32- ¿Segura?

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(En multimedia Kayla y Rayan)


Salgo del lavabo. Y me siento en la cama, de espaldas a Rayan.

Piensalo bien, o luego te arrepentirás.

Sí quiero... —murmuro segura. Mi vista estaba clavada en un punto fijo.

Noto como Rayan se acerca a mi.

—¿Que quieres? —pregunta con los ojos brillantes.

Lo miro a los ojos fijamente.

—Quiero que mi primera vez... Sea contigo... —murmuro con algo de vergüenza. Pero seguridad. Quiero que sea con él.

Rayan me coge del rostro—¿Segura? —pregunta con mucha alegría en la voz.

Asiento tímidamente. No se nada de esto. Soy una completa novata.

—Rayan, yo no se como se hace est... —pone un dedo en mis labios.

—Yo te enseñaré, ¿si? —dice con seguridad. Se quita su camiseta dejándome ver su cuerpo bien formado consiguiendo así que me embobe con su tatuaje. Se queda en calzoncillos. Se acerca a mi. Me coge del rostro con sus manos con algo de desesperación.

Los dos deseábamos lo mismo.

Posa sus labios en los mios besa suavemente mandando continuas descargas eléctricas, soltando un leve gemido, involuntariamente.

Me tumba en la cama. Poco a poco las prendas van desapareciendo entre nosotros hasta quedarnos en ropa interior. Algo que normalmente me avergonzaba. Pero quería saber como se sentía. Quería sentirlo.

—Eres preciosa —susurra a mi oído. Simplemente me da mucho más calor y me ruborizo.

Rayan me levanta y me pone delante suyo, con delicadeza me quita mi sostén de la manera más tranquila posible.

Lo deja en el suelo y esta vez soy yo la que lo coge por los hombros y lo tumbo. Este ríe y me besa, no se como acabo debajo de él de nuevo. Me deja un camino de besos desde los labios y va bajando hasta mis senos. Un leve gemido sale de mi boca.

—¡Oh, Rayan! —río con algo de vergüenza, ya que las cosquillas se habían hecho presentes en mi barriga.

Este ríe entre dientes— Kayla tienes que dejar de reírte por todo... Tu risa se me pega y no puedo hacer nada... —dice con tono de gracia.

—Esta bien... Pero no me hagas cosquillas si no quieres que me ría... —digo en broma. Me estaba encantando lo que hacía. Nunca había interactuado tan cerca con un chico.

—Esto es así preciosa... —murmura, se acerca a un seno y lo besa— son hermosos, ¿puedo? —pregunta.

¿Que se supone que le tengo que decir?

—Emm... Cla-claro —se me traba la lengua.

—Tranquila, te gustará... —me mira a los ojos y me besa la nariz.

Con su mano me toca y la piel se me comienza a erizar, se sentía muy bien. La pudor comenzaba a desaparecer.

Me comenzó a bajar las bragas, y a dejarme completamente desnuda ante él. Lo necesitaba dentro de mí ahora. O iba a morir. Tenía más ganas que nunca.

Su piel me rozaba continuamente y eso me volvía loca. Comencé a bajarle su bóxer, con algo de timidez. Ya fuera, sentía su miembro erecto encima de mi.

Acerca su boca a mi oído.

—Espérame un segundo preciosa. —dice y se levanta de la cama en la que estábamos.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now