Capítulo 12

13.6K 1K 266
                                    

CAMILA
**

— ¿Estás loca? Papá no me dejaría salir con un chico mayor ni en mis sueños— le dije a Dinah. Pude escuchar como chasqueaba con la lengua a través del teléfono, tenía una idea.

— No tienes que decirle que vas a salir con un chico, Mila. Podemos planear una pijamada en mi casa y él nunca va a enterarse.

— ¿Y si me descubre?

— Eso no va a pasar, confía en mí.

La cuestión era que David, un chico dos años mayor que yo, le había dicho a Normani que quería pedirme una cita, pero le daba vergüenza. Normani al ser tan buena amiga, lo animó a hacerlo, sin embargo, habían pasado dos semanas y el aun no me había hablado siquiera. Entonces Dinah decidió tomar el asunto en sus manos y le dio mi número a David. Apenas llegué a casa, recibí un mensaje de él... después de varias horas hablando, finalmente se armó de valor y me dijo:

¿Te gustaría ir a una cita conmigo?
No... No es obligatorio que aceptes, ¿sabes? Si no quieres ir lo entenderé.
Debo parecer un idiota ahora mismo.
Lo siento... Estoy bastante nervioso, hasta por mensaje.
¿Puedes creer eso? JÁ, patético.

Me pareció tierno que estuviese nervioso por mí y todo el monólogo que había tenido en medio de su desesperación. David era atento, inteligente y estaba buenísimo. Todo lo que esperaba en un chico y sí, a mí también me gustaba bastante. Pero no podía gustarme, porque tenía que gustarme Lauren; no podía salir con él, porque tenía que salir con Lauren. Era desesperante estar en una relación forzada con alguien a quien no soportaba y era aún peor no poder explicarle a Dinah las verdaderas razones de por qué no podía salir con David.

Colgué el teléfono, subí el volumen de la música hasta el máximo y disfruté de la paz que venía cuando tenía la casa para mi sola. Empecé con las tareas que mamá me había dejado: sacar el árbol de navidad, ponerlo y adornarlo. Más que una tarea, lo hacía porque me gustaba darle algo de vida una vez al año a la sobria casa en la que vivía.

Si, faltaba solo un mes para navidad... Era increíble como el año había pasado tan rápido y más aún, como yo había soportado por tanto tiempo a Lauren. Las cosas entre ella y yo seguían igual o peores que al principio, solo que frente a nuestros padres disimulábamos y actuábamos como dos adolescentes enamoradas, cosa que nos había dado como resultado un viaje durante dos semanas a Hawái y otras dos en Los Ángeles.

Como había sido sorpresa, no pudimos lograr que las chicas nos acompañaran, y Lauren y yo estuvimos atascadas la una con la otra todo ese mes, o más bien durante un día, hasta que descubrimos que podíamos cambiar nuestra habitación doble por dos individuales y ahí sí ni nos vimos hasta el día en que tuvimos que regresar. Teníamos una 'niñera' que les pasaba reportes a nuestros padres de lo que hacíamos, pero nada que un pequeño soborno no pudiese arreglar.

En cuanto a navidad, la pasaríamos en casa con la familia de Lauren y mis tíos por parte de mamá. Para año nuevo iríamos a Aspen, donde mis padres alquilaban un bungalow y ofrecían una fiesta para todos sus amigos. Nada más emocionante que un montón de gente mayor ebria y presumiendo su dinero.

Luego de colocar el árbol en su lugar, fui hasta el ático para buscar los adornos. Normalmente solo lo llenaba de muchas luces y pocos adornos, mamá había tomado en cuenta esto y para complacerme, compró una instalación de luces de casi veinte metros. Estaba toda enredada y para facilitarme el trabajo, comencé a extenderla desde el ático hasta llegar a la sala de estar. A veces me pasaba una parte de la instalación por encima del hombro para hacerla más corta y otras la extendía por el suelo, cuando pensé que había terminado, me di cuenta de que ahora yo parecía un árbol de navidad. Me distraje tanto con la música que no me di cuenta de cuando se enredaron entre mi cuerpo.

gone; camrenWhere stories live. Discover now