Capítulo 58

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Dos días después de su llegada,hablé a solas con ella. Solo ella y yo...
Ella evitó a toda costa hablar del pasado,de nuestro pasado. Me contó todo lo que hizo en éste tiempo, al igual que yo.
Es sorprendente como en 3 años pasan tantas cosas,osea,si en una hora pasan grandes cosas,ahora imagina lo que pasan en más de 365 días¡Qué loco!

Desde que salió el sol,fui a su casa. No hemos parado de hablar,es fantástico. Hubo un momento, solo uno,dónde no hablamos, y fue porque casi lloraba. No lo pude evitar,frente a casa de Hera vivía mi mejor amiga. Ver su ventana, me destrozo el corazón. Una nueva familia vive ahí,todo está diferente a como recordaba.
Hera me abrazó para consolarme, y lo logró. Estar en sus brazos era mi cura a cualquier dolor.

Subimos a su terraza, nos recostamos en el suelo y miramos el cielo. Desde su llegada,los días han sido maravillosos. Tanto el clima como la temperatura están estables. Nada malo ha pasado en la ciudad de Sidney. Es un milagro.

-Toda la noche pensé en tu hijo.
-¿Hablas en serio?-me asombre.
-Aún no lo conozco, me gustaría conocerlo. Dicen que es tu clon,y me gustaría comprobarlo....¿Cómo se llama?
-Aún no tiene nombre.

Hera se giró y me miró.

-Es broma¿cierto?

Negué y le sonreí.

-No es,lo juró.
-Apuesto que cuando Elisabeth nació ya sabías que nombre ponerle.
-Así es.
-¿Entonces?
-Quiero un nombre igual de perfecto que el de mi hija.
-¿Y su madre?
-¿Ella que?
-¿No te ha dicho que nombre ponerle?
-Sí,pero son horribles.
-¿Cómo cual?
-Luke.

Hera se tapó la boca y comenzó a reírse.

-Tienes razón,es horrible.
-Que graciosa-le sonreí.
-¿Te gusta Leandro?
-¿Leandro?
-Hace mucho, leí una leyenda mitológica de una pareja prohibida.
-¿Sobre?
-Una pareja prohibida.
-Me refiero a que me la cuentes.

Mordió sus labios.

-Hero-sonrió- fue una hermosa joven que vivía dedicada al cuidado de uno de los templos que Afrodita tenía en Grecia. Su belleza y encanto eran tan sublimes que incluso Apolo y Eros la deseaban para ellos. Sin embargo, Hero se había enamorado de un joven muchacho, llamado Leandro, que por allí pasaba de cuando en cuando a cortejarla y entretenerla con sus halagos.
-No es ¿Hera?
-No,Hera era diosa. Déjeme terminar.
Leandro vivía cerca de la residencia de Hero, pero entre sus poblaciones se situaba un pequeño estrecho de mar, que había que cruzar en cada visita. Los padres de ambos jóvenes se opusieron a que ambos se casaran y un día hartos de sus encuentros que existían, les prohibieron terminantemente cualquier contacto.
-¿Cómo Romeo y Julieta?

Me miró molesta.

-Los jóvenes no tuvieron más remedio que acceder ante sus padres a las peticiones que les hacían, pero idearon un plan para verse en secreto. Cada noche, Hero encendía una linterna en una ventana de su casa, y ésta servía de guía para que Leandro, en la orilla opuesta, cruzase con su barco o a nado el mar hasta alcanzar a su amada. Así pasaron juntos muchas noches,con cierto temor a ser descubiertos, lo que obligaba a Leandro a volver muy temprano, desolado por la marcha pero feliz por la llegada del próximo encuentro.
-Que romántico-suspiré.
-Una noche, sin embargo, hubo un fuerte vendaval que apagó la linterna encendida por Hero, y Leandro, que ya estaba cruzando el corto camino, por más que se esforzó en llegar a su meta, fue tragado por las horribles aguas. La asustada Hero corrió a la mañana siguiente a la playa para obtener cualquier indicio y, cuando estaba atisbando el horizonte, el cuerpo muerto de Leandro fue depositado en la orilla. Horrorizada, Hero se lanzó a las aguas aún turbulentas, en busca del alma de su único amado.
-Es una buena leyenda.
-Es de mis favoritas.
-Tú y tu familia aman Grecia.
-Supongo,es una de las culturas más asombrosas del mundo.
-¿Sabes?,le podré Leandro.
-¿En serio?-sus ojos brillaron.
-Sí,no es común y su raíz... Wow. Es un nombre guerrero digno de amar.
-¿Crees que a tu esposa le guste?
-Aunque no le guste,se llamará así.

Hera miró su reloj.

-Deberías irte,deben esperarte.

Me estaba corriendo.

-Bien-quería quedarme, pero tenía razón-gracias por un día sin pelear.
-No agradezcas. Me divertí.

Nos levantamos y me acompañó hasta la puerta principal.

-Nos vemos, Hera.
-¿Nos volveremos a ver?

¡No lo esperaba de ella!

-Me encantaría-bese su mejilla.

Salí y me giré para volver a verla.

-Con cuidado Hemmings, buenas noches.
-Descansa linda.

Hera sonrió tiernamente y se recargo en la puerta como una chica enamorada. Sonreí encantado y emocionado. Esto era increíble.

3 años,6 meses y 5 días.Where stories live. Discover now