Capítulo 84

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El roce de la sábana recorrió la piel de rostro. Trate de moverme para estar más cómodo y caí fe la cama. Me levanté de inmediato. Hera me miró aterrorizada. Tape con mis manos su boca antes de que gritara.

La miré a los ojos. Me sentí tranquilo. Mi respiración era lenta y parecía que mi corazón estaba contento ya que podía escuchar mis latidos. Hera se tranquilizó. No iba a hacerle daño a Hera. Estaba aquí por una razón. Me concentré en su expresión. Parecía que Hera pensaba demasiado. Me gustaría poder leer su mente y saber qué era lo que pensaba.

-Cuando salga por esa ventana, me iré con un vacío en el pecho, en el alma, en los ojos, en las manos, me iré sin vida. No importa si me valla por un mes, un año o por el resto de mi vida. Nunca te olvidaré.-Estaba siendo sincero-¿Sabes...? Me acosté con miles de chicas, pero jamás pude acostarme con la chica que clavó mi corazón. Esa chica eres tú, lo sabes. El día que vuelva a verte, lo primero que haga será hacer el amor, o tener sexo contigo, lo que sí más conveniente.- sonrió de lado.- después te besaré y nos quedaremos dormidos. Cuando despierte, tú ya no estarás. Miraré tu almohada y encima de ella habrá una nota. "Esto no debió pasar. Lo siento.", dirá la carta.- Me senté en la cama y cubrí mi cara con una almohada,después la quité. Estaba a punto de llorar. - ¿Por qué duele tanto despedirme de ti? ¿Por qué debe de doler tanto? Sé que cuando me vaya, tú no miraras atrás. Verás a delante y me olvidarás. Has conocido a un chico fantástico. Tienes mucha suerte. Pero yo no podré de dejar de mirar atrás. Porque ahí es a donde pertenezco.

-Tú también puedes mirar al frente. Tú no me amas. Admítelo. Tú debes aprender a amar. Y cuando lo sepas, la chica que vaya a estar contigo será una suertuda-tomó mi rostro.-porque dentro de ese demonio que te transformo, hay un hermoso ángel. Yo me enamoré de ese ángel.

-¿Sigues enamorada de mi?-le pregunté. Tenía miedo de su respuesta.Cómo lo supuse,se quedó callada. - No quiero una vida sin ti, pero tampoco te quiero obligar a estar conmigo. Si no me amas más, lo mejor es... separarnos.-Poco a poco mis ojos se llenaron de lágrimas.-Me aferré a ti. A tu confianza, a tu amor, a tu sonrisa, a tu cuerpo. Cuando te miro me hacer recordar aquellos días en que yo era feliz. Te amo. Te amo con un deseo extremo, pero si tú no me amas a mí...-Estaba siendo lo más sincero que haya sido en la vida. Pero Hera no me creía.

-No hagas esto más difícil Luke.-Hera limpió lentamente mis lágrimas- Cuando mi padre descubra que escapaste de tu casa, se enojara.

-... No quiero sonar como un miserable. Me afligía verte con alguien más. Me hace sentir mucho dolor y no es un dolor que se quite con medicina. Es un dolor que hace evidente el alma y el corazón.

Me abalancé a ella. No quería dejarla. No quería soltarla. La necesitaba conmigo. Hera acarició mi espalda. Su respiración era lenta. Hera estaba relajada¿Cómo puede estar relajada?¿Que estaba pasando?No entendía nada. Seguí abrazándola. Seguí llorando como un niño. El dolor,el arrepentimiento, la necesidad me absorbía.Poco a poco su espalda se ponía húmeda debido a mis lágrimas.

-He esperado este día desde hace mucho-me dijo.- Ansiaba el día para dejarte ir.

Hera me estaba mintiendo. Ella me mentía. Me sentí inútil. Volvió a limpiar mi mar de lágrimas. Me sonrió,su sonrisa me mató.
Traté de sonreír, pero no podía. La situación era difícil. Simple y sencillamente no podía sonreír.

- Dudo que nuestros caminos se crucen de nuevo, pero la vida está llena de sorpresas.-le dije. Me levanté de la cama, entre al baño y lavé mi rostro. Me miré al espejo. Estaba derrotado. Había perdido la lucha. La lucha que algunos llaman amor.

Salí del baño y la miré. La abracé. La abracé más fuerte que las demás veces. Algo me decía que este era el último abrazo. Nuestro último.
Ella beso mi mejilla.

-Algo de mí se quedará contigo. Algo de ti, conmigo se quedara. Cada quien tomara un nuevo rumbo y seguirá lo que el destino le diga.

La solté.Camine hasta su tocador. Si iba a dejarla,quería tener algo de ella. Abrí su alhajero y tomé una pulsera. Su pulsera favorita. La pulsera de oro y con flores. Me la puse y regrese con ella.

- Perdón por romper tu corazón y gracias por todo. Muchísimas gracias Hera. Gracias por todo una vez más, y adiós.

Besé sus labios. Sentí mil cosquillas. Salí por la ventana y caí de un brinco. Alcé mi mirada y levanté mis pulgares. Sonreí. Le sonreí como a ella le gusta.

-¡Hera Riley, siempre te mantendré en mi corazón!-le grité a todo pulmón.

Di un respiro hondo y me fui. Me fui sin querer irme. Mientras caminaba sentía la mirada de Hera. Ella tampoco quiso dejarme ir. Lo presentía.
Pasos más adelante me giré para ver si ella me miraba.

Ella ya no lo hacía.

Abrí mis ojos,los talle. Estaban húmedos. Sentí un gran nudo en la garganta. Acaba de soñar con Hera. Tuve un sueño deja vu. Golpeé la cama enfadado.
El sueño era del día que me separaron de ella. Fue hace tanto tiempo. Pero...¿Por qué lo soñé?o más bien¿lo recordé? 

3 años,6 meses y 5 días.Where stories live. Discover now