30- El gran día

591 42 12
                                    


Narra Kayla:

Bajamos del coche.

—¿A qué hora habíamos quedado con tu madre? —pregunta mi madre a Rayan.

Este cierra la puerta del coche después de salir de este.

—Pronto. No creo que tarde mucho. —dice Rayan restándole importancia.

Mi madre le había dado la dirección a Rayan para que se la mandase por el móvil a su madre. Estaba muy emocionada. Mi madre coge unas bolsas que había en el maletero de coche.

—Rayan —lo llamo. Este se gira sobre el mismo y me mira. No me puedo creer nada de esto.

—Qué hacías en el aeropuerto de Francia. —le pregunto.

Durante el viaje intentaba aclarar las cosas y no me acababa de encajar. Él me dejo y se fue. No entiendo que hacía en Francia.

Mi madre sigue sacando bolsas del coche y aprovecho para hablar con Rayan.

—Eeeh... Quería darte una sorpresa —baja la mirada con una sonrisa tímida, que tierno—baja la mirada avergonzado— Siento que me hayas visto así. Necesitaba asegurarme de que realmente era verdad que sentía todo eso por ti. —murmura, levanta la mirada y me mira— No sabes la de cosas que he hecho para acabar aquí. —dice. Quiere seguir hablando pero mi madre se adelanta.

—Chicos ayudarme con las bolsas, por favor. —dice está cerrando el coche.

Nos acercamos y cogemos dos bolsas cada uno. Necesito seguir la conversación con Rayan. No me siento tranquila. No tengo claro lo que somos aun que dijo que lo quiere intentar pero no me dijo si seria algo mas. No quiero ser tan cruel y hacerle sufrir hasta que diga al fin que somos pareja pero, lo tendré que presentar a mi familia. Si no se lo que es para mi, quedaremos muy mal los dos.

Caminamos en silencio hasta llegar a la casa, cuando entramos quedo alucinada. Todo está decorado de los colores que más me fascinan y a pesar de que no hay nadie. Todo esta genial. Dejo las bolsas ya que dejo de caminar al verlo todo. Doy la vuelta sobre mis talones y corro hacia mi madre. La abrazo con fuerza.

—Te quiero, te quiero, te quiero... Esto es genial. —susurro a su oído. Oigo que ríe y aplaudo con alegría. Al separarme, veo a Rayan también tiene una sonrisa marcada en esta y se le marcan los hoyuelos que tanto me gustan.

Camino hacia él. Mi madre lleva las bolsas a la cocina. Cuando estoy delante suyo.

—Y tú no te rías tonto. Solo hazme feliz por una vez que es mi día. —bromeo, este suelta una carcajada. Le beso la mejilla y este se para sorprendido.

Cojo mis bolsas y las llevo a la cocina. Mi madre está colocando los aperitivos.

—¿Cuándo llegarán? —pregunto impaciente.

Mi madre coge una patata y se la come— No seas impaciente. Pronto vendrán. Primero vienen los tíos, primos y algunos amigos, comerán con nosotros, jugareis en las piscinas y después vendrá la noche. Lo más especial. Todo a su tiempo.—miro el reloj es bastante pronto. Pero la fiesta es todo el día— Ahora si, tú y Rayan podéis ir a la piscina un rato. No toquéis el poco vermut colocado. Os conozco. —me mira pone el dedo índice y el corazón en sus ojos y luego señalándome. Miro hacia atrás ya que mi madre hace una miradita corta detrás mío. rayan se encuentra parado y tiene una risa de lado.

—Sí señora —decimos los dos con una voz de militar.

Salimos. Y yo subo las escaleras para mi habitación.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now