Capitulo 154

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Nos estacionamos en la entrada del restaurante, nuestra familia esperaba por nosotros.

—Deberíamos bajar—dijo al ver que no hacia ningún movimiento.

—Un minuto más—susurre respirando, estaba tan emocionada que no creía que era posible.

Bajamos luego de varios minutos, por suerte mi madre había reservado antes, afuera en la recepción habían una fila larga de personas esperando por una mesa, mi madre habló con la encargada y nos llevó a nuestro lugar, habían unido tres mesas para hacerla larga y me dio un poco de gracia ser los únicos con esa cantidad de personas, mi madre encabezaba la mesa, al lado se encontraba Gabriel, Haziele, Phonnie y luego los primos, al otro lado estaba Nani, Allie, Sebas, Estefan y yo.

Al terminar de comer la hamburguesa que tanto me antojaba, Estefan me tomó de la mano llamando mi atención, me estaba carcajeando de un chiste que había contado Gabriel y tuve que tomar aire para sacar palabra de mi boca.

— ¿Qué pasa, amor? 

—Quiero darte mi regalo de graduación—susurro echando la silla para atrás, llamando la atención de todos—Bueno, familia, nos tenemos que ir.

Me levante de la mesa un poco confundida pero mas emocionada que confundida.

—Gracias por haber venido—hable—Se que es un vuelo muy largo pero me gusta que estén aquí y que hayan podido venir en este logro no tan grande pero si, los quiero demasiado, a cada uno de ustedes, me han demostrado que no hace falta ser sangre de mi sangre para considerarlos mi familia.

—Para nosotros también eres parte de nuestra familia, hija—dijo Gabriel levantándose y dándome un abrazo.     

—Que lo disfrutes, hija—hablo mi madre dándole una sonrisa de complicidad a Estefan,  me despedí de todos para luego seguir a Estefan hacia el auto, cuando llegamos Estefan me apoyo de la puerta, besando mis labios.

—Espero que estés preparada para lo que viene—susurro sonriendo besándome de nuevo.       

 Había pasado una hora y aun no me decía hacia dónde íbamos, los nervios y el misterio me estaban carcomiendo.

— ¿Y si no me gusta?— pregunte tomándole de la mano, él la acercó a su boca para darle un mordisquito y luego besarla 

—Me lo devuelves—se estaciono a un lado de la calle.

— ¿Que haces? 

—A partir de ahora voy a taparte los ojos.

—Me pones nerviosa, Estefan—dije sonriendo, 

— ¿No confías en mi?  —dijo sacando un pañuelo negro de su americana y se inclinó a mí, no antes de plantarme un casto beso, deslizò sus brazos por mi cabeza y me puso el pañuelo.

— ¿Listo?

—No veo nada—le asegure.

—Eso es bueno.

— ¿Tu crees?

—Si, amor.   

Me sentía mucho mas nerviosa que antes, no sabia a que venia todo eso, quería ver lo que estaba sucediendo pero no podía, jugué con mis dedos unos largos minutos cuando el auto se detuvo me sentí maravillosamente.

—Hemos llegado.

— Eso me alegra—iba a quitar el pañuelo pero las manos de Estefan me detuvieron.

—Espera, pequeña saltamontes—su puerta se abrió.

— Estefan...

— Un momento— mi puerta se abrió.  

—Cuidado con la cabeza— dijo ayudándome a salir del auto, cerró la puerta  y comenzamos a caminar pasito a pasito—Hay unas escaleras...

—No me dejes caer, Estefan—dije riéndome intentando tantear el suelo con los pies.

—Mejor así...

— ¿Qué quieres decir con así? —reí otra vez a la vez que me cargaba.

— Creo que esta es la mejor manera para completar la sorpresa. 

Mi corazón no dejaba de latir con fuerza.


Imperdible amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora