El Pasante [SuLay/Layho]

Embriagante

   Junmyeon estaba helado. No esperaba que Yixing dijera algo así aquella noche. Era cierto que habían avanzado, pero no estaba seguro de que aquel fuese el momento adecuado, además que él no sabía si quería ser pasivo o si prefería ser el activo.

—Perdón por apresurarme, olvídalo. No quiero que hag-

—¿Cómo lo haríamos? —Interrumpió Junmyeon—. ¿Quién... sería el pasivo y el activo?

—¿Quieres hacerlo? —El rostro de Yixing se iluminó.

—No hay cosa que desee más, pero no sé si esté preparado para tener un pene en mi culo —admitió con vergüenza.

—¿Por qué asumes que serás el pasivo? —preguntó arqueando su ceja, demostrando su confusión.

—Bueno.. no sé, recuerdo cuando mencionaste que preferías ser activo, y como fuiste tú quien lo propuso, pensé que insinuabas que yo... sería pasivo. —Escuchó la risa dulce de Yixing—. ¿Es muy tonto lo que digo?

—No es tonto, pero nunca te obligaría a hacer algo que no quieres. Esta vez puedes ser el activo si así lo deseas.

   Junmyeon no sabía por qué le sorprendía la actitud de Yixing, cuando su novio siempre había sido paciente en el aspecto sexual y le daba oportunidad de tomar decisiones importantes. Quería saber cómo se sentía tener un pene en el ano, o si las estocadas serían capaces de llevarlo irremediablemente al orgasmo, como lo hacían los dedos de Yixing. Pero también tenía miedo, sabía que los dedos no dolían, aún así no estaba seguro de que fuera igual con un pene. Además había otra parte de él que sentía curiosidad por probar el interior de Yixing, debía ser una experiencia inigualable. Aunque tenía otra preocupación.

—¿Y si te lastimo? —preguntó—. Sólo he estado con chicas y sé que no es lo mismo, puedo lastimarte.

—Tranquilo Junmyeon, en serio, sólo relájate.

   Yixing parecía ansioso, era obvio que tenía muchas ganas de dar el siguiente paso, y él mismo podía identificarse con eso. Así que resolvió olvidar todos sus miedos, y disfrutar uno de los momentos más importantes en su vida.

—Está bien.

   Si le quedaba alguna duda, se desvaneció cuando vio la sonrisa de Yixing, había tomado la decisión correcta. Confiaba en Yixing y sabía que nada saldría mal.

   Fue Junmyeon quien tomó la iniciativa de besarlo, Yixing respondió de inmediato enredando sus cuerpos, sus manos rodeando el torso de su pareja y entrelazando sus piernas. Junmyeon no sabía muy bien cómo funcionaba aquello de los roles en la cama, ¿acaso debía ser él quien llevara el mando de todo? ¿o sería algo más equitativo? De todas formas, luego pensaría eso, porque Yixing mordía sus labios, luego pasaba su lengua sobre los mismos para aliviar el dolor y para rematar los succionaba. Estando ambos de un costado, Junmyeon aprovechó para bajar su mano izquierda y tomar una de las nalgas de Yixing. Se sentía tan bien que no pudo evitar dar un masaje a la carne tierna, logrando que Yixing se distrajera en el beso y soltara un gimoteo.

   De todas formas, Yixing no perdió mucho tiempo porque en cuestión de segundos atacaba el cuello de Junmyeon, haciendo chupetones en la base del mismo. A Junmyeon le encantaba aquello, que le chuparan y marcaran, lo había descubierto con Yixing, quien además lo sabía porque no perdía la oportunidad de hacerlo cada vez que podía.

—Ah —gimió débilmente Junmyeon—. Muérdeme —pidió, notando que el otro había evitado hacerlo.

   Yixing nunca tardaba en cumplir órdenes, y de inmediato estaba presionando ligeramente sus dientes en la piel de Junmyeon, causando que este último gimiera por la sensación. Junmyeon agradecía que ambos sólo estuvieran en ropa interior, y así ahorrarse tiempo quitándose capas innecesarias de tela. Yixing no paró, mordiendo otros puntos sensibles de su anatomía, como por ejemplo sus pectorales, muy cerca de sus tetillas, causando emoción y frustración en Junmyeon porque deseaba que el chino tomara las pequeñas protuberancias entre sus dientes, pero el malvado parecía evadirlas a propósito. Sus manos se enredaban en los mechones oscuros de Yixing mientras éste trabajaba en su abdomen. Debería ser ilegal que su novio le mordiera y succionara al punto de que sus ojos se cerraran y profanidades abandonaran sus labios.