25. La cena

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Capítulo 25: La cena.

— ¿Estás segura que fueron para ti? — preguntó Kellan desde la cabecera de la cama mientras tenía mi teléfono entre sus manos.

Si, lo juro. No te lo hubiera dicho si no fuera serio — dije agitando las manos en señal de frustración. Ese mensaje continuaba colocándome los pelos de punta, y era demasiado frustrante porque ni siquiera sabía quién era. Mis pies continuaban moviéndose de un lado a otro por toda la habitación mientras intentaba descifrar el significado del estúpido mensaje que traía mi cabeza hecha un lío.

Mallory, para — escuché la voz de Kellan que sonaba impaciente haciendo que me detuviera. — Ven aquí — señaló palmeando su lado izquierdo en la cama. Obedecí en silencio y el posicionó su mano en mi rodilla.

Tienes que tranquilizarte, esto es algo irrelevante, no debes romperte la cabeza por esas tonterías. — asentí. Él tenía razón, no tenía porque perder mi tiempo en estas estupideces.

De acuerdo — sonreí al ver la expresión de aprobación en su rostro. Recosté mi cabeza de su hombro mientras tomaba su mano que aún permanecía en mi rodilla entre las mías.

Me encanta cómo luce ese overol en ti. Te hace ver adorable e increíblemente sexi — dijo haciendo mis mejillas tomar un rubor terriblemente vergonzoso. No sé cómo siempre lograba hacerlo, pero ya ni siquiera intentaba ocultarlo.

— ¿Aunque esté gorda? — añadí alzando mis cejas hacia su comentario.

Si. Además estás hermosa no gorda — me besó. — Todavía — soltó una risita escondiendo su rostro en mi cuello.

Imbécil — lo golpeé en el brazo haciéndolo soltar una carcajada. Sus ojos lucían pequeños en las comisuras cuando reía de esa forma y no tuvo tiempo para responderme porque me lancé sobre sus labios.

***
Pasé mis dedos por la suave tela de encaje que cubría mis brazos. Había escogido usar un vestido en corte A cubierto completo en encaje blanco porque a pesar de que era lo más decente que tenía para la ocasión, también lo había escogido porque era el único que me quedaba. El vestido era de color blanco traía un escote en V que lucía elegante sin ser vulgar y llegaba hasta la mitad del muslo. Suspiré una vez más tratando de apaciguar el ardor de mi estomago que estaba empezando a darme náuseas. Sabía que esas sensaciones eran producto de los nervios pero, debía calmarme. — Tranquila, no hay que preocuparse — dije intentando darme algo de paz interna.

— ¿Estás bien? — la cautelosa voz de Kellan me sacó de mis pensamientos haciéndome posar mi vista en su esbelta figura cubierta por un sencillo sweater negro grueso con un pantalón liso en mismo color y unos zapatos a juego. Al parecer el no había tomado el tiempo en arreglarse tanto como lo había hecho yo.

Perfectamente, ¿por? — respondí rápidamente añadiendo una pequeña sonrisa al final.

Porque tenias un gesto en tu rostro como si estuvieras constipada — se encogió de hombros. Caminé hacia él y me abracé a su cuerpo. Sentía como si fuera a morir cuando atravesara por la puerta, y sé que probablemente esté exagerando, pero, embarazo más nervios es igual a desastre.

Oye tranquila, no va a pasar nada, estarás conmigo — murmuró tomando mi barbilla entre sus dedos.

Prométemelo — mascullé. Me había vuelto un ser demasiado dependiente y ahora mi vida pendía de lo que hiciera este hombre con ella.

— Lo prometo — besó mis labios suavemente haciéndome sonreír, siempre lograba hacerlo. — Además, no creo que vayan a desaprobarte cuando luces así de hermosa — insinuó poniendo esa sonrisa socarrona que siempre lograba hacerme reír. Asentí más segura de mí misma y me separé para pasar al salón.

RAINOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz