One Shots {Larry Stylinson}

14. "Treasure"

- ¡Estoy cansado de todo esto Lou! - Harry se acurruco contra el pecho del mayor sollozando mientras los golpes en su puerta cada vez se hacían mas fuertes.

Sabían que les quedaban contados días antes de que tuvieran que irse de aquel país, no tenían papeles ni nadie que loa recibiera en algún lugar.

Tan solo eran dos jóvenes de 24 y 27 locamente enamorados que habían huido de sus casas y de su país en busca de la felicidad juntos, nunca fueron aceptados por sus padres y solo les basto tener unos cuantos ahorros (los suficientes por supuesto) para irse y empezar a construir su vida como una pareja independiente y feliz.

Claramente no habían provisto el hecho de que serían expulsados tan solo unos meses después de haber establecido poco a poco su vida, su país de origen había entrado en guerra con el que ahora residían y por obvias razones ya no eran aceptados allí.

Habían sido pacientes con ellos, y por fortuna no sufrieron ningún daño de aquellos que ejercían la justicia.

- Sabes que no puedo hacer nada para mantenerlos aquí, sera peor si los descubren - Richard el dueño del edificio en donde estaba su apartamento los miro apesadumbrado. De nuevo habían venido a hacer una revisión y esta vez habían estado muy cerca de descubrirlos.

Se había encariñado con los muchachos desde que habían llegado, los consideraba sus hijos y cientos de veces les había brindado una mano cuando pasaban por situaciones difíciles. Pero esto se salía de sus manos, nada de lo que dijera o hiciera causaría la paz en ambas naciones, o para no ir mas allá y ser tan soñadores, haría que dejasen a esos inocentes chicos se quedaran allí, en donde no causaban daño alguno.

Al hombre le rompió el corazón ver a Harry abrazado detrás del ojiazul, con la mirada enlagunada y llena de temor. Louis entrelazaba su mano a este brindándole toda la fuerza que el pequeño había perdido en cuanto veía las noticias y presenciaba todo lo que le hacían a los que no eran originarios de aquel país.

- Ya estamos empacando todo, mañana temprano buscaremos a donde ir - El ojiazul se notaba devastado, sus ojeras delataban el cansancio y las noches que pasaba en vela buscando una solución.

- Lo siento mucho chicos - Ambos asistieron, sabían que Richard no tenía la culpa de nada, por el contrario se había arriesgado bastante al tenerlos allí por tanto tiempo.

- Tienes que dormir un poco - Murmuró el menor frotando su fría nariz contra el cuello del ojiazul.

- Estoy bien cielo - Trató de sonreír para su pequeño, no podía derrumbarse cuando todo a su alrededor ya estaba hecho pedazos.

En cuanto sintió la respiración pausada de su novio, dejo que las lágrimas silenciosas cayeran de sus ojos. Era injusto que antes habían tenido que huir por el rechazo y ahora una guerra de personas intolerantes los sacaba de donde habían pensado seria su hogar.

Acaricio los bellos rizos de su novio, mientras luchaba por no hacer ruido y despertarlo. Esa no era la vida que quería darle a Harry, había soñado tener una gran casa, con una gran vista hacia algún parque, en donde pudieran tener mucho espacio para los bebes que tal vez vendrían en el camino, también había imaginado tener un buen empleo que les permitiera viajar y hacer todo lo que siempre soñaban cuando eran mas jóvenes. Quería darle a su ojiverde todo lo que quisiera, cualquier caprichos que se lo antojase, quería darle todo y mucho mas.

Lamentablemente en la realidad, vivían en un pequeño apartamento en arriendo con espacio suficiente para ambos, su trabajo no lo enorgullecía, era el asistente en una empresa que estaba seguro pronto iba a quebrar y el sueldo era tan patético como ese horrible trabajo.  Harry enseñaba a niños de preescolar, pero su salario tampoco era muy bueno. Vivían con lo necesario y el dinero no les daba para darse lujos o regalos.