El no quiere que vuelva.

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Mi trasero dolió terriblemente en cuanto sentí el contacto con el frio suelo y por un momento pensé que la pintura verde que se estaba metiendo por mi nariz me iba a dejar sin respirar.

La gente se reía a mí alrededor y yo no hacía más que intentar esconderme, cosa imposible, deseando convertirme en esa pegajosa pintura verde que ahora cubrió todo mi debilucho cuerpo.

Desde el principio de mi existencia nunca existió un Wonwoo hiperactivo o gruñón, pero últimamente me estaba volviendo en una persona muy deprimente, especialmente por no tener con quien soportar todo.

Primero, Vernon no estaba; segundo, Mingyu seguía con su mierda contra mí; tercer, no tenía ni puta idea que es lo que hacía Boo cuando salía de su departamento; cuarto, mi padre estaba experimentando con las pastillas que le había indicado el médico, lo que podía significar un posible atentado contra mi madre y yo.

Estaba preocupado y estresado por todo y con todos, y estúpidamente lo único que quería era ver a Vernon con esas estúpidas sonrisas suyas que me hacían sonreír a mí también. Pero él no estaba, el único que estaba delante de mí era un Mingyu con un cubo de pintura, la cual descubrí hace un momento que era verde, y que este reía sin parar junto a sus amigos, riéndose de mí.

Intenté levantarme otra vez, para mi suerte levantándome correctamente y no caer estúpidamente como hace unos segundos.

-¿Qué es lo que sucede? –Una voz resonó en mis oídos pero yo no podía escuchar nada, no quería escuchar nada, solo quería llegar a mi casa y dormir.

-¡Mingyu! ¡Wonwoo! –Moví mi vista del piso, que ahora estaba de color verde, para dirigirla hacia el profesor que nos miraba con el ceño fruncido.

La gente que estaba alrededor riéndose de la situación, de a poco se fue callando y fueron arrancando disimuladamente de la escena.

-Ustedes dos síganme –Habló el hombre y yo caminé con cuidado hacia él, abriendo los brazos para intentar mantener el equilibrio sobre el resbaloso piso.

Paso Mingyu a un lado de mí, empujándome con una de sus dedos que se manchó levemente de verde pero que hizo que yo casi me resbalara otra vez.

Al mantenerme de pie correctamente, corrí un poco hacia el profesor y Mingyu, que al parecer no me habían esperado.

El profesor se detuvo y se volteó a verme, hizo una mueca y luego me apuntó.

-Llamaré a tu casa para ver si te pueden traer algo para que te cambies –Yo asentí con la cabeza ante lo que dijo- Después de que te cambies hablaremos.

Me quedé quieto en donde estaba para no ensuciar más de lo que estaba ensuciando, desvié mi vista de la puerta del profesor hacia un costado, me encontré con Mingyu, el cual tecleaba algo entretenido en su teléfono y reír sin razón aparente.

Me sorprende ver a ese chico, definitivamente cada vez me sorprende más verlo.

Especialmente recordando aquella vez cuando me llevo hasta la casa de mi ''amigo gay'', o aquella cuando estábamos comiendo de la deliciosa y elegante cena, y especialmente esa vez cuando despertamos los dos desnudos en la habitación de un motel gay.

Creo que esa fue la primera vez que viví algo tan extraño, especialmente con un ser tan extraño y bipolar como él.

Después de unos minutos de espera vi a mi madre a los lejos como corrí hacia mí con un bolso en mano, en cuanto llego a mi lado me miró preocupada, yo solo le sonreí para calmarla.

-¿Qué es lo que pasó? –Preguntó acercando sus manos hacia mí pero sin tocarme.

-Accidentalmente Mingyu volcó un bote de pintura sobre mí –Mentí mientras le daba una falsa sonrisa.

From what to what? [Meanie]Where stories live. Discover now