuerpo estaba lleno de sudor, su piel blanca y completamente suave parecía un mapa trazado por el mismo lleno de chupones y mordidas.

- Ne-necesito un momento - Mencionó el menor algo agitado sosteniéndose de su pecho y bajando el ritmo.

- Esta bien bonito - Louis beso su nariz y sus pómulos con suavidad - Felices 16 bebé, que forma de empezar tu cumpleaños -

Su corazón se agitó al escuchar la risita de su pequeño, quien giro su cabeza hacia donde el reloj se encontraba, comprobó que las 12:02 se marcaba, oficialmente era primero de febrero, un nuevo año de vida y nueve meses viviendo bajo el mismo techo con el mayor.

Sus ojos verdes recorrieron con devoción todo el cuerpo del ojiazul quien yacía acostado entre sus revoltosas sabanas blancas, esperando a que se repusiera, con su clásica sonrisa coqueta y su barba de unas semanas que lo volvía loco, era tan caliente. De inmediato inicio de nuevo el vaivén de sus caderas, pese a que sus muslos ardían por el esfuerzo que estaba haciendo, estaba determinado a hacer terminar al castaño mientras el estaba a cargo de todo. No podía evitarlo, se sentía un poco mandón esa noche y aprovechando su cumpleaños sabia que Louis cumpliría todos sus caprichos.