30. Tú me haces sentir vivo

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Este cap va dedicado a una pequeña lectora que quiero mucho, @gleniscecilia. Espero te guste.

Capítulo 30: Tú me haces sentir vivo.

Hola.

Su sonrisa de recién despierta era incluso mucho más hermosa que la que traía normalmente. Porque era la primera que ella esbozaba, y era sólo mía.

— Hola — dije haciéndola sonreír aún más. Ella se acercó a mí y besó mis labios suavemente, y podía jurar que lo sentí como si hubiera sido real. Al cabo de unos segundos escuché su dulce voz, sólo que sonaba rota y triste, nada parecida a la que yo recordaba.

"Te amo" decía. Una y otra vez mi cabeza repetía esas dos palabras. Haciéndome caer en cuenta de que lo que había escuchado y sentido no había sido producto de mi imaginación. Entonces fue cuando entre abrí los ojos y vi su difuso rostro frente a mi.

Cuando ella se apartó la luz cegó mi vista por completo y me dolía demasiado el rostro como para intentar siquiera arrugar mis párpados. Así que opté por hablar. Si estaba solo, el silencio me deleitaría, pero, si mi instinto no me fallaba y estaba en lo cierto sería lo mejor que haría en este estado.

Porque, el dolor era sólo un obstáculo más en mi camino, si ella estaba conmigo.

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El sonido leve de su voz había despertado en mí un sentimiento de felicidad diferente, uno que no había sentido nunca. Y lo único que quería era abrazarlo tan fuerte y jamás soltarlo. No quería dejarlo volver a cometer una locura como esta. Miré a la enfermera, rogándole que me permitiera verlo unos minutos más, ella aceptó a regañadientes.

Hola — sonrío levemente a pesar del dolor que sé que debe de estar sintiendo.

Hola — suspiré sintiendo las lágrimas empezar a rodar por mis mejillas.

No llores, ya todo pasó — dijo y pude ver cómo trato de elevar su mano y no pudo, causando más lágrimas en mi.

No estoy llorando. Sólo estoy muy feliz de que estés vivo — dije a duras penas, secando mis húmedas mejillas con las palmas de mis manos. Tomé la mano que reposaba sobre su estómago y deposité un suave beso sobre el dorso de la misma. Su piel se sentía suave y fría sobre mis cálidos labios.

¿De verdad me amas? — su pregunta hizo que yo elevara mi mirada hacia sus ojos, que estaban detallando cada uno de mis movimientos.

— Si — sonreí cuando sus labios se estiraron hacia arriba formando la sonrisa mas tierna que había visto en mi vida.

— ¿Cuánto?

— Te amo tanto que si tú no eres el amor de mi vida, te juro que dejo pasar al verdadero, sólo para estar contigo — dije sincera. Era cierto, y por la mirada que me estaba dando sabía que él me creía.

¿En serio? — sentí su mano acariciar mi mejilla delicadamente. Me tragué un suspiro cuando su pulgar atrapó una lágrima que se había derramado sin mi permiso. Asentí, no porque no tenía nada que decir, sino porque las palabras sobraban entre nosotros, nuestras miradas lo decían todo y yo sólo quería que este momento durara para siempre.

— Perdóname — susurré al cabo de unos segundos. Sus cejas se fruncieron levemente y sabía lo que iba a decir, pero necesitaba quitar esta presión de mi pecho que estaba matándome.

— No tengo nada que perdonarte, mi amor — murmuró haciendo mi corazón volverse loco. Aún con lo mal que estábamos, él seguía causando esas emociones en mi y no sabía que iba a hacer si un día despertaba y él no estaba a mi lado.

— Te hice tanto daño, sólo llegué a tu vida para arruinarla — dije mirando a mi regazo, porque no era capaz de mirarlo a los ojos. No se como estoy confesandole mis peores miedos. Mis verdades.

No digas eso, preciosa — dijo. Desplazando la mano de mi mejilla hasta mi barbilla, alzándola para que lo mirara. Su ceño se había fruncido lo suficiente como para darme cuenta de que se había molestado conmigo por lo que había dicho, pero tenia razón.

Tú volviste mi basura de vida en una experiencia placentera, Mallory. Tú me haces sentir vivo, y no sé a quien agradecerle por haberte conocido aquella noche lluviosa, por ponerte en mi camino — masculló.

Y, mi corazón le creyó.

Porque sin duda alguna era lo único en lo que podía apegarme, ya que sentía como si me fuera a ir volando por los aires en estos momentos. — ¿Puedo besarte? — dije aun por los aires. Me puse de pie por segunda vez, sólo que esta vez me costó menos que la anterior. Necesitaba a mi ancla, necesitaba a mi salvador, necesitaba sentirme completa otra vez.

— ¿Por qué no lo estas haciendo desde que entraste por esa puerta? — preguntó sobre mis labios. Yo sonreí.

— Shhh, no tengo mucho tiempo.

Besé sus labios sintiendo algo diferente al cosquilleo en mi estómago. Sintiendo los latidos de mi corazón ensordecer mis oídos.

Sintiéndome viva.

Sus labios sabían a paz, y podía asegurar que le estaba entregando mi alma con este beso. Yo le pertenecía y él solo, tenía el poder para hacerme vivir o dejarme morir entre sus brazos. Así fue como me di cuenta que el amor no es algo subjetivo, era real, y podíamos sentirlo en todas partes, cargando el aire con su preciosa esencia y llenándonos de vida.

Ahora él era mi para siempre, mi todo y mi final...


Has llegado al final de la historia...




¡Mentira!
Todavía nos queda el epílogo y algunos capítulos extra en los que nos volveremos a ver. Lamento si las desilusioné al no darles su maratón, pero es que ya no había como alargar más la historia sin arruinarla, y en lo personal creo que esta bien así.

Escribí este capitulo escuchando "Yo te amo a ti" de Tini, hermosa canción👌. Las amo chicas, muchísimo y gracias por siempre estar ahí😌😊💘💕

                              -P&L✌️

RAINWhere stories live. Discover now