Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]

→ #29; Graduation.

Holy, holy mis lectores :3

Solo escribo esto con el propósito de informarles que... este será uno de los últimos dos o un capítulo más de esta temporada. (Todo depende de ustedes, si quieren una continuación)

Así que, sin más, los dejo que disfruten el capítulo, esperando que comenten & voten mucho. 

Los quiero. ;*

...

- ... Isabella Swan. – Oí la voz del director nombrarme por el micrófono. Me acerqué dudosa al ver un montón de luces frente de mí.

Caminé en dirección al escenario, nerviosa y sentí los aplausos de las personas que se encontraban en la ceremonia.

A lo lejos, pude divisar a mamá & papá con sus respectivas parejas, ambos demostraban su alegría con una gran sonrisa.

Sé que están orgullosos de mí, como yo de ellos.

Se acercó el director con un pergamino y un gran diploma.

En ese momento me sentí orgullosa.

Una parte estaba cumplida.

Había terminado una gran etapa, y fue lindo compartirla con las personas que más quiero.

Después que pasara toda mi generación al escenario, era hora de lanzar nuestros sombreros como lo hacen todos los años, - es algo a lo estilo de las películas gringas. –

Fue inevitable emocionarse por todo esto. Saber que posiblemente no veas más a tus compañeros de instituto.

Comenzar otra etapa, tan o más importante que la pasada.

Decidir una carrera que estudiar, pero lo más difícil de todo, es alejarse de tus padres.

Dejar a Charlie, una vez más.

- ¡Felicitaciones, hija! – Me abraza con orgullo, Charlie. – Estoy tan orgulloso de ti. –

Como cualquier chica, al oír eso de tu padre, no hace más que emocionarte, no querer soltarlo nunca, que esté ahí para siempre.

- Gracias, papá. – Me alejé para mirarlo fijamente y sonreírle. –

- ¡Mi niña, preciosa! – Aparece mamá con James. Quién también me abraza. – Eras la más deslumbrante en el escenario. – Reí. –

- No exageres. – Rodee los ojos. –

Y por supuesto, no podía faltar mi otra persona importante, Damon.

Llegó sin decir palabra alguna, mantuvo el silencio hasta que se acercó a nosotros con un enorme ramo de flores.

Unas preciosas rosas blancas.

- ¿Son para mí? – Pregunté alejándonos de mis padres. –

- ¿Tú qué crees? – Dijo con voz coqueta, y su típica sonrisa de lado. –

- Son preciosas. – Cogí el ramo de flores para olerlas. –

Se acercó para besar mi frente, y me tumbó en sus brazos con un cálido abrazo.

Pero como siempre, nos interrumpen.

Nos separamos al oír una voz toser.

- Lo siento, chicos. – Dijo apenada Caroline. – Pero será mejor que vayamos a nuestra fiesta. – Sonrió. –