IV

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              Haruka se levantó temprano a hacer el desayuno, todavía se sentía un poco aletargado, pero no quería ser un estorbo para Yamazaki, se dirigió al baño y se metió en la tina.

La ausencia de sus padres le dolía, era cierto que en Iwatobi no vivía con ellos, pero siempre supuso que estarían con él en un momento como este, sin embargo, recordaba, que cuando casi se ahoga en el río, los que estuvieron con él todo el tiempo fueron Makoto y Rin, su madre y su padre estaban siempre ocupados, pero ahora no estaba siquiera Makoto, eso era realmente extraño para él.

Haruka salió del baño, rebusco un poco entre sus gavetas hasta encontrar el delantal azul más la ropa que se pondría ese día, unas bermudas y una camiseta ligera, para finalmente salir del cuarto y dirigirse a la cocina, pensó en hacer caballa pero a Sousuke quizás no le gustara, y de alguna forma quería agradecer el que lo hubiese cuidado, se daba cuenta de que no conocía para nada los gustos de su compañero, se decidió por hacer panquecas, busco en la cocina y encontró la mezcla para hacerlas, los huevos, la mantequilla y se puso manos a la obra.

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La alarma del despertador de Sousuke sonó y este se levantó con un poco de malhumor como todas las mañanas, se dio una ducha rápida y salió de su cuarto, esperaba que Haruka siguiese durmiendo, pero vio la puerta de su habitación abierta y supuso que estaba despierto, escuchó ruidos en la cocina y se dirigió hasta allí, cuando entró, lo encontró preparando el desayuno y usando ese delantal azul que tan bien le quedaba.
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Sousuke se le acercó por detrás y le mordió la oreja lo que hizo que Haruka apretara con más fuerza el mango de la sartén.
―Sousuke vas a hacer que se me queme la caballa―, ese era su platillo preferido no iba a dejar que se desperdiciara.
Sousuke no le hizo caso y con los dientes empezó a deshacer el nudo que sujetaba el delantal al cuello de Haru y le dio un beso en la nuca, haciendo que la piel de Haruka se erizara.
―Es tu culpa por provocarmeLe dijo mientras bajaba su mano, recorriendo su silueta, Haru solo alcanzó a apagar la hornilla para dejarse devorar

―Yamazaki, Yamazaki.

― ¿Eh? Sousuke estaba un poco aturdido, ya Haru no usaba mucho ese delantal, por lo menos no para cocinar.

―Preparé el desayuno ― le mencionó Haruka con algo de timidez.

―Sí, gracias, ― le dijo apreciando el gesto.

Haruka sirvió en silencio las panquecas y dejó el queso la miel y el jamón afuera, no sabía cómo le gustaban.

― ¿Hiciste café? ― Preguntó Sousuke buscando la cafetera con la mirada

― ¿Café? ¿quieres? ― dijo Haru, haciendo ademán de levantarse.

―No importa―, mintió. Sousuke era de esas personas que no sienten que realmente comienza su día sin su buena taza de café, pero no iba a interrumpir la comida de Haruka, ya se tomaría uno de camino al trabajo, simplemente extrañaba el café que hacia Haru, en realidad extrañaba todo de él.

Siguieron comiendo en silencio y cuando terminaron, Haruka trató de levantarse para recoger los platos, pero Sousuke se le adelantó y los lavó él, después de fregar, se dirigió al baño y al salir fue a despedirse de Haruka que seguía en la cocina guardando lo que había usado para cocinar.

―Oye Haru, me voy al trabajo vuelvo como a las 5. Más tarde voy a pasar por tu universidad e informar que estas mejor y entregar tu reposo

Haruka sólo asintió, ni siquiera sabía que estudiaba, le habían dicho que estaba entrenando en el equipo de la universidad, pero no su carrera.

Ecos de Amor (corregida el 20/02/2022)Where stories live. Discover now