04. Ayúdame

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Capítulo 04: Ayúdame

Acababan de traernos nuestros pedidos, y agradecí con una sonrisa al joven chico que nos estaba atendiendo. Vi como Kellan hizo lo mismo y el chico se retiró. Había pedido una pechuga de pollo a la plancha con algo de verduras, mi estómago a estado muy sensible en estos días.

Tomé el tenedor con naturalidad, bajo la atenta mirada de Kellan sobre mi. Le lancé una fugaz mirada de diversión, tenía tanta hambre que me importaba un pepino comer frente a él.

Corté una porción de pollo, se veía estupendo. Lo introduje en mi boca y mastiqué llenando mis papilas gustativas de un sabor rancio he insípido, muy distinto al que tenía el pollo, arrugué mi rostro en una mueca de asco, sabía asqueroso. Kellan me miró con el ceño fruncido y la mirada llena de preocupación.

¿Qué sucede? preguntó extrañado al ver la expresión de mi rostro. Yo sólo me levanté y salí disparada hacia el primer baño que vi. Ya dentro me arrodillé frente al váter y escupí todo el pollo.

Bajé la tapa del váter y hale la palanca para que se limpiara. Me quedé sentada en el piso aún tenía arcadas, no podía ni levantarme estaba tan mareada que si me intentaba poner de pie iba a desmayarme. Mis manos me temblaban horrible, casi ni podía moverme. Cerré mis ojos e inspiré aire varias veces, y ya, luego de unos segundos empecé a ver con más claridad. Me puse de pie ayudándome con las paredes, porque mágicamente mis piernas se habían convertido en espagueti impidiéndome ponerlas de pie por sí solas.

Al abrir la puerta sentí una punzada de dolor en mi bajo vientre haciéndome gemir. Llevé una de mis manos al lugar del dolor y con la otra me sostuve de los lavamanos. El dolor cada vez era más fuerte haciéndome gritar, sentí como un líquido mojaba mis bragas. Las lágrimas no tardaron en llegar inundando mis ojos.

Mi bebé, no Dios por favor — dije llorando.

¡Ayuda! — grité con la poca fuerza que me quedaba.

¡Mallory! — escuché la voz de Kellan entrando al baño. Él al verme inmediatamente corrió a mi.

¿Qué te pasó? ¿Qué te sucede? preguntó angustiado.

Mi bebé balbuceé varias veces entre lágrimas arrastrándome lentamente por la pared hasta caer al piso.

¿Qué bebé? ¿De qué hablas? dijo desorientado con el ceño fruncido arrodillándose junto a mí, posó su mirada alrededor de mi analizando cada parte de mi cuerpo, deteniéndose en el lugar que rodeaban mis brazos con fuerza. Luego de unos segundos comprendió y abrió los ojos como plato. Se levantó rápidamente tomando su teléfono.

No te vayas — susurré abrazando mi aún plano vientre, llorando de dolor. El constante dolor seguía y no se detenía. Kellan volvió hacia mí y tomó una de mis manos, apretándola suavemente.

Va a estar bien, llamé una ambulancia, llegarán en cualquier momento. Estoy aquí, tranquila dijo infligiéndome seguridad. Por una milésima de segundo me olvide del horrible dolor que estaba sintiendo y me detuve a disfrutar lo que sucedía. Sonreí levemente, mis ojos querían cerrarse pero no se los permitiré, no ahora. Escuché muchas pisadas dentro del baño y muchas personas alrededor de mi, sentí como fui elevada por unos fuertes brazos y yo enterré mi cara en su cuello, permitiéndome oler un delicioso aroma que raramente se me era conocido.

Escuchaba el murmullo de las personas preguntándose qué estaba pasando y el sonido de unas sirenas. Me condujeron hasta la ambulancia, allí me acostaron en una camilla y colocaron una mascarilla de oxígeno.

Va a estar bien señorita, ¿Cómo se llama? dijo un hombre a mi lado.

¡Mallory, me llamo Mallory!

Intenté decir, pero las palabras no salieron, la sirena se escuchaba muy fuerte. Mi vista se estaba tornando cada vez más borrosa, pestañeé varias veces tratando de disipar la neblina que no me permitía ver al enfermero ni a nadie.

Quédate aquí.

Conocía esa voz. Era la de Kellan.

¡Kellan sigue aquí!

Con la poca fuerza que me quedaba levanté uno de mis brazos, este temblaba por todo el esfuerzo que estaba haciendo. Él la tomó rápidamente y lo miré, su gris mirada estaba cegada por el miedo.

Sonreí a medias y dije en un casi inaudible susurro:

Gracias.

Luego todo se oscureció y dejé de sentir el profundo dolor, la asfixiante agonía, el miedo.

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NA:
Espero y este cap les haya gustado. Sé que es algo corto pero...., si les gustó sólo háganmelo saber dejándome sus votos y comentarios.

No me maten por favor, es lo único que pido. Recuerden que los amo mucho.
 
             Bye!!💋💋

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