→ 15. Emma |Parte uno|

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Actualización 21.11.2018


***Narra Bella***

Despedirse siempre es difícil, aunque no sea por mucho tiempo. Habíamos quedado para almorzar el día de mañana con mamá y James, para conocernos mejor.

Me despedí de ellos y cogí las llaves de la camioneta que había colgado detrás de la puerta principal, tomé mi abrigo y me dirigí a subir al pequeño ascensor del Hotel. Apreté -0 y bajé a la planta.

Se abrió la puerta del ascensor mientras daba un paso hacia delante. Con la mirada busqué la camioneta, quité la alarma, y subí con cuidado. La paciencia es un don. Aceleré poco a poco para salir del estacionamiento, mientras que por la ventana de la camioneta se veía el frío horrible que hacía, y por la sensación térmica que tenía, aún era demasiado temprano y sabía que pronto comenzaría a llover.

Apreté el volante con fuerza mientras conducía por la carretera. Giré todo el volante a la derecha y empecé a acelerar para continuar por la carretera al ritmo de Green Day. Movía la cabeza de arriba-abajo cantando y coreando mis canciones favoritas, cuando el brillo de mi móvil hizo que me bajara de la nube en la que me encontraba y aterrizara nuevamente.

Lo cogí con una mano sin detener la camioneta, por lo tanto, de reojo miraba la carretera para no arrollar a nada ni nadie.

Era un mensaje de Elena. ¿Elena? Qué extraño, jamás me mandaba SMS a no ser, que fuera importante.

Fruncí el ceño con curiosidad, pero ya faltaba poco camino para llegar al pueblo, por lo tanto, esperé pacientemente.

Una vez que entré al pueblo me sentí ansiosa y leí el mensaje. Deseaba que la fuera a ver, por lo que en vez de dirigirme a casa conduje donde Elena como me había pedido.

Me estacioné fuera de su casa, bajé y golpeé la puerta con naturalidad, mientras me balanceaba sobre mis pies. No demoró más de un minuto en abrir, recibiéndome con una sonrisa forzada.

—Entra... —se hizo a un lado para dejarme entrar. Asentí y sonreí falsamente, mientras caminaba a la principal. —Toma asiento —me pidió mientras cerraba la puerta principal.

Su expresión me llegaba a preocupar. Fruncí el ceño y me senté en el sofá.

—¿Sucede algo? —pregunté sin rodeos. —Nunca me envías mensajes, y para ser sincera, no tenía intenciones de venir —mi voz era fría y segura. No podía demostrar lo contrario.

—No... ósea, sí —suspiró pesadamente y se sentó en el sillón que daba frente a mí, cruzándose de manos con nerviosismo, mientras jugaba con sus dedos intentando no mirarme a los ojos. Algo realmente extraño sucedía.

—¿Elena?

—Stefan ha estado haciendo algunas averiguaciones como quedamos el otro día, ¿lo recuerdas? —la observé fijamente y negué con la cabeza. En realidad, mi mente ahora se encontraba en otro lado. —Sobre tu Doppelgänger —asentí, recordándolo. —Bien... el punto, es que ayer le dijeron a Stefan que la habían visto por los alrededores. Ha estado dejando alguno que otro cuerpo por ahí en el bosque y son los cuidadores quiénes los encuentran y reportan a la policía.

—Maldición... —susurré sutilmente.

—Bella..., Emma ha vuelto, y al parecer no en buenos términos.

—Alguien, ¿aparte de ustedes dos sabe qué ha vuelto? —negó con la cabeza.

—No lo creo.

Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu