Epílogo

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Me moví la corbata negra frente al espejo y me pasé con rapidez la mano por el cabello para acomodármelo.

-¿Estás listo? –Pregunté saliendo del baño y encontrándome con el peli-azul.

-No encuentro toallas limpias, ¿no se suponía que tenías que lavarlas tú esta vez? –Interrogó enviándome una rápida mirada.

Yo rodé los ojos porque estaba cansado de tener siempre que buscarle las cosas a Mingyu, él nunca encontraba nada.

Pase a un lado de él y me acerqué al gran armario que estaba incrustado en una de las paredes del pasillo, saqué de este rápidamente la toalla limpia.

-Vamos atrasados. –Dijo tomando la tela y echándola a su fluorescente bolso.

A lo lejos vi como Mingyu se acercaba corriendo a la puerta y se ponía los zapatos para después salir. Rápidamente imité sus acciones a la vez que tomaba mis papeles que estaban encima de la mesa y las zapatillas del peli-azul, también fluorescentes.

-¡Espera! ¡No cierres! –Me dijo justo en el momento en que había tomado el pomo de la para cerrarlas.

-¿Qué te faltó? –Interrogué mirándolo preocupado, íbamos muy atrasados.

-Las zapatillas. –Dijo y se metió las manos en los bolsillos con la intención de buscar sus llaves.

-Aquí están. –Dije pasándoselas y caminando hacia el ascensor.

-¡Oh Dios! Cuanto te quiero. –Me murmuró sin dejar de mirar el calzado.

Apreté con urgencia el botón y el gran aparato inmediatamente se abrió, los dos entramos rápidamente mientras Mingyu metía las zapatillas dentro del ostentoso bolso.

Pasaron solo unos cuantos minutos cuando las puertas del ascensor se volvieron a abrir para que entraran otras dos personas.

-¡Oh no! Vamos atrasados. –Se lamentó el peli-azul a un costado de mí.

-¿Acaso no están felices de vernos? –Dijo Seungkwan mientras que Vernon lo empujaba contra una de las paredes del ascensor para que se quedara quieto y pudiera ponerle bien la corbata del instituto.

-Hoy ha sido un día de locos, ¿no? –Articuló Vernon poniéndose bien la mochila sobre su hombro.

-¡Ya! ¡Ponte a estudiar! –Dijo el pelirrojo pasándole un montón de hojas a su novio.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron yo salí de los primeros y casi corrí para poder pasar por las puertas de cristal.

-¡Hey! –Gritó mi novio haciendo que yo me diera vuelta para mirarlo- ¿Para dónde vas?

-Tengo que tomar el autobús. –Contesté caminando hacia atrás para seguir mirándolo.

-¿No quieres que te vaya a dejar? –Interrogó Mingyu mientras se acomodaba el bolso sobre el hombro.

-Vas atrasado y yo voy hacia el otro lado. –Me apresuré a contestar antes de darme la vuelta.

-¡Espera! –Me volví a voltear para decirle que no tenía tiempo para hablar con él, pero sin siquiera percatarme me tomo de las mejillas y me besó-. Bien, ahora sí puedes irte. –Dijo después de separarnos sin dejar de mostrarme su sonrisa.

Le di una rápida sonrisa para después darme vuelta y echarme a correr hacia el paradero. Con rapidez me subí al autobús cuando me di cuenta que este me iba a dejar abajo.

[...]

En cuanto escuché mi nombre me levanté rápidamente y me acerqué hasta la puerta que habían dejado abierta para que yo pasase.

From what to what? [Meanie]Where stories live. Discover now