Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]

→ #22; Volver a empezar.

ANTES QUE COMIENCEN A LEER, QUIERO DECIR QUE.... 

YA SOMOS 3K! ESTO ME TIENE PROFUNDAMENTE FELIZ. USTEDES SON LA RAZÓN POR LA CUAL INTENTO ESFORZARME Y ESCRIBIR ALGO QUE REALMENTE NOS GUSTE A TODOS *-*. ESTOY TAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN FELIZ, QUE HASTA PODRÍA REGALAR BANN Y PORTADAS EVERYWHERE:c JAJAJAJA.. DISFRUTEN EL CAPÍTULO MIS PEQUEÑECES ;*

...

Ahora que Klaus se ha ido para siempre, quedé sola con mis pensamientos y más problemas que ya tenía.

Desde que pasó todo esto con Klaus, que no he sabido nada de Jane, ni sobre los Vulturi, eso es preocupante o simplemente puede que ya hayan desistido y no me quieran para ser parte de ellos.

¿Edward? Nada, aunque no me sorprende, debe estar escondido o vigilando cada uno de mis movimientos en silencio, quién sabe, con él se puede esperar cualquier cosa.

- ¿Mamá, cómo estás? – Marqué por teléfono a mi madre mientras conducía devuelta al pueblo. –

- Bien, hija. ¿ocurre algo? – Preguntó preocupada. –

- No, no pasa nada. – Sonreí para mí. - ¿Cenamos? –

- Me encantaría, Bella. – Hizo una pausa. – pero como sabes, pedí más días de vacaciones y eso me limita a que debo avanzar el trabajo a distancia... - Me desanimé. – Pero mañana encantada cenaríamos contigo. –

- Ok. Te dejo, voy conduciendo. – Corté. –

¿Por qué cuando necesito estar con mi madre, ella no está para mí? Bufé un par de veces con ambas manos en el volante, me hice a un lado de la carretera y sin dejar de mirar mi móvil, volví a marcar.

- Elena, ¿harás algo a la noche? – Esperé ansiosa su respuesta. –

- Eh... sí, digo... saldré con Stefan, gracias a Alice y Jacob que se quedarán cuidando la mansión y a Emma, que aún sigue encerrada en el calabozo. –

- Oh... ya veo. – Cerré los ojos y me lancé contra el respaldo del asiento. – Que tengan una linda noche, nos vemos mañana. – Colgué. –

Solo me están quedando Caroline, Bonnie y... Damon. Espero que ahora tenga una respuesta positiva, la tercera es la vencida.

Cogí el celular con firmeza y le mandé un texto a Caroline, es más amiga que Bonnie.

De: Bella.

Para: Caroline.

"¡Hey! ¿Cómo anda todo? Sabes... estoy aburrida en casa y tenía esperanzas de que pudiéramos salir a tomar algo, no sé... espero tu respuesta".

Esperé pacientemente y a los 2 minutos me responde. Sí, Caro es de esas chicas que no puede vivir sin el móvil y está actualizando constantemente las aplicaciones de Internet.

De: Caroline.

Para: Bella.

"¡Amiga! me encantaría, pero... hoy tendré una cena "familiar", ya sabes... La novia de papá... y Bonnie quedó de ayudarme para tener todo listo a la noche, perdón. Prometo compensarlo".

Definitivamente este no es mi día. Despedirse es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mucho tiempo, odio incondicionalmente las despedidas. Porque me trae recuerdos y aparte, no me gustan, punto.

Solo quería salir a distraerme y tener el apoyo de mis amigas o de mi madre, pero nada me sale como quiero. Maldita sea.

Rendida, volví a prender el motor y continúe a mi destino.