Capítulo 10

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LAUREN

Era increíble como las personas se habían unido para ayudarnos a encontrar a Camila, aunque ni siquiera la conocieran. Junto a la policía, decenas de personas colgaban carteles con la foto de Camila en las calles de Milwaukee. Las que eran de otras ciudades difundían fotos de Camila por las redes sociales y en varios noticieros locales hablaban sobre eso. Era masiva la atención que todo esto estaba recibiendo, porque aunque el mundo estuviese tan jodido y dañado esto demostraba que aun existía la humanidad, la solidaridad y la empatía. Tal vez mientras esos valores permanecieran, la sociedad podría avanzar al menos un poco.

— Son sólo las chicas, mamá— grité, cuando el timbre sonó.

Ella bajó para asegurarse de que yo no salía y al ver que sólo abrí la puerta para recibir a mis amigas, y luego volví a cerrarla, subió de vuelta a su habitación. Por lo general mi mamá no era tan controladora, pero hoy me había 'castigado' y no me dejaba salir ni siquiera al frente de la casa. Decía que toda esta situación de Camila me iba a hacer enloquecer y que estaba bien que me preocupara por ella, pero también debía hacerlo por mí y mientras estuviese todo el día entre la casa de Camila y la comisaría, lo único que haría sería desgastarme.

— Te tienen como a una presa, Jauregui— comentó Dinah.

— Mamá llamó a los papas de Camila y le pidió que no me contestaran a menos de que tuviesen alguna noticia concreta de ella, ¿pueden creerlo? — Me pasé una mano por el cabello, frustrada por la situación.

—Yo los llamé e hicieron lo mismo conmigo— dijo Ally, sentándose en el sillón con Normani y Sophie a su lado.

— Es una mierda todo esto. Estoy más estresada aquí, sin poder hacer nada en la comisaría o en casa de Camila.

— Es una pena todo esto de Camila, pero sé que van a encontrarla— dijo Sophie de manera sincera, sonreí en agradecimiento y asentí levemente.

Todas subimos a mi habitación y las chicas comenzaron a arreglar las cosas para ver una película. Sophie se veía algo fuera de lugar, porque era bastante tímida, nada que ver con las chicas que eran muy extrovertidas. Además, supuse que aún no tenía la confianza suficiente como para hacer y deshacer en mi casa. Por eso cuando bajé a preparar las palomitas y a poner en platos lo que las chicas habían traído para comer, le pedí que me ayudara.

— Tu casa es muy bonita, Lauren.

— Eh, muchas gracias.

Nos quedamos en silencio mientras las palomitas explotaban en el microondas y yo empecé a servir las bebidas. Estaba camino a la escalera cuando tocaron la puerta, mis manos estaban ocupadas y tardaría mucho subiendo y bajando o llevándolos de vuelta a la cocina. Sophie venía tras de mí, así que la mejor idea era pedirle a ella que lo hiciera.

— ¿Puedes abrir? Si buscan a mamá le haces pasar, si preguntan por alguien más le dices que no están— grité antes de desaparecer por las escaleras, hacia el piso de arriba.

Las chicas ya tenían todo listo y se habían acomodado entre mi cama de dos plazas, dejando un espacio para Sophie y para mí. Bajé de nuevo a buscar las demás cosas, cuando Sophie terminaba de cerrar la puerta principal.

— ¿Quién era?

— Turistas preguntando por información— respondió ¿nerviosa? No le di mucha importancia y volví a la cocina. Ella se unió a mí unos segundos después y me ayudó a llevar las cosas arriba.

*

Después de la película, Dinah había sugerido que fuésemos a una fiesta, para que nos distrajésemos de verdad. Yo no estaba en el modo de fiesta, pero todas pensaban que podría ser una buena idea y no me apetecía quedarme en casa sola.

Fuimos recibidas por Luke y varios primos de Dinah, pero esta vez nadie me ofreció algo para tomar, porque había accedido a venir con la condición de que me dejaran en casa totalmente sobria.

Tenía que estar pendiente de mi teléfono por si había noticias de Camila, y si no, entonces iría temprano a la casa de sus padres simplemente a esperar a que algo pasara.

— Vinimos para distraernos y no quiero que te quedes ahí sentada mientras todos se divierten— me regañó Ally y sonreí para no preocuparla.

— En un rato voy a bailar.

Ella asintió, y se fue con las demás. Yo me quedé con Sophie que estaba pegada a su celular. Me acerqué a ella, quien me miró algo sorprendida.

— Vamos a bailar. — La tomé de la mano, y la llevé a donde estaban las otras parejas bailando.

Al principio eran todas canciones rápidas, y el constante movimiento de las personas hacían que me pegara a Sophie más de lo que quería, pero ninguna de las dos le dio importancia. Solo estábamos bailando, ¿no?

— Tengo sed— me dijo, y fuimos a buscar algo de tomar. Ella me tendió un vaso y supe que tenía alcohol, pero me lo tomé de todos modos. Un vaso no iba a afectarme.

*

Tocaba sus costados desesperada por tener mayor contacto, y la pegaba más a mí, como si eso fuese posible. Mi lengua entraba en su boca y jugaba con la suya, en un beso suave, húmedo, lento, mientras ella me apretaba el trasero y hacía estragos en mí.

La pegué a la pared del baño, y ella enredó sus piernas alrededor de mi cintura. Bajé mis labios hasta su cuello y comencé a besar la zona, mordiendo y pasando mi lengua por algunas partes, no me importaba dejar una marca y a ella tampoco parecía importarle. Sentir su pulso acelerado, y saber que era a causa de lo que yo estaba haciendo, me volvía loca.

Quiero ser libre, Lauren. ¿Era esa la voz de Camila en mi mente?

Mis manos ahora tocaban sus pechos, y estaba desesperada por quitarle la blusa. Necesitaba tenerla más cerca, sentir su piel contra la mía, y unos pedazos de tela me lo impedían. Cada vez que succionaba en el área de su pulso, gemía y eso solo lograba encenderme más. Llevé mis manos a su cintura y comencé a subir su blusa, hasta que ella habló.

— Lauren...— esa no era la voz de Camila. Ella no era Camila.

Desenredé las piernas de la chica de mi cintura, y prácticamente la tiré al suelo cuando salí asustada del baño. Dinah pasaba por ahí y se detuvo al verme con la cabeza entre las rodillas en medio del pasillo.

— Lauren, ¿qué pasa? ¿Es Camila? — Gritó para que yo pudiese escucharla, por lo alto de la música.

— No, no— repetí varias veces entre sollozos. Dinah se sentó a mi lado y me abrazó, mientras acariciaba mi cabello, tratando de calmarme.

Escuchamos que una puerta se abría, y vimos a Sophie salir del mismo baño de donde yo salí hace unos minutos... Mierda, ¿que había hecho? 

gone; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora