24. Estoy embarazada

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Capítulo 24: Estoy embarazada.

Iba de camino hacia el Gyrnic ya que debía terminar mis trámites de renuncia y hacer un papeleo inmenso que no me agradaba en lo absoluto. Entré por la puerta giratoria del enorme edificio encontrándome con la familiar estancia que hacía varias semanas no pisaba. Me adentré al ascensor con un café mocca entre mis manos y oprimí el número del piso al que me dirigía esperando a que las puertas se cerraran. Saqué mi móvil de mi bolsa y revisé si no tenía mensajes entrantes dándome cuenta que todo mi historial de mensajes se resumía a uno.

Felicidades, Mallory. Seguro que será hermosa tu hija.

Fruncí el ceño algo anonadada por la procedencia incógnita del mensaje que estaba dirigido exactamente para mí.

¿Quién eres? 

Decidí confrontar mis dudas, quizás debía ser una de mis amigas de la universidad. Pensé. Mientras esperaba la respuesta de vuelta las puertas del ascensor se abrieron entrando alguien a este, hice caso omiso y seguí mirando mi pantalla.

— ¿Mallory? — exclamó una voz conocida a mi lado. Despegue mis ojos de la pantalla para prestar atención a esos ojos cafés que me observaban de arriba a abajo. Era el hombre de la fiesta.

— ¡Hola! — sonreí por inercia al no recordar cuál era su nombre.

Hace mucho que no venias por aquí, y veo que estás embarazada — señaló dándome una sonrisa llena de hoyuelos, era muy tierna.

Las puertas se abrieron interrumpiendo la respuesta que tenía a su observación. Me despedí del chico con una sonrisa y un ademán con mis manos. Atravesé la recepción atrapando varias miradas de los empleados, algunos me saludaban y otros simplemente levantaban su mirada con indiferencia. Llegué a la puerta de la oficina de mi novio y toqué la puerta antes de adentrarme.

Buenos días, señores. ¿Interrumpo algo importante?, necesito hablar con el señor Hurley — informé.

No, de hecho acabamos de terminar — respondió uno de los accionistas haciendo que el resto del grupo se levantara de sus asientos y abandonaran la oficina de Kellan algunos sonriendo por simple cortesía a modo de saludo y otros simplemente lanzándome miradas indiscretas.

Te ves adorable — se acercó a mí envolviendo sus brazos en mi cintura. Sonreí. El día de hoy no había tenido ganas de arreglarme así que solo opté usar un sweater ceñido de mangas largas blanco con rayas negras un overol de mezclilla azul con unas sencillas zapatillas color blanco.

Hoy te fuiste sin despedirte de mí — hice un mohín acercándome a su rostro.

No quería molestar tu plácido sueño — besó mis labios haciéndome sonreír.

Ya deje de distraerme, señor que no vine a esto — adopté un gesto de seriedad y me separé de él lo suficiente para lograr que dejara de abrazarme.

— ¿A no, entonces por qué? — preguntó alzando una ceja, curioso.

Pues, vine a entregar mi renuncia — solté haciéndolo poner un gesto de sorpresa. — Pero, si esto calma tu conciencia no me iré de la empresa, resulta que me ofrecieron un puesto en el departamento de finanzas — añadí mordiendo mi labio ansiosa a la reacción de Kellan.

— ¿Es lo que quieres? — preguntó luego de varios segundos de silencio.

Si — respondí añadiendo una sonrisa en un intento de aligerar el ambiente.

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