LA BAILARINA

LA LLAMADA

CAPÍTULO EDITADO

-Deja de llorar, nena. Es un idiota. -Stephanie acariciaba mi espalda con suaves movimientos. Los pañuelos caían de la mesa.

Solo pude responderle con un prolongado susurro.

-Estamos aquí para tí, Olivia. Pero no puedo no llamar a esa zorra -dijo Alicia tomando su móvil. Tiempo después de que marcase el número de Emily, comenzó a hablar: -Escúchame, maldita. Puedes quedarte con ese bueno para nada...a nadie le interesa un par de zorros mentirosos como ustedes. ¡Pero por qué no te vas  a la que te dije!

Mientras Alicia hablaba por llamada, me dediqué a tratar de controlar mis manos; cuales temblaban como locas. Tomé coraje y me puse de pie. A lo que Stephanie me observó con atención.

-¿Estás bien? -preguntó y asentí sabiendo que no era verdad. Me vuelvo y camino despacio hasta la azotea para arrodillarme y caer destruida.

El móvil guardado en mi bolsillo comienza a vibrar y no puedo evitar sentir rabia. Tomé coraje y decidí ver quién era el que llamaba. Inmediatamente me puse de pie y fui hacia mis amigas. 

-Es él. -apreté los dientes. -¿Qué hago?

-Corta. -Stephanie enarcó las cejas.

-Quiero hablar con él...-miré hacia los profundos ojos de mi amiga Alicia. Me miró confusa, pero se limitó a asentir con la cabeza. 

-¿Hola? -preguntó Drake del otro lado. Típica voz que hacemos cuando no sabemos si hay alguien del otro lado.

-Hola...-respondí. 

-No tengo llamadas tuyas, ¿Cómo estás? -su voz sonaba preocupada. 

¿Cómo podía ser tan imbécil? ¡Actuando como si no la hubiera besado!

Agh. Hombres.

-He tenido que contestar la llamada para no ser cobarde. -digo sin problemas. -De hecho, me siento genial.

-¿Cobarde? No te escucho bien. -se animó a decir. Un prolongado silencio incomodó la llamada. Hasta que rompí el hielo:

-Tan cobarde como tú, que ignoras lo que ha pasado, imbécil. 

-¿Disculpa? Hasta donde yo sé, jamás te he hecho algo. Ahora, por última vez; ¿Qué mierda quieres decirme? -preguntó enfadado.

-Tu eres el que ha llamado, no tengo nada que decirte. -respondí más calmada, hasta que se me ocurrió decirle: -¿Cómo ha estado la fiesta? 

Silencio.

-Sí, fui una fiesta. -afirma seriamente. -Pero sabes que no he estado con nadie, tú eres la única en mi mundo, nena.

-Eso no lo pensaste cuando compartían lengua con Emily, cariño. -ya estaba cansada de actuar como si no pasara nada. Él me había herido, necesitaba de su propia medicina. -Ahora escucha atentamente: no vuelvas a llamarme.  

-¿Estás terminando conmigo? No, Oliva...por favor. -su voz sonaba desesperada. 

-Tengo fotos y videos tuyos con otra, ¿Quién te crees que eres para salir sano y salvo de nuestra relación? ¡No! Y sí, hemos terminado.  -Y dicho todo esto, corté la llamada con puro orgullo. 

-Wao. -suspiró Alicia, sorprendida. Stephanie me miraba atentamente. 

-Hemos cortado -me limité a decir. -Fingí estar bien cuando estaba destruida.