Tu mayor TouchDown. ¡FINAL!

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Días pensando en Mike, en Olivia, y en los próximos partidos para mi equipo. Ahora sí podía sentir el título de profesor. Los chicos me trataban como si fuera un adulto al que debían respetar y por momentos se les daba por hacer relajo. Y yo no podía evitar no resonzagarles. Odié decir lo que todos mis profesores pasados decían: 

"No hagan mucho ruido, recuerden que hay clases andando".  

Típica frase adulta que hace alborotar aún más al estudiante. 

Volviendo a Olivia, hoy tendríamos una cena en la noche. Así que dispuse de mi día para disfrutar con mis amigos. Connor, Brian, Randall y yo, nos dirigimos hacia la casa de James. 

-Necesito ir al Starbucks. -anunció, Connor, en el copiloto. Brian rodó los ojos y dobló a la izquierda rumbo a la casa de James.

-Tienes un problema con la cafeína, bro -respondió, Randall, con un cigarrillo en la comisura de sus labios. 

-¡No fumes en el auto te he dicho! -gritó, Brian, fulminándolo por la pequeña ventanilla. 

-¡¡Quiero ir al staaarbuckkss!! 

-¡Yo quiero fumar! 

-Pues yo quiero un unicornio, ¿Y donde está? ¡En ninguna parte!- grité y todos me miraron en silencio. Brian paró frente a un semáforo y se giró para verme.-Mmmm... chicos, vamos. Era una broma. 

-Para tu siguiente cumple años te compraré un poni de peluche. -bromeó, Randall. Connor y Brian estallaron en risas. Maldije para mis adentros. Diablos.

Luego de tantas calles y barrios desconocidos, paramos frente a la casa de James. Su casa era la manera más simple de la palabra "Mansión". Era una casa grande: dos pisos con largos pasillos y seis baños. ¿Para qué quieren tantos baños si solamente son 4 personas en su casa? 

James nos abrió y de forma agradable nos invitó pasar. 

-Tienes seis baños y cuatro personas viven aquí, ¿Crees que pueda ocupar el 5to baño?-preguntó, Brian. James río y prendió el aire acondicionado.

-¿Películas? -preguntó tomando el control. 

-Películas. -respondimos todos, y nos tiramos en los sillones.

La tarde consistió en nueve películas de las cuales Connor terminaba sensible en la parte problemática y todos le gritabamos "¡Cállate, Marica!" y reíamos mientras Connor se daba contra un cojín del sillón. 

-Veamos Jennifers Body. -anunció Randall. -Megan Fox está en esa película y está on fire. 

-Olvídalo, chico. -le respondió, Brian. Unos segundos después, mi móvil empezó a vibrar. Era la alarma que había colocado esta tarde para acordarme de la cena. 

-Debo dejarlos chicos, tengo planes para esta noche. -dije y Connor empezó a aplaudir. Brian hacía caras de pervertido, y Randall fumaba por detrás del sillón haciendome un circulo con su mano, y con la otra un dedo. 

-¡No todo se trata de sexo, chicos! -me pegué en la frente. ¿Cuándo la gente dejará de pensar que eso es lo más  importante en una relación?

-No. -negó, James. -Solo de relaciones genitales.

-¿Tú te comes una cada mañana, verdad? -pregunté, sarcástico.

-Ay, ni me lo menciones. -bromea. -Esta mañana fue complicado.

-¿Podemos pasar por el Starbucks? -interrumpió, Connor.

-Vamos, Connor. -se puso de pie, Randall. -Tu compras donas y capuccinos, mientras yo me limito a fumar afuera. 

LA BAILARINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora