Capitulo 52

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—Hal, Hal...—me levantan, miro alrededor y veo a Phonnie parada frente a mí. Estefan dormía.

— ¿Qué paso, princesa? —pregunto viendo que aun es de noche.

—No puedo dormir, Hal—susurra y noto las lagrimas sobre sus mejillas, me senté y la tome de la mano.

—Ven—me levante de la cama y la lleve afuera, todo estaba oscuro y tuve que cargarla por el temor de que se cayera de las escaleras, baje a la cocina y la senté en el desayunador, prendí las luces y busque la leche y unas galletas.

— ¿Por qué mi princesita favorita esta llorando? —pregunto sentándome frente a ella, ella cogió una galleta.

—Tuve un feo sueño—dijo entre mordiscos y llanto silencioso—Era de papá y mamá.

— ¿De qué trataba, cielo?

—Papá le pegaba a mamá...—mastico y tomo leche—Hermano estaba tirado en el suelo y no despertaba...—sollozo por un momento, yo puse mis manos en sus piernitas que colgaban para darle un poco de apoyo—Tenía miedo.

—Ya paso, Phon—pase mis manos por su rostro húmedo—Fue solo un feo sueño, una pesadilla—la mire—Tus hermanitos están arriba, tu estas aquí.

—Y tú también—dijo sonriendo con sus dientes llenos de galleta, las dos reímos.

— ¿Qué hacen?

— ¡Hermano, me asustaste! —Phonnie se sobresalto, realmente se había asustado.

—Lo siento, hermanita bonita—se acerco a ella y su rostro cambio, la preocupación se hizo presente— ¿Qué sucede?

—Una pesadilla—respondo sonriendo.

— ¿Otro mal sueño? —frunció el ceño.

—Sí, hermano y no despertabas...

— ¿Yo no despertar? —se asombro— ¡Eso es una abominación! Si no me despierto no puedo ver a esta hermosa princesa—dijo besando a su hermanita.

— ¿Y Hal?

—Ella no—respondió sacándome la lengua.

—Recuerda, hermano, Hal también es una princesa—me tomo de la mano.

—No escuches a tu hermano, Phon—le di la espalda, él beso mi hombro.

—Solo porque la princesa mayor lo dice—Phonnie bostezo— ¿Tienes sueño?

—No quiero dormir—susurro tomándose el vaso de leche.

— ¿Quieres dormir con nosotros? —pregunto y ella no tarda en asentir.

Lavamos los vasos y nos fuimos a nuestra habitación, Phonnie se acostó en el medio de nosotros, sus manitos sujetaban mi mano y la de Estefan.

— ¿Hermano?

—Phon...

— ¿Te vas a casar con Hal? —la pregunta me desconcertó, y Estefan me miro.

—No lo sé, ¿Quieres que me case con ella? —pregunto sin quitar sus ojos de los míos.

—Siiiiiiii—respondió emocionada—Así ella viviría con nosotros y me llevara al parque y jugara conmigo y me cuidara cuando tuviese un feo sueño—susurro volviendo a bostezar.

— ¿Realmente te gustaría?

—Si—respondió somnolienta. Unos minutos más tarde Phonnie dormía entre los dos, Estefan intercalaba su mirada entre la de Phon y la mía.

—Lo que soñó fue real—susurro Estefan echando hacia atrás el cabello de Phonnie que se había tornado de amarillo.

— ¿En serio?

—Solo que sucedió cuando era más pequeña, él que intentaba despertarme era Anthony, mi padre había llegado ebrio de la calle y mi madre le reclamaba de que estaba cansada de vivir esa miseria, se volvió paranoico como siempre sucedía cuando tomaba y le pego, me metí y me empujo y caí golpeando mi cabeza con una mesa que teníamos antes, Anthony intentaba despertarme al final entraron en razón y se dieron cuenta que estaba medio muerto en el suelo y me llevaron al médico—sus palabras estaban siendo arrastradas y susurradas, la conmoción se estaba apoderando de mi.

—Estefan...

—Una miserable vida—respondió arrugando su nariz como si lo que hubiese dicho hace minutos no tenía importancia alguna.

—No sé si... sonara muy mezquino de mi parte, pero lo que le sucedió a tu padre no sé si hubiese sido lo mejor—susurro.

—Estamos un poco más tranquilos desde que se fue—asiente—A veces... lo extraño pero entro en razón y realmente no lo hago.

Lo mire y quería besarlo.

—Llevare a la niña a su habitación—dije escapándome de mis pensamientos. Cargue a Phon sin dificultad, ella se movió entre mis brazos pero siguió durmiendo, la deje en la cama donde dormía Anthony tranquilamente, dejando el espacio para Phonnie. Regrese a la habitación y Estefan tenía sus manos en su cuello.

—Ahora que lo pienso, yo no me hubiese arriesgado contigo—susurro—Si mi padre hubiese estado vivo, ni siquiera te hubiese mirado.

— ¿Por qué? —pregunte sentándome a su lado, su mano fue directo a mi pierna desnuda, mandando escalofrió, sin ayudar a mis pensamientos.

—Porque no hubiese querido que lo conocieras—admitió—Nadie merece ver esa parte de mi vida.

—Gracias a eso, eres lo que eres hoy—susurre tomando su mano entre las mías.

—Supongo que si... —lo pensó—Quiero ser mejor para mis hermanos, para mi madre aunque a veces no se lo merezca, para mí, y absolutamente para mí.

—Para mí ya lo eres—las palabras salieron de mi boca.

—Quiero ser más—me acerque a él y lo bese.   






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¡HEEEEEEEEEEEEY, CARIÑOS MÍOS! 


JCISOSOMSIMDOIMSDMOS que ya somos 1.1k, madre de Dios. 

INFINITAMENTE GRACIAS, A CADA UNO DE USTEDES POR TOMARSE EL TIEMPO DE LEER Y VOTAR POR MI HISTORIA, REALMENTE NO SABEN LO FELIZ QUE ME HACEN.

AUNQUE NO LO CONOZCA LOS QUIERO POR HACERME FELIZ CADA VEZ QUE VEO QUE LEEN MI HISTORIA.

NOS VEMOS EL FIN DE SEMANA, CARIÑOS MÍOS. 

1.1K DE GRACIAAAAAS. 


BESOS BABOSOS COMO SIEMPRE 7u7r

BYEEEEEEE

Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora