"Como conocí al idiota"[Editando]

41- ''¿Que miërda te a pasado? ''

La camarera se acerca a nuestra mesa, pido un café con leche y Gisela el helado de chocolate que quería desde un principio.

Miro el mensaje que le he enviado a Rayan.

Espero que Rayan no tarde demasiado porque me estoy empezando a preocupar. La última vez que lo ví fue en el pasillo y algo ha tenido que pasar ahí porque el guardaespaldas de Kim conoce a Rayan, debe trabajar con él.

El ruido de la campana de la puerta me saca de mis pensamientos. Se trataba de Rayan, acercándose hacia nosotras. Está demasiado rígido y no tiene buena pinta.

Se sienta a mi lado y me deja un beso cálido en los labios. Noto él sabor a sangre, abro los ojos por completo.

—¡Rayan! Te estábamos esperando ¿Que te a pasado? —pregunta con emoción la pequeña. Yo aun sigo medio flipando porque no se que miërdas le a pasado.

Rayan me mira pidiéndome ayuda. Y capto la indirecta, si habla como habitualmente Gisela verá que tiene sangre en la boca. Y no queremos asustarla.

—Ya te lo a dicho Gisela, estaba ocupado tenía cosas que hacer. Es un adulto ¿recuerdas? —le digo. Antes de ver la película le había soltado el sermón del año; los adultos tienen cosas que hacer y es mejor no molestarlos mientras las hacen.

Ella asiente y baja un poco la mirada. Se coloca el auricular de nuevo como lo tenia antes y a los segundos sigue haciendo playback con las canciones que escucha. Gracias a eso Rayan me puede contar que le a pasado sin tener que perder de vista a Gisela.

Coje el servilletero que hay en la mesa en la que estamos y saca algunas de estas para luego escupir algo de sangre disimuladamente.

—¿Que miërda te a pasado?—pregunto algo asustada pero sin gritar demasiado para no llamar la atención de las ancianas cotillas.

—Cuando te vi con Jackson —el guardaespaldas que vino a mi habitación— debo admitir que mal pensé. Pero no sabia que era él hasta levantar la mirada y ver ese tatuaje en su cabeza. Rápidamente me escondí detrás de la columna, y cuando pasó por mi lado medio abrumado del calentón que le habías dado en menos de dos minutos —lo recuerdo y aparto la mirada de Rayan algo avergonzada—Yo le di un fuerte golpe en la cara para que no estorbase en el plan y fuese uno menos de los muchos trabajadores que trabajan para el câbrón de Kim. Pero me equivoque porque habían dos más esperándolo en la puerta principal. Y Kim les informo que subieran porque le habías quitado el micrófono. Que por cierto en parte es positivo. El caso es que yo no me lo esperaba y me vinieron los dos guarda espaldas e intentaron matarme. Me escape de ellos y cuando fui a tu habitación no estabas, mire el móvil y entonces baje. —explica sin ninguna prisa pero sin pausa.

Comienzo a atar cabos. Pero me queda un último cabo suelto.

—¿Y la llamada? —pregunto.

—¿Que pasa? —pregunta. A los segundos se da cuenta de que no me lo ha explicado y asiente.

—Todo bien. Antes de que pasase todo esto. Ahora Kim debe tener un enfado monumental. Y no creo que me deje en paz. Ya que lo hemos jodido bastante... —se para un segundo— ¿Porque no lo mataste? —pregunta con cierta curiosidad.

—Mmm... Déjame recordar... ¿Porque no era lo planeado? —digo con ironía.

—Lo se. Pero nada de lo que hiciste estaba planeado. Habría estado bien... —dice pensativo. Se acerca más a mi y pone su mano en mi muslo— Igualmente... ¿Sabes que me encanta esta Kayla tan rebelde? —pregunta. Suelto una carcajada. Por el repentino cambio de tema.