La Primera Vez. [En Edición]

sesentaiuno

SIN EDITAR

—¿Es en serio?

—Si. —resoplé.

—¿Cómo vas a hacer eso?

—No lo sé, tal vez busque videos en YouTube y saque ideas de ahí. —me encogí de hombros acomodando un mechón de pelo detrás de mi oreja.

—Yo te puedo ayudar. —Tae se ofreció.

—¡¿En serio?!

Estoy segura que estuve a casi nada de reventarle los tímpanos por mi repentino grito.

—Si, creo que va a ser divertido ver como escribes una carta en dialecto cholo a tus papás diciéndoles que eres homosexual.

Suspire frustrada al recordar mi tarea de Lenguaje.

—Mi profesora me cae bien, es buena onda y todo pero... —deje las palabras en el aire.

—¿Pero...?

—Esta medio chiflada. —solté provocando que Tae carcajeara.

—¿Dices que los va a pasar a leer su carta al frente?

—Si. —resoplé— ¿Sabes? Hubiera preferido ser de la fila que tiene que escribir una carta a sus papás en dialecto fresa diciéndoles que quieren abandonar la carrera para vender biblias de puerta en puerta. ¡O incluso la fila que hará carta a Donald Trump diciéndole que chingue a su madre en dialecto mexicano!

Tae volvió a carcajear.

—Ese vocabulario señorita. —me regaño sin parar de reír.

—¡¿Que?! ¡Así dijo la profesora!

—¿En serio?

—Sep.

—Wow.

—Sep.

—Creo que me gustaría estar en tu clase.

—A mi me gustaría que estuvieras en mi clase. —respondí haciendo puchero. Él volvió a reír.

Los dos guardamos silencio por un buen rato durante el trayecto de regreso a mi casa en el autobús. Entonces llego a mi mente la situación de él y EunJi. A pesar de todo lo que recientemente había ocurrido, Tae no me había dicho nada al respecto.

—¿Y...? —cerré la boca arrepentida de haber querido preguntar.

Provoque que Tae me mirara, trate de ignorarlo y hacer como que no había dicho nada mirando por la ventana.

—¿Y...? —me incitó a seguir.

—¿Que?

—¿Que de que?

—¿Pues que de que?

—¿Que de que de que?

Los dos reímos.

—¿Qué ibas a decir? —me pregunto una vez dejamos de reír.

—¿Quien? ¿Yo?

—No. —respondió con sarcasmo— La ventana. ¡Pues si! Tu.

—Nada. —me fulminó con la mirada.

—Maknae. —me advirtió.

Nos miramos fijamente y sostuvimos la mirada. Finalmente me rendí suspirando.

—¿Tu y...? —mire el techo del autobús tratando de evitar la mirada de Tae— ¿Tu y EunJi...?

—Ah.