El Pasante [SuLay/Layho]

Negación

   Junmyeon acostumbraba a tener sus domingos libres, normalmente los pasaba poniéndose al día con los dramas del momento y tal vez viendo presentaciones de algunos idols, aunque lo último le avergonzaba en demasía, tenía problemas incluso para aceptarlo él mismo, y ni hablar de la posibilidad de que el resto se enterara de eso, prefería lanzarse de un puente antes de aceptar que era fanboy de un grupo de chicos bailando con maquillaje y pantalones de cuero que se ceñían muy buen a sus piernas.

   Lo peculiar era que ese domingo no estaba desarrollándose como de costumbre, Junmyeon leía por enésima vez el discurso que debía pronunciar frente a estudiantes prodigios de todas partes del país, estaba asustado, el grupo anterior había representado un reto por ser chicos con problemas de conducta y que vivían realidades muy crudas, pero ahora debía hablarle a adolescentes que posiblemente procesaban información más rápido que él y captarían cualquier punto débil de su discurso, bueno, el discurso de Yixing. Sin embargo, Junmyeon no dudaba del discurso, si no de su capacidad para decirlo naturalmente y que no pareciera algo aprendido que no encajara con él. Los días anteriores había leído y practicado frente a un espejo como le recomendaron años atrás sus mejores profesores universitarios. Realmente creía que lo hacía bien, y Yikyung tuvo la oportunidad de verlo y concordaba con él, pero ¿qué tanto podía saber su querida ama de llaves al respecto?

   Yixing, por su parte, mantenía su distancia de Junmyeon y éste último no sabía el motivo, entendía que podía estar decepcionado por lo que escribió, aún cuando creía que no era tan terrible, pero no debía tomárselo como algo personal. Esperaba su llamado detrás del escenario, el chino también estaba presente pero se sentía la separación entre ambos, a Junmyeon le hubiese gustado un poco más de apoyo de su parte, después de todo el resto de los presentes eran desconocidos. Cuando escuchó su nombre se puso de pie para salir al escenario y al fin decir lo que tanto había practicado, al caminar unos metros escuchó lo que estaba seguro era la voz de Yixing.

—¡Suerte!

   Junmyeon ni siquiera volteó, culpó a los nervios por eso, sólo quería decir lo que le correspondía y luego regresar corriendo a su casa. Al subir al podio pudo sentir todas las miradas encima; a pesar de los nervios sabía que no era el momento para acobardarse, adaptó el micrófono a su altura y comenzó su exposición.

   Las felicitaciones para Junmyeon iban y venían, su segunda presentación fue un éxito, los presentes alabaron su excelente oratoria y sobre todo el mensaje que llevó a la juventud, era lo que muchos adolescentes querían escuchar para empezar a creer en la política. Yixing sólo caminaba tras Junmyeon, haciendo reverencias cada vez que alguien felicitaba a este último, aunque la mayoría lo ignoraba posiblemente porque ya sabían de su nacionalidad. Junmyeon odiaba aquello. Cuando al fin lograron tener un momento a solas, sabía que era hora de agradecerle.

—Gracias —susurró con temor a que el resto escuchara—. El discurso fue muy bueno.

—Sólo es mi trabajo Junmyeon. —Sonrió y ya no parecía tan distante como antes—. Tú también hiciste un buen trabajo, felicidades.

—Gracias. —A diferencia de Yixing, hizo una reverencia como muestra de su agradecimiento. El chino pareció sorprendido por unos segundos pero luego recuperó su compostura—. ¿Te gustaría ir a cenar como parte de la celebración?

   Junmyeon preguntó aquello sin pensarlo mucho, ni siquiera estaba seguro de por qué lo invitaba, pero ya no podía cambiar las cosas. Sabía que tanteaba aguas peligrosas, pensó que tal vez tenía tendencias masoquistas después de todo.