El Pasante [SuLay/Layho]

Pasado

   Junmyeon esperaba muchas cosas de ese día, los aplausos, reunirse con el pastor, reivindicarse como la promesa del Partido Conservador, pero jamás que Choi Minho estuviera en ese lugar y que Kyungsoo abriera su gran bocota para confesar uno de sus mayores secretos, ni siquiera sabía que el chico tenía conocimiento de aquella historia, o cómo se atrevió a decirlo en un lugar como ese. Sin embargo pensaría en eso más tarde porque en ese momento debía lidiar con Yixing y su expresión de desconcierto.

—No fue tant-to como mi primer amor, s-sólo me gustaba y... —su tartamudeo era vergonzoso, por eso calló, y también porque Yixing parecía más obstinado luego de escucharlo.

—Me tengo que ir porque mi hermana espera por mi. Mucha suerte Junmyeon —comentó con una sonrisa antes de alejarse.

Por unos segundos hubo silencio, y a Junmyeon no le gustaba, así que él mismo lo quebró.

—¿Estás molesto? No te lo conté porque creí que no era necesario —dijo más tranquilo ahora que Kyungsoo se había marchado.

—Y no lo era. No debes contarme toda tu vida, así como yo tampoco debo contarte la mía —expresó fríamente. Era evidente que su ánimo se había arruinado.

—Entonces, ¿Por qué estás enfadado? Y ni intentes negarlo —advirtió.

—¿Podemos ir al baño? Aún falta para el comienzo de la ceremonia. No podemos hablar aquí.

   Junmyeon asintió, guiando a su novio hasta los baños del lugar. Tenía miedo, no quería que Yixing malinterpretara la situación, o hubiese un clima extraño entre ellos, menos un día como ese.

—¿Me vas a decir por qué estás molesto? —cuestionó mientras se apoyaba en uno de los lavabo del lugar.

—¿Por qué te pusiste tan nervioso? Estabas pálido y tartamudeabas, ¿acaso temes verlo? ¿Aún sientes cosas por él?

—¡No! —aclaró con rapidez—. Minho fue un episodio muy importante en mi vida. Quizás por eso me pongo nervioso, no pensaba verlo otra vez.

—¿No te gusta?

—¡Por Dios, Yixing! Era un adolescente en ese entonces, ya lo olvidé. Pero no me gustaría encontrarme con él.

—Primero que todo, baja la voz, alguien nos puede escuchar y es lo que menos necesitamos. Segundo, si no quieres verlo entonces ignora su existencia —aconsejó acercándose a Junmyeon—. No quiero que te sientas mal o tu ansiedad se evidencie —agregó acariciando la mejilla izquierda del chico.

—¿Es un consejo sincero o lo haces por celos? —preguntó sonriendo, le gustaba que el otro lo celara.

—No estoy celoso, dijiste que no te gustaba, y te creo. Pero sí con sólo escuchar su nombre te pones así, no quiero imaginar qué ocurrirá cuando lo veas.

—Intentaré no verlo —anunció, aunque no creyese lo que salía de su boca. Porque una parte de él si quería ver a Minho una vez más, pero Yixing no tenía porqué saberlo.

—¡Muchas gracias! Espero que disfruten lo que resta del Congreso.

   Así culminó Junmyeon su intervención. La audiencia le aplaudía conforme con sus palabras, pero lo más importante era ver a Yixing aplaudiendo y orgulloso de él, sentía mariposas en su estómago una vez más. Bajó y se dirigió hasta donde se encontraba su novio. Quería pegarlo contra la pared más cercana y comerle la boca, pero no podía; Yixing le sonrió y apretó su mano formalmente mientras hacía una reverencia, a veces olvidaba que ante los ojos del resto, él era superior a Yixing, y no había nada más lejano a la realidad que eso.