"Como conocí al idiota"[Editando]

36- "¿Piensas dejarme asi?"

Narra Kayla:

Pensábamos ir a la montaña, comer allí, caminar hasta el río que se encontraba a pocos kilómetros de distancia desde el punto de salida. Lo demás pensaba ser a la aventura.

Lo planeado no suele salir nada bien. Lo se por experiencia.

—Rayan no vayas demasiado abrigado hace mucha calor... —digo recogiéndome el pelo en una cola alta.

—Vale mama —bromea, río y le pego en broma— ¿te has puesto el bañador? —pregunta mirándome con cara picara —Aunque realmente si no te lo traes mejor... —dice Rayan acercándose.

—Ahora no Rayan. —digo cogiendo su rostro con mis manos suavemente y mirándolo fijo a los ojos.

—Solo es un momento... —pone morritos y le doy un beso en la nariz.

—He dicho que no... —murmuro. Me aparto de él y cojo mi mochila en la que está todo lo que necesito— Y ahora vámonos que ya es tarde. —digo abriendo la puerta de mi cuarto. Realmente ahora que me escucho parezco su madre.

Salimos del cuarto.

—Eres muy diferente a Nadia... Ella quería un polvo a todas horas... —dice siguiéndome detrás. Me giro bruscamente encontrándome a Rayan mirando mi trasero.

—Ya... Pues yo no soy Nadia y no me hace falta tanto, si te gusta bien y si no también... —intento parecer algo seria.

Ya, pero ni siquiera te puedes resistir a sus encantos...

—Ya claro, un día de estos prepárate para levantarte de buena mañana bien mojada. —me dice justo en el lóbulo de la oreja mientras cierro la puerta.

Mi piel se eriza al sentir su aliento. Me estremezco.

—Rayan así no vamos a llegar ni a la puerta de la universidad...—le digo para que pare. Me encanta pero no es ni el lugar ni el momento.

Se ríe y caminamos por el pasillo—¿Entonces no te gusta? —pregunta con su tono de broma habitual.

Gimo involuntariamente.

Me tapo la boca al momento.

—Me encanta pero... —digo en un murmuro.

Salimos de la universidad.

—Pero quieres que te lo haga y no sabes como decirlo. —dice de la manera más normal. Como si no estuviésemos en la calle donde todo el mundo nos puede escuchar

Lo miro con cara de «tienes un problema»

—Hoy te despertaste más pervertido de lo normal... —le digo en el momento que abre el coche.

Entro y dejo la mochila que llevo en mis pies del asiento.

—Puede ser... Pero es que no puedo evitarlo con tigo al lado... —se excusa.

Río. Activa la música del coche y entre risas llegamos al aparcamiento de la montaña.

Saco el mapa de mi mochila.

Rayan cierra el coche y se pone a mi lado.

—No necesitamos esta mierda. —dice quitándome de las manos el mapa.

Lo miro con cara de póquer.

—Si lo necesitamos... ¿Acaso te sabes la ruta hasta el río de memoria? —pregunto aunque sé la respuesta con obviedad.

Rayan mira hacia el cielo para restarle hierro al asunto.

—¡Pero da igual! —dice haciendo cuatro trozos del mapa.