41: Lime...

5.2K 502 24
                                    

Despierto en una camilla de metal, amarrada como de costumbre, me retuerzo algo mareada.

Unos medicos entran y mejoran las amarras de mis manos y piernas.

-¡DEJENME! - grito, asustada mientras el mareo se va de mí.

La pesadilla empieza, el doctor me abre la barriga con un extraño objeto, grito dañando mis cuerdas vocales, el hombre, como si la abertura no fuera suficiente, la abre con sus manos haciéndome sentir como mi piel se rompe.

-Finnick...- susurro con voz ronca mientras puntos negros empañan mi vista.

Todo queda en silencio, miro a todos lados hasta que una voz siniestra me dice "Peeta Mellark a matado a tu bebé".

-Tob...¡MI BEBÉ!- grito con dolor mientras siento como mi corte arde al gritar.

Peeta.

Veo a Lime a través de la pantalla en la que Snow me la muestra.

-Eso- dice apuntando a Lime- ha sido su culpa, señor Mellark, culpa por los sucesos provocados- tengo que sostenerme de la mesa para no caer, mataron a mi hijo, Snow a matado a mi primer hijo.

-Yo solo trataba de proteger a mi hermano y a Lime- digo con furia y dolor.

-Lo que más amamos es lo que nos destruye, señor Mellark. Ahora, ¿cree que no me he dado cuenta de que los rebeldes estan aquí en el Capitolio?- Snow sonríe y ordena que corten.

-¡NO, PRESIDENTE SNOW. ESPERE!- la pantalla queda en negro y al girarme veo a todos tan conmovidos por la escena de Lime que lágrimas corren por sus mejillas.

Corro hacia la sala de los colibríes donde Johanna ya está tallando otra figurita en un trozo nuevo de madera.

Se voltea a verme y me ofrece un cuchillo y un trozo de madera, los acepto y nos quedamos en silencio mientras tallamos figuras en la madera.

Lime y Delly, no me imagino un mundo donde Lime y Delly no estén. Ahora Delly corre peligro en el Capitolio, Snow la puede capturar y definitivamente las habré perdido a ambas. Mi hijo es un dolor que llevaré en mi corazón hasta que éste deje de latir, y su muerte sucedió por mi culpa, por mis actos.

-¿Cuándo supiste que estabas enamorada de Finnick?- pregunto, dejando la figurita de lado y mirandola de lado. Johanna me observa con ojos dolidos y responde.

-En el vasallaje, antes me había negado a la existencia de cariño por mi parte hacia él, pero...cuando lo vi no lo soporté y los sentimientos aparecieron casi sin darme cuenta- me sorprende su confesión, no pensé que me respondiera tan abiertamente pero ciertamente todos hemos cambiado en éste último tiempo. Todos.

Debe ser de mañana cuando Haymitch entra en la sala y nos dice.

-Han vuelto. Nos reclaman en el hospital.

Finnick.

Despierto adolorido en una camilla, me altero al ver cables en mis brazos pero varias manos me detienen y me tranquilizan.

-Tranquilo, estás bien, estás en el distrito 13, ya no corres peligro- lo miro cauteloso.

-Lime, ¿dónde está ella?.

-Están tratandola- dice una chica.

-Quiero verla.

-Todavía no, necesitamos curarte y a ella igual.

Lime.

Estoy mareada, siento como cosen el gran y sangrante corte de mi vientre, mi cabeza no aguanta más del dolor y me desmayo.

Vuelvo a despertar al sentir más ajetreo, me siento en la camilla e instintivamente levanto la camisa que traigo y veo un gran parche cubriendo todo mi abdomen doliente, mi barriga sigue algo abultada y las lágrimas no tardan en salir al sentirme totalmente hueca. Los medicos me explican que estamos en el 13 y curan las heridas de mi cuerpo.

La puerta se abre y no me volteo a ver quién es, solo sigo con los ojos las luces que me indican, los médicos miran detrás de mí por lo que yo me giro y lo veo.

-Lime...- lo miro incrédula y después con repugnancia y odio.

Me bajo de la camilla y aparto a los medicos de un empujón para luego tirarme sobre Peeta, aporrearlo contra una vidriera y tirarlo al piso mientras le ahorco.

-¡MATASTE A MI HIJO, LO HAS MATADO. ME LO ARREBATASTE. MERECES LA MUERTE!.

Y de la nada caigo desmayada a un costado de Peeta.

Finnick.

Están curando mis heridas de las manos cuando siento la voz mandona de la mujer que mató a Mags e intento matar a Lime pidiendo que todos salieran, todos la obedecieron y salieron.

-Finnick...- dice abrazandome de frente.

La separo de mi rápido mientras tiro un puñetazo a su rostro y uno a su abdomen, ella escupe un poco de sangre mientras yo sigo golpeándola.

-¡MATASTE A MAGS, TÚ LA MATASTE, INTENTASTE MATAR A MI NOVIA Y A MI HIJO!- luego de sentir un pinchazo pierdo la conciencia.

UNA HISTORIA DIFERENTE.➹Peeta Mellark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora