Capítulo 23

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LAUREN

Desperté, sintiéndome mareada y miré a mi alrededor, para encontrarme con las paredes blancas de la pequeña habitación en la que estaba. Después de hablar con las chicas, había tenido dolor de cabeza y me sentía débil, una enfermera vino a revisarme y al parecer mi tensión estaba baja. Me sugirieron mantenerme en observación por veinticuatro horas hasta que se normalizara, y luego de eso caí en un profundo sueño.

No sabía la hora porque no tenía ni teléfono ni reloj, las persianas de mi habitación estaban bajas y no permitían el paso de luz solar. Quería levantarme, pero el solo mover mis ojos alrededor de la habitación me hacía doler la cabeza, así que descarté la idea. En algún momento alguien entraría a revisarme y notarían que estaba despierta.

Al parecer la suerte estaba de mi lado, porque escuché como la puerta se abría y alguien caminaba hasta donde estaba mi cama. Encendió la luz y asomó su cabeza, para verificar si estaba despierta. Una cabellera castaña se hizo presente y la reconocí sin dudar.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunté, viendo como ella caminaba por toda la habitación hasta llegar a mi cama y comenzó a acariciar mi mejilla con la yema de sus dedos.

— Vine a verte.

— ¿Y eso por qué?

— Porque me preocupo por ti, Lauren. Sé que te he hecho mucho daño en las últimas semanas, pero esa nunca fue mi intención.

Se sentó en mi cama y fijó sus ojos en los míos, acarició mi mandíbula, mi mejilla, mi párpado y finalmente mi cabello.

— ¿Crees que puedes venir aquí y que yo voy a olvidar todo lo que ha pasado? — Cuestioné con amargura, retirando su mano de mi cabello.

— No es lo que pretendo, Lau... Solo quiero que me dejes explicarte.

— No quiero escuchar tus excusas, no me importan.

¿Quién se creía que era para llegar así de la nada, como si las últimas semanas nunca hubiesen existido?

— Lo siento, de verdad. Siento haberte causado tanto daño y hacerte pelear con las chicas por mi culpa, siento haberte puesto en esta situación por semanas y que hayas terminado aquí, en la cama de un hospital... En serio lo lamento y espero que algún día puedas perdonarme.

— No quiero escuchar tus excusas— repetí.

Ella se acercó a mi rostro, hasta que nuestras respiraciones se mezclaban. Pasó su pulgar por mi labio inferior, mirándome a los ojos y causando cientos de sensaciones en mí. Después de lo que pareció ser una eternidad, unió nuestros labios en un beso lento, acariciando mi mejilla y prolongando el contacto por el mayor tiempo posible. Sus labios encajaban en los míos de manera perfecta, como si fuésemos una sola. El beso era simplemente perfecto.

— ¿Sophie?

Nos separamos al escuchar una voz que podría reconocer a kilómetros.

— Camz...— murmuré, creyendo estar en medio de una fantasía.

Camila había vuelto.

— ¿Qué significa esto? — Preguntó mi prometida, cruzando los brazos a la altura de su pecho.

— Hola, Camila, ¿cómo te fue? ¿Disfrutaste tu viaje? — Le preguntó Sophie de manera inocente.

— ¿Qué significa esto? — Repitió Camila.

— ¿Aun no lo sabe? — Sophie se volteó a mirarme con una sonrisa triunfante en su rostro.

— ¿Qué debería saber, Lauren?

gone; camrenWhere stories live. Discover now