Valores/ No sé nada de tí

34.5K 1.7K 44
                                    

CAPÍTULO EDITADO

Los días transcurrían lentos, pero divertidos. Me veía con mis amigos seguido para practicar tácticas del fútbol americano. Al salir del instituto, no podíamos ver a Mike de nuevo, pero pensábamos en visitarlo hoy. 

Mike debe de tener un equipo de nuevos chicos, y de nuevas tácticas. Es horrible pensar que lo odiabamos de a momentos. Como cuando nos hacía correr horas y hacer más de 90 lagartijas. No obstante, le agradezco. Debido a que sino sería un fracasado hambriento de comida chatarra. No estoy contra las dietas... pero no son mi fuerte. 

Me encontraba con James, Connor, Brian y Randall caminando hacia el instituto para ver a nuestro viejo entrenador, Mike. James sacaba su móvil a cada segundo con nerviosismo. Connor miraba al frente sin mirar hacia atrás. Randall se retocaba el cabello como si quisiera llegar "perfecto", y Brian miraba a ambos lados.

-James, ¿Ocurre algo? -le pregunté. James me miró y guardó el móvil como si quisiera ocultar algo.

-Estoy hablando con alguien -respondió algo inseguro. Brian enarcó las cejas y James rodó los ojos. Aprovechando el momento, Connor le quitó el móvil del bolsillo y rápidamente entró al Chat antes de que James pudiera quitárselo de las manos.

-¿Quién más podría ser? -rió, Connor. - ¡Su novia, Alicia! 

-No somos novios -confesó ruborizándose. 

James debía pedirle para ser novios. Alicia había estado esperándolo hacia mucho tiempo y por fin el sentía algo por ella. Debía actuar de una vez antes de echar todo por la borda.

Al llegar al instituto, varios estudiantes nos miraron confundidos. Muchas chicas silbaban y nos miraban provocativas. Otros muchachos al ver esto, nos mandaban miradas asesinas. Era como si llamáramos la atención de todos, hasta de los viejos profesores.

Entramos por el pasillo que daba hacia los vestidores de los jugadores y ahí lo vimos, sentado en su silla con una taza de café en una mano, y en la otra una hoja del periódico viejo... 

-¿Chicos? -preguntó sonriente como siempre. -¿Qué hacen aquí?

-Vinimos a visitarte, Jefe -le guiñó el ojo. Randall. Mike rió haciendo que un brillo especial en sus ojos apareciera.

-¿Cómo te ha ido con tus nuevos jugadores? -pregunté golpeándole el hombro en forma amistosa. 

-Pues tengo los de 1er y 3er grado. -confesó dejando la taza de café para rascarse la nuca. -Pronto serán muy ágiles. Por cierto, ¿Siguen practicando?

Todos asentimos diciéndole que había veces que jugábamos en grupos, y que otras veces no teníamos tiempo. Mike se defraudó un poco; nos dijo que para triunfar, había que seguir intentando. Y más cuando ya los estudios no ocupan tanto tiempo en nuestras vidas. Dispuestos a seguirlo escuchando, nos contó varias historias sobre grandes jugadores, y de esa manera terminamos jugando un partido. 

Había quedado de suplente, así que me senté en una de las bancas más cerca a la cancha. Mike daba vueltas por todo el espacio gritandonos  tácticas para derrotar al enemigo. De repente se acercó hacia mi y se sentó a mi lado.

-Drake. -llamó mi atención. -Creo que todos ustedes tienen un gran potencial. Sobre todo tu y Randall. Deberían quedar uno de estos días para anotarse a algún partido internacional. Podrán lograrlo con su dedicación y esfuerzo. Creo en ustedes. -hizo una pequeña pausa. -Yo era como tú cuando era un adolescente. No sabía qué hacer luego de terminar mis estudios. Que si me ponía a estudiar otra cosa, que sí trabajaba para alguna compañía, o si seguía mi sueño. 

LA BAILARINAWhere stories live. Discover now