3 años,6 meses y 5 días.

Capítulo 55

Los tonos blancos de las paredes y las lámparas lastimaban mis ojos. Hace bastante tiempo que no entraba a un hospital.
Odio los hospitales. Su olor y su vibra no es de fiar. En los hospitales solo se puede sentir tristeza o felicidad. Ésos son los únicos sentimientos o emociones que se pueden sentir.
Todo pasó bastante rápido.
Inmediatamente cuando entramos, llevaron a Amelia a su habitación y a los pocos minutos el doctor salió con una grande sonrisa.

-Felicitaciones,joven Hemmings. Su bebé nació sano y salvo. Es varón.

Sentí los brazos de mi mejor amigo rodear mi espalda. Hooder gritó de felicidad y me cargo, dio pequeño brincos y beso mis mejillas.

Debería sentirme feliz,pero algo dentro de mi no me dejaba serlo. Mi mente estaba en otro lado. Debería sentirme feliz,pero solo sentía tristeza.
De pronto, miré a todos lados,el color blanco que me lastimaba comenzó a decolorarse hasta quedar en tonos negros. Todo comenzó a moverse, miré a Hooder. Su sonrisa se borró. Llevé mi mano a su mejilla y sentí cómo mi cuerpo perdía el equilibrio.

...

Abrí los ojos. Me levanté bruscamente, miré a todos lados. Estaba sólo, no había nadie a mi alcance. Miré mis brazos,estaban conectados a unas maquinas. El "bip" era el único sonido que emitía la habitación.
Me quité los cables y me levanté, mi respiración se aceleró.
Al bajar mis pies, sentí un cosquilleo, estaba helado. Camine hacia la puerta y tome la manilla;esta se giró. Yo no había sido. La puerta se abrió y Elisabeth entró juntó a una mi madre.

Mi madre llamó al doctor, él y dos practicantes me tomaron por las manos y me llevaron a la camilla. Volvieron a conectarme ésos estúpidos cables. Dolía como la vida.
Mi madre me miraba enfadada y mi hija, ella no me miraba.

-Me alegra que hayas despertado.-su cara decía lo contrario.
-¿Qué hago aquí?
-Te desmayaste. Bajo su presión demasiado.-Me dijo el doctor.
-¿Cuánto llevo aquí?
-Tres días y medio.-respondió.

Volví a mirar a mi madre.

-¿Habla en serio,mamá?

Ella asintió.

-Sí todo sale bien esta noche,lo daremos de alta.
-¿A qué se refiere?
-Joven Lucas-me miró a los ojos-usted esta muy enfermo. No ha comido bien,le falta mucho hierro. Su presión es menor a la normal.
-Quiero irme a casa.
-Miré,usted debe estar sano para su hijo. El lo necesita mucho.
-Tiene a su madre, ella puede cuidarlo también ¿no?
-Es responsabilidad de los dos-dijo firme.
-¿Cómo está mi hijo?
-Él está bien.
-¿Dónde está?¡Quiero verlo!
-El está bien Luke-dijo mi madre.
-¿Dónde está?
-Cuándo esté sano podrá verlo.
-Quiero verlo ahora.
-Sane y lo verá.

Todos, excepto Elisabeth salieron. Ella se sentó en una de las sillas que se encontraban a un lado de la cama.
Sacó su teléfono y me lo entrego.

Miré la pantalla, había una foto de un bebé.

-Ése es tu hijo. Se parece a ti.

Miré de nuevo la foto. Ella tenía razón. Era igual a mi. Aunque podría parecerse a Amelia,ella también era rubia de ojos azules.

Sonreí. Le entregue su teléfono.

-¿Cómo te sientes padre?
-Estoy bien¿Cómo está Amelia?
-Pues...no sé. Nunca me ha interesado.
-Dejá de ser tan estúpida,Elisabeth.

Rodó los ojos.

-Me urge ser mayor para irme de tu vida.
-No sabes lo que dices.
-Ojalá nunca hubieras conocido a Amelia. Ella arruinó nuestra vida. Éramos felices sin ella. Ella jamás será mi madre, jamás. Sólo es una invasora.
-Ella ha hecho mucho por ti.
-No me importa. ¡La odio! Ella jamás será cómo Hera.
-Hera jamás será como Amelia.
-Hera nos amaba a los dos-sus ojos se tornaron negros.-Hera te amaba de verdad padre y tu la dejaste ir.
-¿Quién es Hera?

Elisabeth y yo miramos hacia la puerta, Amelia camino hacia nosotros, me beso y volvió a preguntar.

-¿Quien es Hera?
-Hera es la mujer que ama mi padre. Siempre la ha amado. Siempre.