Mamá...

2.1K 353 11
                                    


-Serás mí secretario –Su sonrisa se convirtió en una sonrisa distinta, casi malvada.

-¿Eso es malo? –Me atreví a preguntar mientras que hacía tamborilear mis dedos sobre mis rodillas.

-Un poco –Su sonrisa se hizo un poco más grande.

-¿Solo un poco? –Él se encogió de hombros.

-Averígualo tú solo –Se echó a reír levemente para luego levantarse de su asiento- ¿Qué te parece si vienes mañana en la tarde y así me presentas al chico que te gusta?

Asentí con la cabeza y me levanté de la silla para inclinarme levemente y salir por la puerta luego de un adiós de parte de ambos.

Al salir me pude encontrar con Mingyu que aún seguía charlando con la chica, y yo ya no tenía tiempo como para preocuparme por él así que simplemente fui hasta el ascensor para bajar, se estaba haciendo demasiado oscuro y necesitaba llegar a casa.

[...]

Me afirmé del marco de la puerta para no perder el equilibrio. Mi cabeza daba vueltas y creo que fue la primera vez en mi vida en la que sentí que en realidad iba a morir.

-Mamá –La llamo pero ella no me contestaba, mi cuerpo ya estaba sentado en el suelo al no poder soportar mis piernas- Mamá...

Mi llanto se hizo presente. Quería correr hacia ella pero no podía moverme, estaba ahí, estático, sin saber qué hacer.

-¡Mamá! –Ella no hizo nada, solo permaneció ahí.

Busqué en mis bolsillos con rapidez mi billetera, en cuanto la encontré empecé a buscar la pequeña tarjeta. Tomé mi celular y marqué el número que salía en el papel con rapidez.

Un, dos, tres...

-Holas buenas ¿Qué ne...?

-Tienen que venir –Mi voz se hacía poco audible por el llanto- Mi padre...

-¿Cómo se llama tu padre? –La voz femenina me preguntó desde el otro lado del aparato pero yo no podía dejar de mirar a mi madre.

Dije con rapidez el nombre de mi padre y luego me acerqué hasta la mujer que estaba tendida en el suelo, cortando anteriormente la llamada telefónica.

-Mamá –La volví a llamar pero ella permanecía inmóvil en el suelo, con el rostro aun sangrándole por los golpes.

Apoyé mi cabeza en su pecho para llorar un poco mientras que podía olerla.

-¿¡Dónde estás!? –Grité furioso separándome de mi madre y parándome para buscarlo por la casa.

Me trasladé por toda la casa con la intención de buscar a mi padre pero él no aparecía por ningún lado, hasta que llegué a mi propia habitación.

Ahí estaba mi padre, tirado en el suelo murmurando cosas que no podía entender y con las manos llenas de sangre, sangre de mi madre.

Me acerqué hasta él furioso, enormemente furioso; me subí sobre su débil cuerpo y le di el primer golpe, justo en la nariz.

Luego apareció el segundo, y después el tercero, y el cuarto y el quinto...

Sentí como la puerta se abría pero eso no me importaba para nada, yo solo estaba concentrado en golpear al hombre que estaba debajo de mí, cuyo hombre ya no tenía ni conciencia para defenderse.

Alguien me estaba tomando de las manos y me alejaba del cuerpo inerte de mi padre. En ese momento vi muchas cosas, pero especialmente el color blanco me segó.

From what to what? [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora