v e i n t i t r e s

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Jueves y tres horas continúas de tecnología.

Aunque en estos momentos es un poco menos tedioso debido a que las tres horas las pasamos en la computadora, sin embargo, aún es estresante pues tenemos que crear nuestra propia mini empresa por equipos y el mío estaba conformado NaNa, Rong, Jimin y JungKook.

—Entonces... ¿De qué va a ser nuestra empresa? —pregunta Rong.

—De chocolates.

—De gomitas.

—De postres.

—¿De discos? —pregunto casi en un murmullo.

—¿De discos? —repitieron al unisono.

—Pues sí, a todos nos gusta un género musical diferente, pero finalmente a todos nos gusta la musica, ¿no? —los cuatro asintieron— Y bueno, ¿a quién no le gusta la musica? Cada quien puede hacer... No sé, ¿diez discos? de su género favorito y un género adicional. Por ejemplo, a NaNa le gusta el rock, y hace diez discos de rock y otros diez de... balada y así, a Rong le gusta el pop, a JungKook le gusta el hip-hop, a Jimin le gusta la electrónica y a mi pues bueno, nuestra música nacional.

—K-Pop. —responde JungKook rodando los ojos y finalmente sonriendo, le regreso una sonrisa inocente.

—Me gusta la idea. —acepta Jimin.

—Sí, es buena. —le sigue Rong.

—¡Va! ¡Hay que hacer discos! —exclama NaNa.

—Hay que dividirnos el trabajo, ¿no? —dice Jimin después de que una hora pasará y las únicas que hacían algo eran NaNa y Rong creando el logo de nuestra empresa no dejando que los demás nos acerquemos.

—Yo grabo los discos. —me ofrezco.

—Yo el cartel en grande con el nombre y logo de nuestra disquera. —dice NaNa sin despegar la vista del monitor.

—Yo todos los materiales para adornar la mesa donde vamos a vender. —dice Rong.

—¡Listo! —exclama NaNa y las dos vuelven a centrarse en la computadora.

El hecho de estar sentada entre Jimin y JungKook mientras mis amigas nos ignoraban por completo resultaba ser más incómodo de lo pensado.

—Pero, ¿JungKook y yo que hacemos? —pregunta Jimin.

—Pueden ayudar a YangMi para grabar los discos.

Fulminé con la mirada a NaNa. ¿Era en serio? ¿Me iban a dejar sola con JungKook y Jimin?

—¡Claro, podemos hacer eso! ¿No, Jimin? —

Era mi imaginación, ¿o JungKook se veía emocionado?

—Sí, claro. Podemos hacer eso. —al menos no era la única nerviosa.

—Entonces, ¿dónde, cuándo y a qué hora nos vemos para grabar los discos? —pregunta JungKook poniendo su mano sobre mi pierna.

—Puede ser en mi casa, —hablo nerviosamente— tengo cuatro computadoras porque antes teníamos un cyber café. Cada quien puede ocupar una máquina y grabar los discos; así también terminamos más rápido.

—Bien, ¿cuándo nos vemos? —pregunta Jimin.

—¿Qué tal mañana? —sugiero pues mientras más rápido terminemos esto; mejor.

—¿A las tres? —vuelve a preguntar Jimin.

—Está bien. —respondo sonriéndole.

—No creo que sea buena idea, —interviene Rong— estamos hablando de grabar... cien discos. No los van a terminar en un día. Y aparte, necesitan que cada uno de nosotros les mande la lista de canciones para que las descarguen y las graben.

La Primera Vez. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora