¿Qué tienes en el cuello?

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-¡Oh Dios! ¡Ya déjame! –Exclamé pegando un manotazo hacia el cuerpo que estaba a un lado de mí.

-No te dejaré de molestar hasta que me digas por qué faltaste ayer. –Dijo Soonyoung enterrándome otra vez la parte trasera del lápiz en las mejillas.

-Me estoy fastidiando Soonyoung, aléjate de mí. –Dije apuntándolo con uno de mis dedos.

El chico se sentó de inmediato correctamente en su asiento y miró hacia la pizarra. Últimamente ya nadie prestaba atención en clases, no cuando quedaban solo unas cuantas semanas para salir del instituto.

-¿En verdad te has enojado conmigo? –Preguntó el rubio acercando su cara a la mía.

-No estoy molesto, es solo que ayer por la noche no descanse bien –Dije refregándome uno de los ojos con la mano.

-¿Por qué? –Preguntó sonriéndome traviesamente- ¿Qué estuviste haciendo ayer? No me has contado de ti ¿Qué te gusta hacer?

Fruncí el ceño ante su incoherencia el hiperactividad, pero me había prometido a mí mismo una y mil veces que solo tendría que acostumbrarme.

Agradecí enormemente que el timbre de salida hubiera tocado. Soportar a Soonyoung no era difícil, lo que en verdad me complicaba era que tenía que responder, por lo cual tendría que estar pendiente de lo que hacía.

-Quiero ir al baño –Dijo tironeándome del antebrazo- Hoy he salido tan atrasado que ni tiempo de mear tuve.

Rodé los ojos y me dejé llevar por el rubio entre la gente. En cuanto llegamos al baño Soonyoung tuvo que esperar un poco antes de entrar a uno de los cubículos.

Me apoyé casualmente en el borde de los lavamanos mientras veía como los hombres pasaban de un lado a otro.

Una vibración en mi bolsillo me hizo volver a la realidad, abrí el mensaje con un poco de extrañes al percatarme de que era un número desconocido.

''Entra al primer cubículo''

Levanté la cabeza para mirar hacia el lugar en donde me había indicado que tenía que ir, luego le eche un vistazo a mi alrededor que seguía alterado y me dirigí hacia allá.

Toqué dos veces la puerta en cuanto la vi por delante de mí, esta se abrió de inmediato y una mano me agarró de la muñeca para poder ingresarme por completo al cubículo y liego cerrar la puerta por detrás de mí.

-¿Qué pasa? –Pregunté al chico que estaba delante de mí y que me oprimía levemente a las paredes.

Él no me respondió nada en concreto, solo se acercó hasta mí para poder besarme. Al principio lo evité inmediatamente pero me dejé besar cuando sentí como mordía con lentitud mi labio inferior.

-No hagas esto aquí –Le dije al peli-azul.

-¿Por qué? –Preguntó acercando su cabeza para besarme la mejilla.

-Porque en el cubículo de al lado hay un chico que puede estar escuchando todo lo raro que hacemos –Dije intentando separarme de él.

-Solo será un rato –Dijo tomando mi cadera y pegándome a él mientras me volvía a besar.

-Ya basta Mingyu –Murmuré cuando sus labios besaron mi cuello.

Acercó sus labios a mi piel para luego besarla y morderla, levanté mi mano izquierda para hacer un poco de opresión en su hombro para que se alejara de mí pero solo me limité a atraerlo más a mí.

-Mingyu, no... -Dije aunque aún lo apegaba a mí. El peli-azul refunfuñó en mi cuello haciendo que sintiera su aliento y una pequeña vibración.

From what to what? [Meanie]Where stories live. Discover now