Inmortal; Bella&Damon [EN EDICIÓN]

→ #18; Mystic Falls.

Bebés, como mencioné anteriormente, se nos viene el final. Este será nuestro penúltimo capítulo de esta linda historia que me brindó grandes alegrías:) Así que disfruten, pues pronto, quizás... subiré el capítulo final + epílogo :C

...

***Narrador***

Mystic Falls ya no era el mismo pueblo que los chicos lograron conocer; ahora era un pueblo abandonado, donde no existían nada más que almas en pena, y espíritus que no estaban dispuestos a abandonar lo que consideraron alguna vez como su hogar.

Ningún humano en su sano juicio se atrevía ingresar a Mystic Falls, incluso Matt había preferido no hacerlo constantemente. Eso dañaba los pocos buenos recuerdos que guardaba de su vida pasada. Una vida en donde no existían más preocupaciones que solo ir al instituto, discutir con Elena y vivir una vida para lograr ser policía con el apoyo de la que alguna vez fue su hermana, Vicky.

La triste realidad se veía desde una de las mansiones más antiguas y legendarias del pueblo; Salvatore. Desde allí, Isabella podía escuchar el canto de las aves que ya no era tan agraciado como cuando llegó, como también que el paisaje se transformaba en color grisáceo, opacando su visión constantemente.

Optó por sacar a Charlie de un lugar que no era seguro para él, aunque haya tenido que ir en contra de sus principios; utilizar la compulsión de Damon. Era lo mejor para él, y para todos. Ahora que comenzaba a ser feliz con una nueva mujer en su vida, no iba a interponerse en la felicidad de su padre. Lo amaba demasiado como para perderlo a él también.

La ojimarrón sonrió ladinamente con una taza de chocolate en sus manos, recordando los buenos momentos que vivió con su padre. Más que un padre, había sido su mejor amigo y confidente, con quien siempre pudo contar a pesar de todas las cosas que pasaran entre ellos. "¿Me podrá perdonar?", se preguntaba Bella amortiguándose su partida. Odiaba el hecho de tenerlo tan lejos de ella, pero había sido una de las mejores decisiones que había tomado en mucho tiempo.

El paisaje era cada vez más gris, y más de alguna vez se le pasó por la mente abandonar completamente Mystic Falls junto a Damon, pero ¿Estaría dispuesto?

—¿En qué piensas, pequeña? —. Entró sin hacer ruido, caminando directamente hasta la mujer que le hacía perder el aliento con cada mirada. Recorrió con sus brazos su estómago, juntando su pecho contra su espalda, para continuamente apoyar su cabeza en el cuello de la chica.

—Solo observaba—. Se limitó a decir, mordiéndose la lengua para evitar entrar en llanto. ¿Por qué? Ni ella lo sabía. Solo tenía deseos de desahogarse y llorar por horas como lo hacía junto a su padre.

Lo extrañaba. Vaya que sí.

—¿Estás segura? —. Preguntó asegurándose, pues el azabache no le creía que solo observaba sin sentir nada a cambio. Él la amaba, y estaba dispuesto a dar todo por ella. Su amor era mucho más grande que cualquier otra cosa en el mundo. Incluso, la amaba mucho más de lo que amó a Elena en su momento. —Me parece que una señorita extraña a su familia—. La abrazó con más fuerzas, sacándole una leve sonrisa a Bella.

—Quizás lo haga...—. Suspiró profundo, dejando la taza con chocolate a un lado. Giró sobre sus talones y alzó sus manos sobre el cuello de Damon, para perderse en sus hermosos ojos azul grisáceos como lo había hecho incontables veces. —¿Tú no extrañas a la tuya? —. Tragó saliva, expectante ante la penetrante mirada del ojiazul, que tristemente cambiaba su expresión.