XVII

475 88 17
                                    

― Bienvenido ― dijo Makoto cuando entro a su apartamento ― Pon las cosas en el cuarto de allá ― dijo señalando hacia la derecha del pasillo del apartamento.

― Gracias ― contestó Haruka mecánicamente arrastrando las maletas hacia donde se le indico.

― Y gracias por dejarme quedar aquí, sé que es un poco repentino ― dijo Haruka desviando la mirada, mientras se sentaba en el orillo de la cama de su ahora cuarto, aún se sentía abatido por cómo había resultado todo con Sousuke, pero Makoto no había vuelto a comentar nada al respecto, así que de momento estaba tranquilo.

― No te preocupes por eso, Haru ― dijo sobándole la espalda tratando de reconfortarle sentándose junto a él. Makoto se sentía celoso de observar todas las emociones que provocaba Sousuke en Haruka, aunque aún no se diese cuenta de ello.

― Te prometo que será por poco tiempo, buscaré un sitio a donde mudarme por mi cuenta― no quiero ser una molestia.

― Sabes que aquí eres bienvenido Haru, no eres una molestia ―respondió tenso.

― Si quieres te puedo ayudar a desempacar.

―Gracias.

Comenzaron a desempacar y no tardaron demasiado tiempo en ello, pues Haruka no tenía demasiadas posesiones.

― ¿Estás seguro de que te trajiste todo? ― bromeó Makoto, pues terminaron muy rápido de desempacar.

― Supongo que sí, vacié el cuarto. ― explicó Haruka.

― Nunca te han gustado demasiado las cosas materiales, supongo es eso.

Haruka sonrió, el proceso de la mudanza era bastante engorroso y no se imaginaba teniendo que hacerlo una segunda vez, pero quería estar un tiempo a solas, descubriendo nuevamente su identidad.

― No hicimos mucho, pero me dio hambre, vamos a comer algo afuera ― dijo Makoto con soltura mientras se acostaba junto a Haruka en la cama, lo que lo hacía emocionarse.

Haruka la verdad no tenía muchos ánimos de salir ― ¿No es mejor si comemos aquí? ― le preguntó a Makoto, girándose un poco para mirarle.

― Es que se me acabó la comida para recalentar, sabes que no soy bueno cocinando y no vario mucho las comidas, así que me aburro y a veces salgo a comer fuera.

― Pero así gastas más dinero ― le reprendió Haruka.

― Lo sé Haru, pero es que no se me da cocinar ― respondió rascándose la cabeza.

Haruka dio un pequeño suspiro, ― Esta bien, entonces vamos, ― Y además podemos aprovechar de comprar algo de comida para llenar la nevera que de seguro debe estar vacía, esto último avergonzó un poco a Makoto pues era cierto, si su nevera estaba llena a veces era sólo de comida chatarra o recalentados, pero bueno, viviendo sólo y sin saber cocinar, no era mucho lo que podría hacer.

...

Después de comer un poco de ramen se fueron juntos al supermercado a hacer las compras. Makoto se sentía más que feliz de estar junto con Haruka y de vez en cuando no podía evitar quedársele mirando embobado, a lo que Haruka solo desviaba la mirada, pensaba que su amigo solo estaba preocupándose demasiado por él, justo como siempre hacia.

Terminaron de hacer sus compras y ambos hicieron la cola para pagar, para luego salir con las bolsas.

― Esta noche prepararé la cena ― dictaminó Haruka, además que era su forma de agradecer.

Makoto solo le miro sonriéndole, ― Claro.

...

Las clases en la universidad transcurrieron con normalidad, para Haruka era sorprendente la forma en que sus manos recordaban cosas que su mente había olvidado.

Ecos de Amor (corregida el 20/02/2022)Where stories live. Discover now