Capitulo 146

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El sonido de la alarma me sobresaltó, la mitad del cuerpo de Estefan estaba sobre mí y me sentí bien al verlo ahí. 

Estire el brazo hacia la mesa y apague el teléfono.

—Amor, despierta—él se removió un poco—Amor...

— ¿Qué sucede? —susurró, abriendo un ojo.

—Hora de irnos—susurre, a regañadientes se levantó y me miró.

—Debo ser paciente... solo hasta que te gradúes—dijo estirándose, nos duchamos y nos apresuramos al salir, la facultad estaba vacía y no había amanecido aun.

Llegamos unos minutos más tempranos de lo que esperaba, mi madre aun seguía dormida.

—Entro tarde hoy—dijo Estefan acostándose en mi cama, yo había entrado a mi habitación quitándome la ropa.

—Por eso me pediste que me quedara—susurre sonriéndole, quería quedarme ahí con él.

Busque algo demasiado cómodo para ir a la escuela, arregle un poco mi cabello y desperté a Estefan.

— ¿Puedo llevarte? —dijo a penas abriendo sus ojos, sonreí a eso.

— ¿No llegaras tarde?

—Aun es temprano, amor—susurró viendo el teléfono.

—No me odies luego.

—No podría hacerlo.

Al llegar a la escuela algunas voltearon a verlo y me sentí muy afortunada de no ser ellas, me bajé y me puse frente a él.

—Detesto despedirme de ti—susurró pasando su mano por mi mejilla.

—Ya pasara—tenia que decirlo muchas veces, así se me haría corto, así podría creérmelo—Solo es cuestión de no pensarlo demasiado.

—Suerte en tu prueba—dijo cuando acorte la distancia que nos separaba, sus manos se ubicaron en mi cintura, quemándome.

—Suerte en tus entrenamientos y también en las pruebas—la campana sonó, pude sentir su cuerpo tensarse.

—Procuremos que sean solos días y no semanas—dijo—No soporto no verte, yo vendré siempre que pueda, lo prometo.

Lo bese—Te quiero, novio—él me devolvió el beso.

—Te quiero aun mas, novia—me dio un último beso y se fue, salí corriendo a clases, llegue primero que el profesor a mi suerte. Al me miró nerviosa.

—Tía me dijo que estabas con Estefan—dijo ella refiriéndose a mi madre.

—No sé si fue buena idea—susurre al ver que el profesor llegaba y ponía su maletín sobre la mesa—Lo extraño aun mas.

—Templa, que luego no querrán pasar tiempo juntos—dijo ella a la vez que el profesor entregaba las hojas—Suerte, bebe

—Igual, bae—susurre sacando mis cosas, los nervios me estaban consumiendo.




Me di cuenta que el otro cap era muy corto así que les dejo dos.

¡MUCHOS BESOS!

Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora