Capitulo 7

2.4K 105 3
                                    



—No deberías molestarte, Hal, solo quise pagar yo ¿Qué hay de malo en eso? —su mano era tan suave y cálida sobre mi brazo, estaba segura que podía sentir como su toque mandaba señales en mi brazo.

Concéntrate Halsey, concéntrate.

—Quería invitar yo... quería brindarle el desayunos a tus hermanos—contesté suspirando, mirándole fijamente a sus ojos.

—Ya has hecho mucho ¿No crees?—me soltó lentamente y se sentó en unos de los bancos de afuera.

— ¿Mucho? No he hecho nada Estefan—respondí exaltándome.

—No lo hagas—oí decir, solo era un pequeño susurro.

— ¿Por qué no? —insistí, sus ojos emanaban furia y tristeza.

—Porque no quiero que se llenen de mentiras, de ilusiones, que le prometas cosas, que piensen que te quedaras con ellos cuando no es así, he sido muy precavido para no hacerlo, para que sepan cómo vivimos, Halsey, no quiero que sufran mas—su cuello se había tornado rojo como el carmesí. Deje unos minutos para que se calmaran las cosas, me senté a su lado.

—Lo siento—susurre.

—Yo también lo siento, no debí...—hizo una pausa—No quiero que ellos sigan sufriendo, Hal, yo se que tu lo haces por ellos pero le estas dando algo que yo no puedo darles.

—Y lo lamento, no lo seguiré haciendo—sus ojos miraron mi cada centímetro de mi rostro, cada parte de él. Al principio pensé que me besaría pero era muy tonta por pensar eso.

— ¿Qué piensas?

—Que no he visitado un lugar—respondí— ¿Quieres verlo?

— ¿A dónde?

—Solo ven—èl me siguió, caminando íbamos a tardar un par de horas, el silencio nos acompañó durante el viaje, a veces tenía la sensación de que me iba hablar pero en eso quedó, en una sensación. Al llegar, el sudor y el cansancio estaban presentes. Estábamos frente a un bosque, los autos pasaban atrás de nosotros.

— ¿Es en serio? ¿Caminamos solo por esto?

—Así parece—contesté adentrándome. Èl de todas formas me siguió.

—Wow—expresó al ver que de tanto caminar y caminar, tropezar con las piedras en el camino y ver pájaros y mariposas pr doquier, la pequeña cascada había valido la pena— ¿Cómo encontraste esto?

—Lo encontré cuando tenía catorce, tuve una discusión con mis padres decidí irme de casa y comencé a caminar como ahorita—hice una pausa sintiendo como el viento había hecho que pequeñas gotas fuesen hacia nosotros—Es relativamente mi escondite.

—Nadie lo sabe.

—No—èl se puso enfrente de mí.

—Gracias por confiar en mí—sus labios fueron a mi frente

—Eso fue raro—hablé sintiendo calor.

—Te sonrojaste—dijo èl, correspondiendo a mi sonrisa.

—Calla—dije lentamente, èl y yo reímos, èl comenzó a caminar alrededor, yo decidí sentarme en unos de los tantos arboles que nos rodeaba y mirarlo como lo había hecho aquella chica, descaradamente.

—Esto es increíble—hablo emocionado, sentándose a mi lado—Es tan silencioso—mis ojos comenzaron a cerrarse, hasta que todo se volvió oscuro.

Un zumbido, dos, tres me despiertan, sobresaltándome, todo está oscuro excepto por la luna que estaba encima de nosotros. Estefan esta acostado a un lado.

Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora