32: ¡Con mi bebé no!

6.5K 559 10
                                    

*Al otro día*

-Okay, ahora estamos en la ciudad en ruinas, luego viene el desierto y...

-La isla- dijo Finnick.

-Correcto, el plan que les dije ayer es el que realizaremos, todo tiene que ser muy rápido, el tiempo es oro- todos asentimos, Peeta no muy de acuerdo pero no lo dio a entender.

-Entonces, solo nos queda esperar y alimentarnos que las tripas ya me suena- dijo Johanna caminando al bolso que había echo Beetee, saco dos panecillos y me tiro uno a mí y el otro se lo comió ella- Necesitas tener fuerza- dijo una vez trago, asentí y lo comí, Peeta sobo mi espalda y mi cadera, tocando con sus yemas mi barriga, le mire y el beso mi mejilla.

Todo el día estuvimos preparando todo para el momento, los nervios de que el plan fallara y murieramos todos me carcomian la cabeza, Peeta estaba muy serio y no me soltaba para nada, Finnick y Johanna ayudaron a Beetee, desde la muerte de Wiress estaba más...algo shockeado y no lo culpo pues yo quede igual con la muerte de Noha y el cuerpo destrozado de Thomas.

-Lime, vamos a hablar un momento- dijo Peeta alejándome un par de metros del grupo.

-Dime, Peeta.

-Tenemos que dejarlos, hoy, mientras ellos esten haciendo el plan nosotros nos vamos.

-Peeta...- el tomo mis manos entre las suyas y las beso.

-No quiero que te pase nada, y se que cuando el plan termine va a ver un segundo baño de sangre entre nosotros, no me arriesgare a que tu y nuestro bebé les pase algo- le mire a sus ojos y asentí tragando duro.

-Tu dime cuando nos vamos- el asintió y me abrazó fuerte y a la vez delicado.

-Tu saldras de aquí, yo me encargaré de ello- negué llorando.

-No quiero que mueras- el sonrió.

-No pienses en eso, linda, no pienses en ello- dijo acariciando mis mejillas y besando mi coronilla mientras yo me abrazaba fuerte de su torzo.

-Chicos, vamos, pronto cambiará!- dijo Johanna haciéndonos señas, asentimos, nos tomamos de la mano y caminamos donde ellos.

-Todos entendieron todo?, ninguna duda?- todos negamos- Perfecto, solo falta que cambie y tenemos que hacerlo lo más rápido que podamos.

Esperamos un rato y vimos como de ha poco el paraje cambiaba como si fuera un simple holograma, pronto estabamos tirados en el caluroso piso de la jungla, Peeta me ayudo a levantar y no me solto de la mano en todo el camino, cada uno con sus armas en la otra mano por si nos atacaban por sorpresa.

El cielo ya estaba oscureciendo, y Beetee enrollaba el cable por todo el árbol, el maldito árbol era el mismo que en la arena de los 75 juegos del hambre, el que dictaba las 12 de medianoche, no los 12 distritos como decía o Liana o Nicolá.

-Okay, esto esta listo, ahora viene su parte- todos nos miramos.

-Habla de una vez, Beetee.

-Johanna y Peeta irán a colocar el cable al agua, Lime, Finnick, quédense conmigo- mire a Peeta y este nego.

-Yo no voy si Lime no va conmigo- todos lo miraron y Johanna hablo.

-Nos quieren traicionar, Peeta?- Peeta se coloco nervioso, lo note por el movimiento de su garganta.

-No...- dijo con la voz ronca.

-Bien, pues vamos, enseguida volvemos- dijo tomando el rollo y caminando, Peeta me miro y me beso, un beso tierno y con amor.

-Cuidate, nos vemos a medianoche- asentí y el partió el rumbo donde Johanna, me le quede viendo.

-Finnick, ayudame con esto- dijo Beetee enrollando el cable en una lanza, los mire extrañada.

-Qué hacen?- dije caminando hacía ellos.

-Vamos, apurate!- dijo Beetee hacía la lanza, un desgarrador grito resonó, me gire con la boca abierta, un cañonazo.

-PEETA!- corrí sin importar los gritos de Finnick y Beetee, corrí y corrí hasta llegar a una escena no muy agradable, Enobaria encima de Seeder, Seeder con los ojos abiertos y una hilera de sangre saliendo por su boca con un cuchillo en el pecho.

-No...- esa chica era amiga de Haymitch, la rabia inundó mi cuerpo al ver como Enobaria reía y limpiaba su cuchillo manchando su mono con sangre de Seeder, tome el machete y corrí donde Enobaria- DESGRACIADA!.

-ZORRA!- dimos un par de vueltas por la tierra forcejeando con los cuchillos, ella se coloca sobre mi y me sonríe victoriosa- Aw, parece que la niñita mimada no sabe pelear, sera por...- bajo el cuchillo hasta mi barriga- Su estado?- dijo enterrando levemente el cuchillo en mi barriga, grite tratando de quitarla de encima- Veamos si es verdad- elevo el cuchillo con la intención de acuchillar mi barriga.

-NO!- grite y me liberé de su resistencia y desvié el cuchilll enterrandolo en su pecho reiteradas veces- CON MI BEBÉ NO!- dije llorando mientras me sacaba el cuerpo, aun vivo, de Enobaria, ella miraba impresionada su pecho y luego a mí, tocio y un escupitajo de sangre salió de su boca para luego sentir como el cañonazo sonaba.

Me sente en el piso mientras lloraba y tiraba mi cabello.

-No más...no más muertes! NO MÁS!- grité levantandome y pateando un arbol.

Sentí un fuerte estallido, me gire a tiempo para ver un rayo caer en el árbol, tape mi boca al ver como el "cielo" comenzaba a destrozarse y maquinas caían de el, sentí como un cuerpo se lanzo contra mí y me cubrió, grite tratando de quitarmelo de encima.

Veía caer a mi alrededor pedazos de metal, fuego y más cosas que no lograba identificar, sentía los gritos desgarradores de que estaba encima mío, me quede quieta intentando proteger mi barriga cuando siento como algo rompe el sonido del aire, miro por el hueco del cuello del chico y veo un aerodeslizador, seguro estoy muerta, Peeta...es lo único que pienso y en mi bebé, el aerodeslizador nos coje a los dos pero en mitad de camino el muchacho cae de la garra metálica, yo solo me dejo llevar, el cansancio me agota y no puedo hacer nada más que llorar mientras protejo mi barriga.

UNA HISTORIA DIFERENTE.➹Peeta Mellark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora