35: Estás viva.

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Peeta.

Voy caminando hacia mi habitación, el compartimiento 307. Al llegar me tumbo en la cama y suspiro mientras cierro los ojos.

-Oh...ya llegaste- levanto la vista y veo a Johanna Mason. Ella, Beetee y yo fuimos los rescatados, Finnick y Lime no.

-Hola, Johanna- ella toma asiento a mi lado.

-¿Qué tal el paseo por tu distrito?- suspiro y niego.

-Horrible, quedó tal como dicen, en cenizas. Habían calaveras y cuerpos por todas partes- Johanna hace una mueca.

-Lo lamento, Peeta- apoya una mano en mi hombro.

-Y yo- en ése momento Delly entra en el compartimiento y nos hace una seña para que la sigamos.

-Vengan, los quieren a los dos en la sala de mando- confundidos nos levantamos y le seguimos.

-¿Te han dicho algo?- pregunta Johanna a mi lado.

-No, solo que teníamos que ir.

No hablamos más hasta llegar a la sala de mando, seguro es otra reunión sinsajista.

Al llegar veo a todos reunidos frente a la pantalla, nadie nota nuestra prescencia salvo Ravenel, que me hace señas rápidas. Camino hacia ella y siento humor al ver al eterno presentador de los Juegos del Hambre, Caesar Flickerman, la cámara deja de enfocarlo y enfoca a otra persona.

Un ruido parecido a un gruñido desesperado al estar bajo el agua y te está faltando el oxígeno brota de mi garganta. Aparto a la gente a empujones y me coloco frente a su imagen.

Luce radiante, no noto ningún signo de tortura en sus ojos, se ve sana y está sonriendo mientras toca su barriga abultada.

Nuestro bebé está vivo.

-Lime, bienvenida- saluda Caesar, sonriendo. Lime ríe y le mira de costado.

-A que no esperabas volver a entrevistarme- su voz suena normal, con humor.

-Bueno, éste vasallaje era algo inesperado al igual que su resultado- Lime asiente.

-Sí, fue algo inesperado- concuerda.

-¿Por qué no nos hablas de la última noche?- Lime se acomoda en el asiento.

-Claro. Esa noche fue muy confusa, solo imagina estar encerrado junto a asesinos sedienos de tu sangre, un nuevo páramo y amenaza cada hora, eso nos tenía locos a todos- Caesar asiente- Yo quería proteger a mi hijo- dice, acariciando su barriga. Es un niño. Siento como alguien aprieta mi hombro- Y a Peeta, dos personas a las que quieres salvar con un montón de asesinos rodeandote, incluida yo. Ir a los Juegos y ganarlos es algo muy caro- Caesar suspira.

-Te cuesta la vida- Lime niega..

-Mucho más que eso, matar a gente inocente te cuesta todo lo que eres.

-Todo lo que eres- repite Caesar, despacio. Lime ahora está seria.

-Ésa noche tenía un deseo, escapar con Peeta y deshacerme de la alianza que él encontraba una farsa, pero cuando estabamos a mitad del plan me di cuenta de que no podríamos deshacernos fácilmente, y no lo lograríamos sin dar a entender de que ya no queríamos ser sus aliados, ahí fue cuando le perdí- dice con angustia.
-Cuando te quedaste en el árbol con Beetee y Finnick- Lime asiente, mi mano cae a un costado mío, respiro muy despacio.

-Esa noche vi morir a Seeder en manos de Enobaria, la maté, sentí como Peeta gritó mi nombre- y yo como tú gritabas el mío- Vi el campo de fuerza estallar, el chico del 6 me salvo de morir aplastada por las maquinas que caían, eso fue, ésa fue la última noche.

-Pero...sabes que Peeta fue quien voló el campo de fuerza, has visto las imágenes.

-¡Él no quería hacerlo!- exclama- ¡Nadie lo quería hacer!.

-Entiendo, pero se ve sospechoso que Peeta haya arrojado esa lanza con el alambre de Beetee...- Lime se levanta y se afirma del reposa brazos de Caesar mientras le mira furiosa.

-¿Tambien era parte del plan que Johanna estuviera a punto de matar a Peeta con el golpe que le dio en la cabeza? No sabía nada, lo único que intentabamos hacer por sobre todo era protegernos, ¡solo eso!- exclama, alterada. Caesar la hace tomar asiento nuevamente.

-Bien, Lime, tranquila- ella suspira tomando el puente de su nariz- ¿Hay algo que quieras decirle a todo Panem?- ella le mira y asiente acomodándose.

-Basta de rebelión- todos en la sala comenzaron a exclamar cosas como "traidora" o "mentirosa" o "enemiga".  -Ya casi nos extinguimos una vez por el mismo motivo, no lo hagamos otra vez más- pide.

-¿Estás pidiendo un alto al fuego? - ella asiente mirado directo a la cámara.

-Sí, estoy pidiendo un alto al fuego.

-Muy bien, gracias Lime, seguiremos con nuestra programación habitual- el himno del Capitolio suena y se corta la transmisión.

Todos esperan mi reacción pero lo único que logro decir es:

-Estás viva.

Lime.

Lloro de vuelta en mi celda, Finnick al verme se acerca por la reja y me llena de preguntas a lo que niego.

-Tuve que mentir delante de todo Panem, Finnick, me amenazaron con matar a mi hijo- Finnick gruñe y golpea la reja provocando un susto de mi parte.

-No es tu culpa, Lime, lo hiciste por tu hijo, tranquila- niego mientras me siento en el rincón junto a la reja.

-Pedí un alto al fuego- Finnick deja de golpear la reja y me mira.

-¿Lo hiciste por ti, o porque te lo ordenaron?- levanto la vista y le miro llorando.

-Me amenazaron, Caesar me dio un papel y me hizo aprender todo lo que debía decir, como pedir el alto al fuego y todo eso, lo hice por mi hijo, sino lo hacía le matarían- confieso, Finnick se agacha a mi lado y pasa su mano por la reja palmeando mi espalda.

-Tranquila, lo hiciste por alguien a quien amas. Yo también lo haría, tranquila.

UNA HISTORIA DIFERENTE.➹Peeta Mellark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora