"Como conocí al idiota"[Editando]

9- Estaría muerta si no fuese por ti

—¿Kayla, soy yo Eli, vamos a ir Bruno y yo a tomar un café esta tarde después de clases te apuntas? —pregunta Eli a través de mi móvil.

—No puedo Eli, he quedado. —contesto.

—¿Cómo que has quedado?¿Con quien?¿Porque?¿Dónde? —pregunta apresurada mente.

—Si he quedado, con Brooklynd, porque somos amigos, y en la cafetería de la calle del mar. —contesto sus preguntas antes de asimilar que me bombardear dentro de 1...2...3...

— ¡¿Que?! ¡¿Quien narices es Broocklynd?! ¡¿Porque no me has dicho nada?! —exclama, desde el otro lado de la línea.

Me aparto el móvil de la oreja mientras sigue sus preguntas y cuando veo que es el momento oportuno o acerco el móvil a la oreja.

—¿Ya has acabado? —pregunto con calma.

Respira hondo y escucho como cuenta hasta diez lentamente .

—Nos vemos dentro de cinco minutos en la cafetería de la universidad —dice con calma, y cuelga.

Guardo el móvil en el pequeño bolso en el que llevo mis libros .

Cierro la puerta detrás de mí.

Bajo las escaleras a toda prisa y cuando llego a la cafetería Eli está pidiendo a la camarera algo.

Me acerco a la mesa y antes de sentarme me lanza una mirada de advertencia mientras habla con la camarera, asiento y me siento en la silla de delante suyo.

—No quiero nada. —añade Eli, perdiendo la pequeña paciencia que tiene con la camarera.

—Pero si vienes tienes que pedir algo. —casi grita la camarera.

Cuando consigo coger los hilos a la situación reacciono.

—Ponme un agua fría por favor. —le digo a la camarera.

Asiente y se va.

Eli me agradece con la mirada y se incorpora en el asiento.

—¿Porque narices me ocultas las cosas? —dice con calma.

—Yo...

Me interrumpe.

—No. Aún no he acabado —me señala con el dedo índice— primero me ocultas que conociste a un chico llamado Rayan luego me escondes que os fuisteis a la plata, luego el beso y ¿Ahora esto? —pregunta intentando guardar la calma.

—¿Espera tu como sabes lo del beso? —pregunto de lo más confundida.

—Contactos —se halaga mientras ríe, y vuelve al tema.

Asiento.

—Vale, a ver, ya no tengo tanto tiempo para decirte las cosas llevas más de una semana casi sin hablarme, nunca te veo por los pasillos, ni en la cafetería por las mañanas. Más bien eres tu la que me oculta algo. —excuso para no tener que darle explicaciones.

—Ya, pero ahora no hablamos de mi sino que hablamos de ti. Así que ya puedes estar dándome explicaciones. —exije.

—Vale te las daré, pero ni hoy ni aquí ni en este momento, si quieres rechazo la quedada con Brooklynd. —propongo.

—Uuuh Broocklynd que nombre más sexy, bueno a lo que voy, no lo rechaces. Queda con nosotros. —propone más bien exige.

Me río al ver lo loca que está mi mejor amiga.

—Vale así me lo presentas. —me refiero al chico del que me habla siempre.

—Vale pero si quedamos los cuatro mejor ir algún sitio más elegante ¿no? —pregunta.