23

221 21 0
                                    

Empieza a sonar mi móvil pero al ir a contestar no lo encuentro. Corro por toda la casa en busca de mi móvil. Entro a la cocina, no está. En el salón, tampoco. En la sala del piano, ahí no. En el baño, no. En la entrada, tampoco. En mi habitación... ¡Por fin! Ahí está. Corro a contestar pero... Cuelgan. ¡No puede ser verdad! ¿En serio han colgado? He corrido por toda la casa para contestar y cuando por fin lo encuentro cuelgan. ¿No podían haber esperado dos segundos mas? Miro a ver quien me ha llamado, y no podía ser otra persona, tenía que ser Amelia. Ya tardaba la verdad, normalmente cuando falto al colegio llama antes. Le envío un mensaje diciendo que luego hablábamos y que se lo pasara bien en el colegio, nótese el sarcasmo...

Por la tarde tengo que ir a la oficina de mis padres a por no sé que cosa que me han dicho y luego iría al conservatorio. Creo que hoy tengo más ganas de ir por ver a Aiden que por dar clase de piano. Me parece todo demasiado perfecto para ser de mí vida de la que hablamos, esto no puede durar mucho...

Bah a aprovecharlo.

Mis padres no están cuando llego, así que me quedo en sus fríos y muy ordenados despachos a esperarlos.

- Brooke necesito que le des esto a tu profesora de piano - me dice mi padre entregándome una carta en cuanto entra por la puerta.

- ¿Que es? - pregunto confundida.

- A ti no te importa, tu ves y dasela ¿Vale?

- Sí que me importa.

- Pues no debería y ahora vete que estoy trabajando.

Salgo del edificio cabreada con ganas de pegar una patada a cualquier cosa que se me cruce por el camino.

Podrías abrir el sobre, nadie se dará cuenta y la señora Finnigan te quiere demasiado como para chivarse.

Sé que esta mal hacer eso pero no puedo evitarlo y abro la carta.

Señora Finnigan,
Le escribo para comunicarle, de parte de mi mujer y mía, que no estamos satisfechos con sus clases. Creemos que usted distrae a nuestra hija en su deber de estudiar piano y es por eso que consideramos que usted debe dimitir.
Atentamente,
Señor Jones.

No. Me. Lo. Puedo. Creer.

Ya sé, mis padres están burlaos. ¿En serio están tan mal como para escribir esa carta? ¿O solo lo hacen para joder mi vida más de lo que ya está? No les entiendo.

Entre pensamiento y pensamiento llego al conservatorio y entro en el aula de piano.

- Hola Brooke - me dice alegre mi profesora.

- Mira esto - digo entregándole la carta.

- No lo entiendo... - susurra en cuanto termina de leer.

- Ni yo, pero no les hagas ni caso - digo enseguida. - Solo lo hacen para fastidiarme, es como su hobby y ahora les ha dado por quitarme una de las cosas mas importantes en mi vida.

- Brooke no puedes vivir así siempre...

- Aguantaré hasta mi cumpleaños, luego ya veré lo que hago.

- Prometeme que harás algo al respecto - me dice Laura ( Sí ese es el verdadero nombre de mi profesora) preocupada.

-Te lo prometo.

- Ya sabes que para cualquier cosa me tienes aquí.

Dicho esto empezamos a dar clase,la cual se pasa muy rápido y en seguida ya estoy en la calle yendo hacia la casa de Aiden. Toco el timbre y espero a que abra alguien.

- ¿Brooke? - pregunta esa voz.

- He venido a verte, bueno a veros - digo mirando esos ojos verdes de Aiden que hacen que me derrita por dentro.

- Entra - me dice sonriendo mientras que se aparta para que pase.

Paso la tarde jugando con él y con Kelsey. Ella es tan adorable y tan inocente. Por lo que Aiden me ha contado, su madre ya sale más de su habitación y habla tranquilamente, no mucho, pero por lo menos no tartamudea.

(...)

Es alucinante lo rápido que pasa una semana. Ya, por fin, vuelve a ser viernes y este fin de semana no pienso hacer nada más que estar tumbada en la cama todo el día a ver películas mientras que como palomitas. Resumiendo, dormir y comer.

Últimamente Amelia está rara. Se la ve mas feliz, pero cuando le pregunto siempre cambia de tema... Aunque no me tendría que preocupar ¿no? Es mi mejor amiga, ella me cuenta siempre todo y yo le cuento a ella todo.

No le contaste que habías tocado el piano delante de Aiden antes que delante suya.

Aghhh. Calla.

Mejor hablamos de otra cosa... Por ejemplo... No sé. Mi vida no es interesante. Tendré q hacer algo para poner remedio a ese pequeño problema...

- Hay que hacer algo esta noche - le digo a Amelia en cuanto coge la llamada.

- ¿Aburrida? - pregunta.

- Me conoces demasiado bien...

- Sí, lo que sea... ¿Que quieres hacer? - pregunta mientras que yo voy hacia la cocina a por algo de comer.

Me muero de hambre. Hoy en el comedor, bueno, como todos los días, la monitora no me ha dejado repetir. Esa vieja amargada...

- ¿Brooke, sigues ahí? - me interrumpe la voz de mi amiga aun por el teléfono.

- Sí,sí - contesto en seguida. - ¿Hay alguna fiesta esta noche?

- Nop - contesta remarcando la "p".

- Pues noche de bromas - decido ilusionada.

- ¡¡SUUUUUUU!! - grita mi amiga, por lo que me tengo que apartar el móvil del oído.

- Te paso a buscar en un rato.

- Va - y en cuanto mi amiga termina cuelgo.

Noche de bromas. Se intentará que no acabemos con una denuncia esta noche... Bah, a quien quiero engañar, vamos a liarla esta noche.

Vida Imperfectamente Perfecta.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum