11- Viaje inesperado a Madrid 1/2

824 89 28
                                    


—Que lindos que son... —escucho la voz de Nadia de fondo.

Mis ojos comienzan a abrirse y me doy cuenta de que unos brazos musculosos me rodean.

Veo borroso e intento aclarar la vista, pestañeo unas cuantas veces, se encuentran Nadia y Damian mirándonos fijamente mientras yo y...oh no Rayan dormimos completamente juntos.

Se me aclaran los pensamientos y me deshago de los brazos de Rayan.

—Yo no quería, el... —fue lo único que pude decir, o que más bien mi cabeza recapacitó. En ese momento Rayan comienza a abrir los ojos al darse cuenta de que no estoy tumbada con el.

Me giro para salir por la puerta pero me encuentro con el espejo de la habitación, no tengo rastro de ojeras y aunque estoy un poco despeinada no se nota casi, el color rojo se nota cantidad en mis mejillas.

—Tranquila chica no pasa nada, solo habéis tenido sexo en la habitación de la universidad. —puntualiza Damian.

—¿Que? ¡No! ¡No hemos tenido ningún tipo de relación, solo que quiso dormir conmigo, ya que vosotros no estabais! —aclaro.

Rayan se frota los ojos y se sienta en la borde de la cama en calzoncillos. Damian abre la boca exageradamente y Nadia se sorprende.

—¿Eso es verdad? —pregunta— imposible... —a punto de caérsele la cara.

—Em...si... —murmura Rayan, la primera vez que lo veo inseguro de sí mismo.

Damian se levanta de la cama de Nadia dónde estaba sentado. Se frota la cara con exasperación.

¿Y a este que mosca le ha picado?

—¿Emm...Pasa algo? —pregunto de lo más confundida. Nadia y Damian me miran con cara rara.

—Bueno chicos creo que tenéis que iros a vuestras habitaciones debo explicarle algo a Kayla. —explica Nadia.

Damian asiente y coje a Rayan por el brazo bruscamente.

—¡Hey, hey, hey compañero, te relajas! —exclama Rayan medio dormido zafándose del agarre de Damian, cosa que lo consigue con facilidad.

Salen de la habitación con mucha prisa cosa que no entiendo.

Nadia se sienta en su cama y yo en la mía y tira de su pelo verde hoy de un color más fuerte que nunca, seguro que recién teñido.

—Haber como te lo explico. —respira hondo— Rayan en su puta vida a querido tener relaciones serias, para ser exactos. No es posible que haya dormido contigo esta noche y que no se te alla tirado. —explica de lo más estresada. Que fina pienso.

—Bueno mejor tarde que nunca ¿No? —contesto intentando quitar hierro al asunto, ya que me incomoda mucho hablar de las relaciones que tiene Rayan.

—Ya pero, si es así es porque no tendrá buenas intenciones. —me explica.

—¿A qué te refieres? —pregunto un poco asustada.

—Me refiero a que Rayan es un chaval dañino, siempre tiene que ir por el mundo haciendo daño y no es bueno para ti. —asegura y me pone una mano en mi pierna. Me recordó a mi madre diciéndome lo que debía hacer siempre.

—Siento decírtelo así pero, en realidad tu no tienes que decir que es bueno para mi y que no... —murmuro un poco avergonzada de ser tan bruta.

—Mira, Rayan no salió conmigo pero sí que tuvimos unos meses que estuvimos enrollándonos y teniendo sexo, y mire de cambiarlo e intentarlo volver una persona menos dañina pero me fue imposible, él no entraba en razón, no quería tener relaciones no quería nunca ni formar una familia ni casarse ni tener una relación seria nada y así fue. Los primeros días de la universidad fueron los peores aun seguíamos con ese rollo pero al final no se pudo hacer nada —me explica con calma.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now