¿Sabes cómo hacerlo?

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Tomé las llaves que estaba en el bolsillo de mi pantalón y abrí la puerta del departamento. La mayoría de las luces estaban encendidas, lo que me indicaba que ya había llegado el peli-azul.

-¡Mingyu! –Lo llamé pero no me contestó, en vez de eso vi cómo se asomó por la puerta de su habitación con las manos detrás de su espalda.

-Pensé que estarías enfadado –Murmuró mientras se acercaba a mí lentamente.

-Y aun lo estoy –Dije yendo hacia él para llegar a mi habitación.

Algo me detuvo sorpresivamente, un objeto se posicionaba delante de mí. Mingyu tenía una caja en las manos que estaba envuelto con un papel blanco.

Elevó levemente los brazos al ver que yo no hacía nada más que mirarlo con el ceño fruncido.

-Es para ti... Me arrepiento mucho de haberte golpeada –Recibí la pequeña caja y mantuve mi mirada seria hacia el peli-azul.

-No debiste comprarme nada –Dije mirando el envoltorio blanco.

Él se encogió de hombros y luego me apuntó con la barbilla hacia el regalo. Suspiré y empecé a rasgarlo un poco para encontrarme con una caja de diseños dorados.

En cuanto la abrí me encontré con una libreta de color negra, gracias al poco brillo pude identificar que estaba forrada con cuero.

-Hace unos días te vi con una libreta, te veías bastante concentrado –Pasó lentamente su lengua por sus propios labios, como si estuviera nervioso de mi reacción- Tu libreta no era muy bonita así que pensé en comprarte otra.

El chico miró hacia su derecha y yo sonreí; era un bonito gesto, demasiado bonito el hecho de haber estado pendiente de mí y de lo que hacía.

-Mingyu –Lo llamé pero él me ignoró- Mingyu.

Al volver a llamarlo y no obtener respuesta puse una de mis manos en su hombro, lo empujé levemente para que él caminara hacia atrás.

Me reí un poco de su mirada sorprendida cuando llegamos a su habitación y lo dejé sentado en su gran cama.

-¿Qué haces? –Preguntó frunciendo el ceño.

-Vamos a ver una película –Le dije mientras pasaba a un lado de él y tomaba el control remoto.

Prendí la televisión y empecé a pasar los canales mientras que me acomodaba mejor sobre la cama.

En cuanto estuve lo suficiente cómodo palmee mi costado para que Mingyu se acercara a mí; él se aproximó un poco temeroso.

-¿Seguro que no estás enojado? –Dijo mirándome atentamente mientras yo seguí pasando los canales.

-No estoy enojado –Dije y dejé el control a un costado de la cama, decidiéndome porque película ver.

Recosté casi con toda la confianza del mundo mi cabeza sobre el hombro de Mingyu, el inmediatamente se volteó a mirarme.

-¿En verdad no estás enojado? –Preguntó y yo rodé los ojos.

-Te dije que no estoy enojado –Sentí como Mingyu se movía a mi costado para acercarse a mí y poder besarme.

No esperé mucho correspondí su beso. Sentí como, casi temeroso, se iba posicionando sobre mí. Lo tomé del cuello para acércalo más a mí y profundizar el beso.

Percibí como una mano tímida jugaba con el borde de mi camisa del instituto, pero en vez de que me importase solo lleve mi boca al cuello del peli-azul para poder besarlo.

From what to what? [Meanie]Where stories live. Discover now