Veintisiete de Diciembre

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-¡Despierta Lexie!- escucho la voz de Jake mientras siento que hay alguien saltando en mi cama

En este momento parece que quiero matar a mi hermano pequeño. Abro los ojos y me encuentro con que efectivamente es mi hermano pequeño quien salta feliz en mi cama.

-¡Jacob Lawrence!- grito en respuesta- ¡Deja de saltar de mi cama ahora mismo, pequeño demonio!

Mi hermano deja de saltar y se sienta en la cama junto a mí. Jake parece estar demasiado feliz lo cual es raro porque es de mañana y mi hermano odia las mañanas y por el sueño que estoy empezando a sentir en este momento es muy de mañana.

-¿Qué hora es?- pregunto soñolienta

-Son las siete de la mañana, hermana mayor.

Abro los ojos sorprendida. No puedo creer que sea tan temprano y que Jake me despierte a esta hora y mucho menos que este del humor en el que se encuentra ahora. Algo se trae entre manos y cuando tu hermano que es un tsunami andante está planeando algo hay que tener miedo.

-Jakey, querido hermano menor al que quiero tanto... ¡¿Por qué mierda me despiertas a esta hora?! Espero que tengas una buena razón a menos que quieras que le diga a papá de Emilie que besaste a su niñita.

La cara de mi hermano se pone pálida y niega rápidamente con la cabeza. No puedo evitar darme cuenta de que cuando mi hermano se pone pálido sus ojos azules parecen hacerse mucho más intensos. Río, me gusta hacer sufrir a mi hermano. Es bastante divertido. Obviamente jamás le diría a tío Josh que Jake y Emilie se besaron. Sería como matar a mi propio hermano. Incluso papá lo mataría.

-Perdón, Lex, pero si tengo una buena razón para despertarte temprano.

-¿Cuál es?

-Salida de amigos. Vamos a ir al lado más lejano del lago y vamos a pasar el día ahí. Tía Maddie nos preparó mucha comida para pasar el día afuera. Así que levántate, vístete y prepárate para un día con tus amigos favoritos, querida hermana.

 Jake se levanta y corre hacia la puerta, pero antes de salir por completo de mi habitación, se da la vuelta y me dice:

-Apúrate, eres la única que falta.

Miro la cama de Mia y me doy cuenta de que ella no está ahí. ¿Cómo se despertó antes que yo? Mia es menos madrugadora que cualquiera de nosotros. 

Me levanto de la cama y voy directo al baño. ¿Un día con todos mis amigos? Justo lo que necesito en estos momentos.

...

Cuando llegamos al lugar que me habló Jake antes, ese que es el lugar más alejado del lago, me doy cuenta del por qué mi amiga Mia no puso oposición de la hora a la que tuvimos que despertarnos. Asher nos espera con una pequeña canoa en donde deben de caber dentro unas cinco o seis personas. Hay un pequeño muelle que nunca había visto. En verdad nunca había visto nada de este lugar. No había llegado tan lejos ni en mis mejores caminatas. Diría que estamos en medio de la nada básicamente. No veo ni una casa cerca.

Eso da un poco de miedo, ¿qué pasa si alguien tiene un accidente? No podremos pedir ayuda y tendremos que arreglárnosla por nosotros mismos. 

Estoy siendo dramática. Nada pasará, ¿verdad?

Lo primero que hacemos, al menos las chicas, es colocar unas mantas en la orilla del lago para poder descansar un poco. La caminata fue larga. Muy larga. Los chicos, en cambio, se sacan su playera para quedar en traje de baño y se meten al agua sin pensar en que son casi las nueve de la mañana y el lago debe estar casi congelado. 

Así es el clima aquí. Frío de noche, calor insoportable de día.

-¡El agua esta hecha hielo!- grita Logan cuando saca su cabeza del agua después de zambullirse. 

Noventa Días (SDLV #2)Where stories live. Discover now