Trece de Enero

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Ha pasado más de un mes desde que llegamos aquí y las cosas han ido demasiado bien. Tengo el presentimiento de que pronto algo malo pasará. Llámenme pesimista, pero nunca las cosas pueden ir tan bien en la vida, aunque puede que esté equivocada y simplemente tenga un perfecto y hermoso verano. Las mejores vacaciones. 

Supongo que tendré que esperar a ver qué me depara el futuro, pero sigo teniendo el presentimiento de que algo grande está por pasar.

-¿Todo bien, Lex?- pregunta mi tía Maddie quien es la única que está en la cocina conmigo. 

Vine a buscar un poco de agua antes de hacer un pequeño paseo con Lizzy. ¡Por fin Asher me dejará pasear más lejos con ella! Creo que me estoy ganando la confianza de este chico.

-Todo bien- respondo con una sonrisa- ¿Por qué no lo estaría?

-Por nada- dice ella.

Comienzo a llenar una botella con agua por si me da sed durante el paseo, aunque dudo mucho que me demore más de una hora. 

-Escucha, Lex- me llama la atención mi tía- Tenemos que hablar sobre algo.

Asiento con la cabeza y me siento en una de las sillas que tenemos en la cocina. Tía Maddie se sienta frente a mí y me sonríe. 

¿Querrá hablar de mi relación con Matty? No, por favor no. Sería bastante vergonzoso.

-Asher me contó ayer que estuviste hablando con una mujer esa vez en el bar- dice ella muy cautelosa.

Oh, de eso se trata.

-Sarah- respondo mientras asiento- ¿Qué tiene ella?

-Oh nada en especial, solo me gustaría saber qué te dijo

-Sólo me salvo de un chico borracho que me estaba molestando. Nada más. 

-¿No te hizo alguna pregunta? 

-No- respondo intrigada ante la situación- ¿A qué se debe esto? Pareces muy interesada en ella.

Ella me sonríe de una forma un poco forzada y se levanta del asiento. Parece que no quiere que yo le haga preguntas sobre esa mujer, pero ella si me puede hacer todas las preguntas que ella quiera. Que injusto.

-No es nada, Lexie- asiento resignada a que no voy a conseguir ninguna respuesta por parte de ella- Deberías llamar a tu padre- agrega- Lo llamé hoy y me dijo que hace unos días que no lo llamas.

-Lo haré.

Me levanto de mi asiento pensando en Sarah. ¿Qué tiene ella que mis tíos parecen tan interesados? Es solo una mujer borracha, nada más. 

Camino hacia el establo pensando en que me da un poco de pena la situación en la que está esa señora. Parecía abandonada, completamente abandonada. Varias preguntas se aparecen en mi cabeza respecto a ella y no entiendo porque empiezo a sentir tanta curiosidad.

¿Será casada? ¿Tiene casa? ¿Padres? ¿Hermanos? ¿Hijos? 

¿Tendrá alguien en esta vida que se preocupe por ella?

Bueno, debo dejar de pensar en eso. Lo que pase en su vida es su problema. Además, si está sola y en ese estado es porque debió haber hecho algo malo, ¿verdad?

-¡Aquí estás!- me saluda con entusiasmo mi amigo Asher.

Me he dado cuenta de que Ash ha cambiado mucho desde que llegamos. Antes era muy callado, introvertido y apenas hablaba. Ahora es animoso, gracioso y siempre está riendo. Me gustaría pensar que el estar con nosotros lo ha ayudado a salir del cascarón.

Noventa Días (SDLV #2)Where stories live. Discover now