Peeta.
Voy caminando hacia mi habitación, el compartimiento 307. Al llegar me tumbo en la cama y suspiro mientras cierro los ojos.
-Oh...ya llegaste- levanto la vista y veo a Johanna Mason. Ella, Beetee y yo fuimos los rescatados, Finnick y Lime no.
-Hola, Johanna- ella toma asiento a mi lado.
-¿Qué tal el paseo por tu distrito?- suspiro y niego.
-Horrible, quedó tal como dicen, en cenizas. Habían calaveras y cuerpos por todas partes- Johanna hace una mueca.
-Lo lamento, Peeta- apoya una mano en mi hombro.
-Y yo- en ése momento Delly entra en el compartimiento y nos hace una seña para que la sigamos.
-Vengan, los quieren a los dos en la sala de mando- confundidos nos levantamos y le seguimos.
-¿Te han dicho algo?- pregunta Johanna a mi lado.
-No, solo que teníamos que ir.
No hablamos más hasta llegar a la sala de mando, seguro es otra reunión sinsajista.
Al llegar veo a todos reunidos frente a la pantalla, nadie nota nuestra prescencia salvo Ravenel, que me hace señas rápidas. Camino hacia ella y siento humor al ver al eterno presentador de los Juegos del Hambre, Caesar Flickerman, la cámara deja de enfocarlo y enfoca a otra persona.
Un ruido parecido a un gruñido desesperado al estar bajo el agua y te está faltando el oxígeno brota de mi garganta. Aparto a la gente a empujones y me coloco frente a su imagen.
Luce radiante, no noto ningún signo de tortura en sus ojos, se ve sana y está sonriendo mientras toca su barriga abultada.
Nuestro bebé está vivo.
-Lime, bienvenida- saluda Caesar, sonriendo. Lime ríe y le mira de costado.
-A que no esperabas volver a entrevistarme- su voz suena normal, con humor.
-Bueno, éste vasallaje era algo inesperado al igual que su resultado- Lime asiente.
-Sí, fue algo inesperado- concuerda.
-¿Por qué no nos hablas de la última noche?- Lime se acomoda en el asiento.
-Claro. Esa noche fue muy confusa, solo imagina estar encerrado junto a asesinos sedienos de tu sangre, un nuevo páramo y amenaza cada hora, eso nos tenía locos a todos- Caesar asiente- Yo quería proteger a mi hijo- dice, acariciando su barriga. Es un niño. Siento como alguien aprieta mi hombro- Y a Peeta, dos personas a las que quieres salvar con un montón de asesinos rodeandote, incluida yo. Ir a los Juegos y ganarlos es algo muy caro- Caesar suspira.
-Te cuesta la vida- Lime niega..
-Mucho más que eso, matar a gente inocente te cuesta todo lo que eres.
-Todo lo que eres- repite Caesar, despacio. Lime ahora está seria.
-Ésa noche tenía un deseo, escapar con Peeta y deshacerme de la alianza que él encontraba una farsa, pero cuando estabamos a mitad del plan me di cuenta de que no podríamos deshacernos fácilmente, y no lo lograríamos sin dar a entender de que ya no queríamos ser sus aliados, ahí fue cuando le perdí- dice con angustia.
-Cuando te quedaste en el árbol con Beetee y Finnick- Lime asiente, mi mano cae a un costado mío, respiro muy despacio.-Esa noche vi morir a Seeder en manos de Enobaria, la maté, sentí como Peeta gritó mi nombre- y yo como tú gritabas el mío- Vi el campo de fuerza estallar, el chico del 6 me salvo de morir aplastada por las maquinas que caían, eso fue, ésa fue la última noche.
-Pero...sabes que Peeta fue quien voló el campo de fuerza, has visto las imágenes.
-¡Él no quería hacerlo!- exclama- ¡Nadie lo quería hacer!.
-Entiendo, pero se ve sospechoso que Peeta haya arrojado esa lanza con el alambre de Beetee...- Lime se levanta y se afirma del reposa brazos de Caesar mientras le mira furiosa.
-¿Tambien era parte del plan que Johanna estuviera a punto de matar a Peeta con el golpe que le dio en la cabeza? No sabía nada, lo único que intentabamos hacer por sobre todo era protegernos, ¡solo eso!- exclama, alterada. Caesar la hace tomar asiento nuevamente.
-Bien, Lime, tranquila- ella suspira tomando el puente de su nariz- ¿Hay algo que quieras decirle a todo Panem?- ella le mira y asiente acomodándose.
-Basta de rebelión- todos en la sala comenzaron a exclamar cosas como "traidora" o "mentirosa" o "enemiga". -Ya casi nos extinguimos una vez por el mismo motivo, no lo hagamos otra vez más- pide.
-¿Estás pidiendo un alto al fuego? - ella asiente mirado directo a la cámara.
-Sí, estoy pidiendo un alto al fuego.
-Muy bien, gracias Lime, seguiremos con nuestra programación habitual- el himno del Capitolio suena y se corta la transmisión.
Todos esperan mi reacción pero lo único que logro decir es:
-Estás viva.
Lime.
Lloro de vuelta en mi celda, Finnick al verme se acerca por la reja y me llena de preguntas a lo que niego.
-Tuve que mentir delante de todo Panem, Finnick, me amenazaron con matar a mi hijo- Finnick gruñe y golpea la reja provocando un susto de mi parte.
-No es tu culpa, Lime, lo hiciste por tu hijo, tranquila- niego mientras me siento en el rincón junto a la reja.
-Pedí un alto al fuego- Finnick deja de golpear la reja y me mira.
-¿Lo hiciste por ti, o porque te lo ordenaron?- levanto la vista y le miro llorando.
-Me amenazaron, Caesar me dio un papel y me hizo aprender todo lo que debía decir, como pedir el alto al fuego y todo eso, lo hice por mi hijo, sino lo hacía le matarían- confieso, Finnick se agacha a mi lado y pasa su mano por la reja palmeando mi espalda.
-Tranquila, lo hiciste por alguien a quien amas. Yo también lo haría, tranquila.
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UNA HISTORIA DIFERENTE.➹Peeta Mellark.
FanfictionA sus dieciséis años, Lime Fayolle se ve involucrada en el sádico juego anual sustentado por el Capitolio, nada más ni menos que Los Juegos del Hambre, un lugar donde todo está permitido. La Arena que los vigilantes han preparado exclusivamente para...