Noventa Días (SDLV #2)

Veinticuatro de Febrero

Los últimos han sido geniales. He olvidado por completo todo el desastre con Sarah y lo he dejado en el olvido. Ella no es mi madre y jamás lo será. No siento remordimiento por no ayudarla siendo que está en muy mal estado. Ella se lo buscó y dudo mucho que quiera salir de esa vida. De alguna forma sabe que pertenece en donde está.

Yo, en cambio, sé que pertenezco a esta linda y enorme familia que hemos logrado formar entre todos. No pienso en como sería mi vida si Sarah no me hubiera abandonado y estuviera con ella ahora. Sé que eso no sería vida ya que no tendría a estas maravillosas personas conmigo a mi lado.

Ahora solo queda una misión antes de que acabe el verano y es que me acepten en la universidad local y convencer a papá de que pueda venir a estudiar aquí. No parece una tarea sencilla tomando en cuenta que no me han llamado para decirme cual es el veredicto final. Si es que me dejarán entrar o tendré que volver a mi vieja universidad en la ciudad en donde me encontrare a Landon y eso podría significarme muchos problemas.

Estoy ansiosa. Ya quiero saber qué es lo que voy a hacer en mi futuro cercano. Quiero saber si voy a vivir en el campo o en la ciudad. Quiero respuestas a esas pequeñas cosas que para muchos pueden parecer bastante simples, pero es que mis preguntas más complejas ya tienen respuesta.

¿Podré pasar todo el tiempo que pueda con las personas que amo? Respuesta: No.

¿Podré tener una relación normal con Matty?, que es básicamente lo que quiero. Respuesta: No.

Así que, si esas preguntas tienen respuestas, ¿por qué no preocuparme de aquellas pequeñas cosas que no la tienen? Al menos me da algo en lo que pensar además de que en pocos días mi vida va a cambiar si o si.

Ahora tengo mi celular todos los días a mi lado, esperando a la llamada que puede llegar en cualquier minuto. Solo espero que sea antes de que llegue marzo porque o sino tendré que viajar mucho o darle una buena razón a mi papá para que me deje quedarme.

Levanto mi celular y lo mantengo en mi mano. Me recuesto en mi cama y comienzo a ver los mensajes que me han llegado por si en vez de llamarme me dejaron un mensaje aunque me dijeron específicamente que me iban a llamar cuando tengan los resultados. La mayoría de los mensajes son de Landon. Al principio enojado, después un poco más calmado y los últimos son algo desesperados.

Justo en ese momento me llega otro por parte de Landon. Pienso en dejarle el visto ya que esta siendo realmente molesto así que abro el mensaje y no puedo evitar leerlo. 

Lanny: Sé que estás molesta. No tengo que tener contacto contigo para saber eso. Solo quiero que entiendas que te quiero más de lo que alguna vez pensé querer a alguien. El año que pasé contigo fue genial y solo quiero que se repita una y otra vez, todos los años. Dame solo una oportunidad. Es todo lo que pido.

Es algo molesto que Landon no entienda que estoy con quien amo y ese es Matty. Lanny siempre fue un buen amigo, pero jamás pude verlo de otra forma. Ahora ni siquiera quiero verlo como un amigo. No sería sano para él. Solo quiero que me olvide y siga con su vida. Ya encontrará a alguien que lo quiera de esa forma. 

Yo: Lo siento Lanny, amo a Matty.

Esa es toda la respuesta que le doy. Pienso en bloquearlo, pero creo que eso ya es pasarse. Supongo que si sigue molestando tendré que hacerlo. No le hace para nada bien esto y yo quiero que él sea feliz. Todos merecen ser feliz en esta vida. En especial Landon que a pesar de todo es un chico muy especial para mí.

En ese instante entra Mia y se acuesta en su cama mientras tiene una sonrisa enorme en su cara. Últimamente nada ni nadie le ha podido sacar esa sonrisa. Asher hace estragos en el sistema de mi mejor amiga, pero me agrada que así sea. La felicidad de mi mejor amiga es la mía y creo que ya lo había dicho.